Días de descanso por menstruación
Mientras algunas leyes avanzan para darle protección a las mujeres, éstas pueden llegar a abrir aún más la brecha de la desigualdad.
España está en medio de un debate en el que los derechos de la mujer están de por medio, se trata de conceder baja laboral de hasta cinco días, pagada, al tener dolores por la menstruación. Un tema que en este siglo XXI todavía es un tabú y uno de los motivos tiene que ver con cuántas mujeres solicitarán en realidad esta baja, si de por medio está su permanencia o crecimiento laboral.
La propuesta está incluida en el borrador del Ministerio de Igualdad sobre la futura ley del aborto, y de ser aprobado, España sería el primer país europeo en aplicar esta medida. En
Italia lo discutieron en el Parlamento, pero no llegó a regularse, y desde hace casi seis décadas existe en países de Asia.
Buscan reconocer y amparar la incapacidad que supone el dolor de la regla para algunas mujeres, y propone bajas laborales de tres días bajo supervisión médica, y ampliarlo a cinco para quienes tengan reglas incapacitantes: dolores intensos, calambres, cólicos, náuseas, mareos y vómitos, que algunas mujeres sufren cada ciclo.
Quienes analizan el tema indican que las mujeres enfrentan diversas complicaciones para solicitar esta baja. Una de ellas: cómo medir el dolor y evitar que se convierta en un argumento para evitar la jornada laboral, debido a que preguntar por aspectos de salud atenta contra el derecho a la intimidad y puede ser considerado una forma grave de discriminación por razón de género, lo que puede dar lugar a sanciones.
Además, en muchas ocasiones, quienes firman esta medida son hombres, un jefe que podría llegar a valorar el desempeño de la mujer debido a cuántas veces solicita este derecho, lo que pone a la empleada en desventaja.
Esto podría provocar que los empleadores opten por contratar hombres para evitar la paga por estas ausencias. Aunque muchas veces no se les paga el día, si dejan de ir a trabajar, lo cual implica una pérdida para la empresa.
Hay quienes piensan que reconocer esta diferencia en la salud de las mujeres puede suponer un obstáculo para emplearlas, porque las empresas pueden tomarlo en cuenta al momento de la contratación permanente.
Y es que, si un hombre no tiene esta prestación y no pide días de ausencia en el trabajo, obviamente van a preferir contratarlos para el mismo trabajo.
Piden alto a la estigmatización
Ya de por sí la diferencia salarial entre un hombre y una mujer es amplia, por ejemplo, en México y por el mismo trabajo, una mujer gana aproximadamente 27 por ciento menos que un hombre.
Mujeres especialistas en el tema en España, estiman que este tipo de leyes lo único que logran es que los empleadores prefieran trabajar con hombres a quienes no les tienen que dar estas prestaciones.
Y creen que, si una mujer tiene un trabajo temporal y solicitar esta baja implica, hay posibilidades de que el contrato no sea renovado, ante la idea de que la mujer siempre solicite esta medida y el argumento para no contratarla sería que su situación pone en riesgo el trabajo.
Estos motivos son los que ponen en desventaja a las mujeres, al no estar reconocidos sus derechos como mujer, y eso se refleja en Asia, debido a que ni siquiera un 25% de la fuerza laboral femenina solicita este derecho, ya sea porque lo desconocen o por temor a perder su empleo.
Desde 1947, la salud menstrual está reconocido en la legislación laboral de Japón, pero la normativa no obliga a las empresas a pagar durante ese periodo, como sí ocurre con las ausencias justificadas por otros motivos médicos. Lo que sí ocurre es que las compañías pueden ser multadas por negar este derecho a las mujeres.
Un informe del Ministerio de Trabajo de Japón muestra que, entre abril de 2019 y marzo de 2020, sólo 0.9 por ciento afirmó haber hecho uso de este derecho. Según una encuesta realizada a dos mil mujeres, entre los motivos está el temor a reacciones negativas por parte de sus compañeros y superiores, la ausencia de síntomas graves o el hecho de que muy pocas mujeres saben que cuentan con este recurso.
En Corea del Sur este derecho está regulado desde 1953, en este país las mujeres han utilizado de forma más frecuente la baja laboral por salud menstrual.
Según una encuesta, en 2017, 19.7 por ciento solicitaron este derecho mientras que en 2013 fueron 23.6 por ciento, es decir, en lugar de incrementar disminuyó en cinco años.
Desde 2002, en Taiwán las mujeres pueden tomarse un día libre al mes como parte de sus bajas por enfermedad. Mientras que en India este derecho está vigente en algunos estados, como Bihar.
Zambia, un país en África, también implementó la ausencia por menstruación en su Ley de Trabajo, es un día de ausencia al mes, sin necesidad de presentar certificado médico vigente.
En Latinoamérica, México permite en algunos estados que las trabajadoras tomen “licencias” de descanso en el caso de presentar menstruación acompañada de dolor pélvico, náuseas, vómitos o mareos, pero no existe una regulación a nivel nacional; en la iniciativa privada tampoco está regulado.
Mientras que en la misma España, donde el debate ha trascendido fronteras, en este 2022 los ayuntamientos de Girona y Castellón contemplan el derecho a un permiso recuperable de ocho horas al mes, pero no es una baja laboral real, porque no implica que sean días pagados. Hasta el momento en Girona sólo ocho empleadas han utilizado este derecho.
Se estima que más del 50 por ciento de las mujeres sufren molestias y dolores menstruales en algún momento de su vida fértil, de ese porcentaje 85 por ciento es por causa desconocida y 15 por ciento padece de forma recurrente esos dolores intensos, a causa de miomas, quistes y endometriosis.
De acuerdo con ONU Mujeres, que el periodo de menstruación es entre dos y siete días de forma regular, el organismo indica que “continúan los estereotipos generales sobre la menstruación, no sólo de los hombres, sino de la sociedad.
Médicos españoles indican que es una enfermedad como cualquiera. Si las mujeres tienen momentos en los que se sienten mal, que “tienen derecho a una baja porque el dolor imposibilita el trabajo. El problema es que siempre se ha pensado que es un dolor que tienes que pasar y te tienes que aguantar porque es un dolor de mujeres”.
Es una realidad que muchas mujeres cuando tienen la menstruación sufren de dolores fuertes, y esto puede llegar a ser hasta una vez al mes. De aprobarse esta ley, se podía pensar que, en vez de ser un apoyo para las mujeres, las pondría en desventaja para ser contratadas. Por eso en países como Japón, donde está una ley aprobada, muy pocas mujeres se han ausentado de su trabajo por esa causa.