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Dios es como un conmutador para emergencias de 24 por 7: Horacio Villalobos

Me da muchísimo gusto saludar a Horacio Villalobos, que vas a abrir nueva temporada de Un Acto de Dios precisamente hoy, viernes 19 de octubre.

 

HV: Exactamente, hoy empieza una corta temporada, cortísima temporada de 12 semanas en el Teatro Royal Pedregal, que está en el Hotel Royal Pedregal, en la lateral de Periférico Sur. Y la obra, debido al éxito, nos fue muy bien en la primera temporada, nos echamos en total entre el teatro en el que estuvimos y la gira, nueve meses. Y ahora regresamos con esta comedia, que escribió David Javerbaum, que se llama An Act of GodUn Acto de Dios y de qué trata: Dios baja a la Tierra a dar los nuevos Diez Mandamientos, porque los primeros diez que dio a Moisés en el Monte Sinaí no funcionaron, y a las pruebas se remite Dios, ¿no?, a lo que ha pasado con la humanidad. Entonces me utiliza a mí, a Horacio Villalobos, posee mi cuerpo para que le sirva como vehículo para comunicar, es decir, Dios me posee, yo no tengo la menor idea de que Dios me ha poseído y empieza a dar los nuevos Diez Mandamientos y es el perfecto pretexto para hablar de política, de religión, de actualidad, sexo, todo esto; además viene acompañado de sus dos arcángeles, Gabriel y Miguel, y uno de ellos, Miguel, está entre el público, es una obra interactiva muy divertida, la gente muere de la risa y nos fue muy bien, estoy muy contento de, además, regresar al teatro, es un proyecto que anhelé, que acaricié, que perseguí, el autor mismo vino de Broadway a México a ver la obra…

BB: Es que tú así le has hecho con todas tus obras, Horacio, así fue con Un Corazón Normal, siempre es ir a buscar a los productores en el extranjero, perseguirlos, ver los derechos, porque no es fácil poder traerte una obra, ni tener los derechos de este tipo de teatro, de primer nivel.

HV: Es muy difícil, mira: el teatro, y es un cliché, es muy difícil, es muy difícil, es muy bonito, muy gratificante, pero el llevar a la gente al teatro en nuestro país cuesta trabajo, porque está ciudad es muy caótica, porque hay demasiadas opciones, porque hay muchos teatros, etcétera. Y bueno, sí, esta obra estaba en Broadway cuando yo la quise hacer y entonces había que buscar a los productores, al autor y, además, firmas un contrato donde te comprometes a hacer tales o cuales cosas, como, por ejemplo, en este caso, el autor tenía que revisar la adaptación, a presentar la obra en un teatro de primera, a hacer una “first class production” y pues así se ligó esto del teatro.

BB: Horacio, ¿cuál es la pregunta que ni tú te has podido responder y que te gustaría hacerle a Dios?

HV: Ay, híjole, es que te juro, hay una serie de preguntas… fíjate que es muy buena pregunta la tuya, sobre, a final de cuentas, qué piensa Dios de las constantes preguntas que le hacemos, ¿no?, de ¿por qué existe la muerte?, ¿por qué existe el sufrimiento? o ¿por qué les pasan cosas malas a las personas buenas? Todo esto el mismo autor se lo cuestiona a Dios y la respuesta la tienes que ver aquí en el teatro, porque sí responde Dios, eh, porque además el Dios que presenta David Javerbaum es un Dios que empieza siendo vengativo, quizás es como un niño berrinchudo, y va tomando consciencia; entonces la obra al contrario se convierte en un asunto como muy espiritual, es una comedia negra, muy oscura, pero con unos matices espirituales muy bonitos, que habla sobre quiénes somos, a dónde vamos, por qué estamos aquí, por qué Dios nos creó, ¿no?

BB: Aparte son preguntas que se va a hacer el espectador y te las haces todos los días en la noche, ¿por qué me pasó esto?

HV: Yo me las hago en las noches, todos los que nos hemos preguntado en la vida el por qué a mí me pasa esto. Parecería que somos los reyes del universo, de alguna manera Dios nos convirtió en eso, en reyes del universo o reyes del mundo, eso es lo que nos creemos, al ser dizque su mejor creación, nos sentimos que somos… todos los seres humanos estamos hechos de una manera muy egoísta, ¿no?, nos importa más nuestro dolor de muelas, un dolor de muelas propio que una matanza en África, ¿no? Entonces todos esos cuestionamientos acerca de a dónde vamos, por qué estamos aquí, por qué sufrimos, por qué el amor, por qué existe la muerte, por qué los niños con cáncer, desde los más profundos hasta los más frívolos, están presentes en la obra y esto es un pretexto para hablar de todo esto, de la vida, de la muerte, de la sexualidad, de la política, de la farándula, del deporte, ¿no?

