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¿Dónde está Yoseline?

Seis mujeres fueron reportadas como desaparecidas hace 22 días, cuando se dirigían a una zona residencial conocida como Álamo Country Club, entre Celaya y Villagrán, en el estado de Guanajuato, en donde realizarían un servicio como meseras para una fiesta; sin embargo, no volvieron a ser contactadas.

Cinco mujeres fueron encontradas e identificadas sin vida, pero falta Yoseline Daniela Zamorano Macías, quien fue vista por última vez en Celaya, Guanajuato. Han pasado 12 días desde que cinco mujeres que la acompañaban fueron encontradas sin vida, de Yoselin no se sabe nada.

La Fiscalía de Guanajuato no ha podido confirmar si los restos de Yoseline están entre los cuerpos encontrados, tras realizar varios cateos en la zona Laja-Bajío, donde, de acuerdo con el fiscal Carlos Zamarripa, las otras cinco mujeres fueron localizadas calcinadas en el municipio de Juventino Rosas.

Zamarripa describió que: “la mayoría de los restos fueron calcinados casi en su totalidad, por lo que aún siguen trabajando en ello antropólogos, arqueólogos forenses y genetistas”.

Debido a la severa descomposición de los cuerpos por el fuego, ha sido difícil relacionar el ADN de Yoseline, de 20 años y madre de un pequeño de apenas dos meses, de acuerdo con información en redes sociales de quienes la buscan.

Y según los detalles de su ficha de búsqueda, tiene un tatuaje en la pantorrilla derecha, una cicatriz en el tobillo y lunares en el párpado derecho y en el torso.

Mientras que en el caso de sus compañeras, el pasado 25 de marzo se realizaron los últimos servicios funerarios. Ellas eran: Mariana Gutiérrez Guzmán, de 19 años; Sandra Daniela Paredes González, de 24 años; Paulina Berenice Reséndiz Martínez, de 25 años; Rosa María Ramírez Ayala, de 42 años; y Gabriela Barbosa Ruiz, de 48 años.

Medios locales dicen que estas mujeres se conocían desde hace un tiempo y que era Barbosa Ruiz, una de las cinco fallecidas, quien las juntaba para ir a trabajar en este tipo de servicios, como meseras.

La incertidumbre de no saber si está entre los cuerpos hallados o si está en otro lado ha provocado que sus familiares realicen protestas desde el 17 de marzo afuera del ayuntamiento de Celaya, exigiendo saber sobre esta joven.

Las autoridades casi no han dado información del caso de Yoseline a los familiares, quienes están desesperados.

Una tía de Yoseline dijo en una entrevista en Guanajuato, que: “no ha aparecido, no hay nada, las autoridades nos dicen que los esperemos porque faltan pruebas, el ADN de mi sobrina”.

Los mismos familiares de Yoseline creen que su sobrina no regresará con vida, pero piden que el caso sea esclarecido lo más pronto posible.

Ya es muy duro para un familiar saber que su ser querido ha fallecido, pero es todavía más difícil no saber qué le sucedió, dónde se encuentra, y si falleció, dónde están sus restos.

Y mientras todo esto sucede, la justicia parece jugar una muy mala broma.

A raíz de la desaparición de las jóvenes y por medio de las investigaciones de las autoridades se detuvieron a seis de los 16 involucrados en la desaparición y asesinato de estas mujeres. Esta semana fueron puestos en libertad por un juez, quien argumentó que su decisión se debió a la falta de pruebas.

Crimen atroz

Sin embargo, permanecen en prisión porque la Fiscalía estatal obtuvo una nueva orden de aprehensión para evitar que huyeran, en espera de recabar más pruebas que permitan procesarlos.

Cinco de ellos son originarios de Tamaulipas y uno de Honduras. Fueron detenidos el pasado 17 de marzo tras diversos operativos. Confesaron ser parte del grupo delictivo Los Escorpiones, una célula del Cártel del Golfo que opera en Tamaulipas.

Según sus declaraciones, llegaron a Celaya, Guanajuato, para brindar apoyo a lo que queda del Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL), que tiene bajo su control la zona donde desaparecieron las seis mujeres. Este cártel sigue teniendo mucho control del huachicol.

De acuerdo con lo revelado por Guacamayas Leaks, este grupo disputa al menos 30 municipios de Guanajuato con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Es decir, el CSRL mantiene operaciones pese a que su líder, José Antonio Yepes, El Marro, fue detenido en 2020.

Las presuntas confesiones de los detenidos no hacen referencia sobre si las seis mujeres fueron interceptadas antes o después de realizar el servicio en la fiesta a la que acudirían.

Pero, según el fiscal, estos hombres señalaron que las mujeres fueron privadas de su libertad sobre el camino a San José de Guanajuato y que fueron asesinadas en la comunidad de El Cerrito, perteneciente a Juventino Rosas.

Este hallazgo fue reportado el 9 de marzo, dos días después del reporte de la desaparición de las seis mujeres, cuando elementos policiales de Juventino Rosas fueron alertados sobre una fumarola que provenía de tambos, que en el interior contenían restos humanos. Pero nuevamente, nadie habla ni menciona a Yoseline.

Para el 14 de marzo, en la misma zona hubo otro reporte donde de nuevo encontraron restos humanos, varios casquillos percutidos y un machete.

Organizaciones civiles indicaron que en esos días en los que eran buscadas las seis mujeres, las autoridades encontraron 12 cadáveres o restos humanos, además de ropas y pertenencias descubiertas en este municipio de Juventino Rosas, y más concretamente, en las cercanías de la comunidad de Santiago de Cuenda.

A estos hallazgos hay que sumarle que en enero, los colectivos de búsqueda reportaron que encontraron por lo menos cuatro fosas clandestinas en el mismo municipio de Juventino Rosas, con 14 cuerpos.

Mientras tanto, no se debe dejar de buscar a Yoseline. El caso es muy extraño y la pregunta es: ¿por qué aparecieron los restos de las otras 5 mujeres y se pudieron identificar y de la sexta, Yoseline, no se sabe nada?