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Décadas después, la culpa es del pasado

¿Se imaginan lo que es vivir en un país sin energía eléctrica por más de seis días? Donde la comida se eche a perder, donde los hospitales dejen de funcionar, y donde los estudiantes no puedan asistir a la escuela, entre otras cosas.

Pues poco más de 10 millones de personas que viven en Cuba han estado sin energía eléctrica desde el pasado viernes 18 de octubre, cuando colapsó la mayor termoeléctrica de la isla que abastece a casas, hospitales, hoteles y edificios gubernamentales.

Evidentemente, el gobierno cubano no va a reconocer que la falla eléctrica se deba al poco o nulo mantenimiento, que le han dado a las plantas para que operen de forma eficiente.

Vivir en Cuba es cada día más complicado, son ya 65 años de una dictadura que le ha quitado todo lo que tenían las familias en ese país.

Y el actual presidente, Miguel Díaz-Canel, sigue responsabilizando al pasado de la crisis y reiterando en su discurso, que las carencias en Cuba son producto del embargo económico impuesto por Estados Unidos. Después de 65 años que lleva el régimen cubano, aún no puede garantizar lo básico, como son los alimentos, para que su gente sobreviva.

Es mentira que Estados Unidos sea el culpable de la crisis en Cuba. Los responsables tienen nombre y apellido y son los que han gobernado la isla hace más de seis décadas.

Si realmente Estados Unidos quisiera afectar a las personas que viven en la isla, prohibiría las remesas. Gran parte del dinero que envían familiares a Cuba proviene de la Unión Americana. Se estima que más de 2 millones de cubanos están fuera de Cuba, la gran mayoría en Estados Unidos.

Uno de los principales motores de la economía cubana son las remesas. Según estimaciones de Diálogo Interamericano, Cuba recibió en 2019 remesas por un valor de más de 3.05 millones de dólares, lo que constituye un 2% de PIB de Cuba.

Según datos de Havana Consulting Group, 2021 fue el año en que Cuba recibió la menor cantidad de ingresos por concepto de remesas, con una entrada de 1.08 millones de dólares.

La realidad es que Cuba mantiene en la opacidad la cantidad de remesas que recibe.

Se supone que Estados Unidos es el principal país de origen de estas remesas, concentrando poco más de 1.721 millones de dólares, es decir 83.72% del total. Le sigue España, donde se originan remesas por un valor de 178 millones, 8.67%; y del resto del mundo llegan remesas por un valor de 156 millones, lo que equivale a 7.61%.

Muchas remesas llegan a través de medios como Western Union o MoneyGram, y el gobierno se queda con 2 dólares por cada transacción, lo que indica que al mes generan millones de dólares. Las remesas enviadas de forma oficial son controladas por una empresa que pertenece al gobierno cubano, que incluso en 2020 fue sancionada por el gobierno de la Unión Americana.

Qué horror que el gobierno cubano quiera controlar hasta el dinero que les envían a los cubanos que están en la isla, y por eso especialistas aseguran que más del 60% de las remesas llega de forma informal y que no entran en estas estadísticas, son transportadas a través de mulas o viajeros.

Los reportes oficiales simplemente no existen, se sabe que Cuba no emite datos oficiales.

Y mientras tanto, Cuba lleva años sumergido en una crisis energética. Hoy ese gobierno tiene adeudos con países como México, Venezuela, Rusia y China entre otros, y no paga esos préstamos.

La realidad es que el bloqueo estadounidense no ha dejado a Cuba sin remesas, y ese país ha podido tener relaciones comerciales con otros países, incluso aliados de Estados Unidos.

La historia económica de Cuba ha sido muy complicada. Muchos años fue completamente subsidiada por la Unión Soviética hasta 1990, hoy su mayor benefactor es el gobierno de Venezuela de Nicolás Maduro, quien le entregaba 60 mil barriles por día, pero para este 2024 los recortó a 32 mil.

Recordemos que el embargo a Cuba ocurrió en 1960, porque el régimen de Fidel Castro expropió casi seis mil empresas estadounidenses y cubanas, incluyendo tierras y refinerías de azúcar, a las que nunca pagó. Una sanción que existe hasta nuestros días, pero que a lo largo del tiempo ha sido modificada.

Cuando se dio esa expropiación masiva, el gobierno de Estados Unidos, a través del presidente Dwight Eisenhower, estableció el primer embargo que consistió en prohibir las exportaciones, excepto medicinas y algunos alimentos.

Dos años después, en febrero de 1962, el gobierno de John F. Kennedy amplió el embargo, extendiendo las restricciones a las importaciones cubanas. Luego con la Crisis de los Misiles, Estados Unidos aplicó además un bloqueo naval sobre Cuba para evitar la llegada de más misiles balísticos con capacidad nuclear de la entonces Unión Soviética.

En la administración de Bill Clinton, las leyes “Cuban Democracy Act”, de 1992 y “Cuban Liberty and Democracy Solidarity Act”, de 1996, reforzaron el embargo.

Fue hasta el gobierno de Barack Obama, de 2009 a 2017, que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba mejoraron, debido a que hubo medidas para aliviar la situación, ya que se acordó retirar las restricciones de viaje, se retomaron vuelos comerciales entre ambos países, se relajaron parte de algunas sanciones, se quitó a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo y, para 2015, se reanudaron las relaciones diplomáticas, pues Estados Unidos reabrió su embajada en La Habana.

Donald Trump no fue tan benevolente, dio marcha atrás a las medidas de Obama y reforzó el embargo con sanciones entre 2019 y 2021, además regresó a Cuba a la lista de países que apoyan el terrorismo.

Y este bloqueo fue en muchas ocasiones la excusa que utilizó el gobierno de la isla para justificar su falta de crecimiento y desarrollo. Pero estamos hablando de un bloqueo de los años sesenta, y que cada vez se le quitan mayores restricciones.

Estamos hablando de medidas que se tomaron hace casi 70 años, y que la dictadura cubana no ha podido revertir. Es un gobierno fallido que lo único en lo que ha sido exitoso es en la represión y control de su pueblo.

Venezuela va por el mismo camino, la crisis económica es evidente. La inflación es del 130% anual, además de pasar por la mayor crisis humanitaria y el éxodo de millones de ciudadanos que buscan refugio en otros países latinos, Estados Unidos y Europa.

Muchos sectores en Cuba hoy, sin ni siquiera tener luz. Es una tragedia para su pueblo lo que han hecho sus gobernantes en ese país. Ya ni siquiera es la Cuba de donde de salían especialistas muy preparados.