BB: Ahora, llevas ya mucho tiempo con la obra, hiciste una gira muy exitosa por todo el interior de la república, adelántanos ¿cuál ha sido la pregunta del público que más te ha llegado, que más te ha tocado el corazón? ¿y qué has respondido?

HV: Fíjate que la gente pregunta mucho por qué existe la muerte, es una pregunta muy repetitiva, muy repetida, muchas veces la han hecho…

BB: ¿Y por qué existe la muerte, Horacio Villalobos?

HV: Ah, no, no te lo voy a contar, te lo contaré aquí en el teatro, porque tienes que verlo, porque se van a morir de la risa con la respuesta…

BB: Danos una adelantadita…

HV: Es que eso no lo puedo decir porque es muy importante en la obra, pero te puedo decir, por ejemplo, de los Diez Mandamientos nuevos está uno que dice: no me dirás con quién debo fornicar, ¿no te gusta? Otro que dice: me separarás a mí del Estado. Otro que dice: no matarás en mi nombre. Están buenos, ¿no?

BB: Síguele, para que la gente se vaya emocionando todavía más.

HV: No tendrás una relación personal conmigo, porque hay una parte en la que Dios dice: “A ver, yo no soy bueno para relacionarme, yo no quiero que exista una relación entre ustedes y yo, para eso inventé la religión”, porque él dice que no es bueno para relacionarse con las personas…

BB: La religión, en cierto modo, todas las religiones, ¿no se han inventado para controlar?

HV: Yo creo que sí. Dios habla un poco al respecto, eh, y también dice: “para eso inventé la religión”, dice: “inventé la religión para poder relacionarme con ustedes a larga distancia”; eso dice, claro, por supuesto, habla de cómo los seres humanos han interpretado lo que supuestamente se dijo en los evangelios, porque todo esto tiene que ver con las religiones judeocristianas, eh.

BB: Con la culpa…

HV: Uy, la culpa, bueno, la culpa está muy nombrada aquí, cómo nosotros mismos nos la generamos, todas las culpas. Es que, además, lo que es curioso es que hay una parte donde dice Dios: “A ver, ¿cuántas veces al día me nombran?, Dios mío, si Dios quiere, Dios mediante, Dios proveerá, Dios aprieta, pero no ahorca, Dios te abre una puerta, si te cierra una puerta, te abre una ventana”, ya sabes, ¿no? Y entonces hay un punto en donde dice Dios: “¡Ya! Yo soy como un conmutador para servicios de emergencia que opera las 24 horas del día, los siete días de la semana, con un solo operador que soy yo, que recibe 12 millones de llamadas por minuto; por eso mi palabra favorita es Amén, porque cuando la escucho sé que ya terminaron de pedirme todas sus necedades”.

 

Hay un punto donde dice Dios: ‘mi palabra favorita es Amén, porque cuando la escucho sé que ya terminaron de pedirme todas sus necedades’

 

BB: Horacio, de alguna manera en esta obra Un Acto de Dios, la temática es que Dios te pide prestado tu cuerpo para que tú puedas responder y, efectivamente, contestas lo que te pregunta el público…

HV: Yo no tengo la menor idea que está aquí, eh; es decir, en Broadway lo hacía Jim Parsons y era igual, y también lo hizo Sean Hayes en Broadway y el juego es que tú no tienes la menor idea de que Dios te está usando, es decir, él te agarra, te utiliza y después te bota y tú no sabes ni qué pasó.

BB: También es una obra muy divertida para ti, porque todas las noches dices algo diferente, la gente puede ir una, dos, tres, cuatro veces y siempre va a encontrar algo diferente…

HV: La gente va a venir a reír, lo juro, muchísimo, eh, es de mucha carcajada, es de risa, risa, risa, y al final te conmueve muchísimo, es muy emocionante y muy conmovedora al final, porque resulta al final muy tierna. Es muy bonita obra, estoy muy orgulloso de hacerla y muy feliz de volver a hacerla.

BB: A ver, Horacio, vas a estar desde el viernes 19 de octubre hasta el 6 de enero 2019…

HV: Deja te doy los horarios: viernes 8:30; sábado dos funciones, 6:00 y 8:30, y domingo a las 6:00. Únicamente corta temporada, muy corta, 12 semanas, en el Teatro Royal Pedregal, que está en Periférico Sur en el Hotel Royal Pedregal, en la lateral del Periférico.

BB: Horacio, ¿dónde encontramos los boletos?

 

HV: En la taquilla del teatro y en Ticketmaster.