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El abuelo narco

El niño del Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, quien mató a su maestra y dejó heridos a cinco alumnos y un profesor de educación física, tuvo una infancia compleja.

Su madre falleció en una cirugía, su abuela materna en medio de una balacera y  su padre José Ángel “RJ,” alias El Pollo, estuvo preso en Estados Unidos acusado de posesión e intento de distribución de sustancias ilegales, específicamente, por poseer un total de 31.3 kilogramos de metanfetaminas, sentenciado formalmente en julio de 2017 a cuatro años en la prisión federal Big Spring, en Texas; pero dos años y tres meses después, obtuvo su libertad y fue deportado a México en octubre de 2019.

Y hoy sabemos que José Ángel “RS”,  su abuelo paterno con quien vivía, , tiene presuntos nexos estrechos con narcotraficantes argentinos. En expedientes en esa nación sudamericana es mencionado como el jefe de un grupo de mexicanos que establecieron e hicieron contacto con el narcotraficante de aquel país, Mario Roberto Segovia.

Los socios argentinos tienen condenas de hasta 300 años, y el nombre de José Ángel “RS”, aparece en muchos de los expedientes que se tienen en aquel país.

Un día después de la tragedia, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) anunció el bloqueo de las cuentas de los abuelos y el padre del niño.

El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, declaró: “podemos ver que no es ningún seminarista, el abuelo tiene 121 millones de pesos de flujo en efectivo hacia empresas, tiene en la recepción de flujos de efectivo por 24 millones de pesos en sus propias empresas, la adquisición de seis vehículos de lujo en dos años… además de que la abuela tiene la adquisición de tres camionetas de lujo, además blindadas, transferencias de dinero hacia Estados Unidos y un problema de defraudación fiscal”.

Entre el 2007 y 2008,  reportajes de la revista Proceso mencionan a José Ángel “RS” y su hijo y los relacionaban con Zhenli Ye Gon, el “empresario” de origen chino a quien le fueron decomisados 205 millones de dólares en efectivo en su casa de las Lomas y acusado de traficar pseudoefedrina.

Tanto el abuelo como el padre del niño realizaron varios viajes a Argentina en los que se tiene identificado que comenzaron a tener relación con el narcotraficante argentino Mario Roberto Segovia, uno de los principales importadores a México de precursores químicos tras la captura de Zhenli Ye Gon.

Mario Roberto Segovia, conocido como El Rey de la efedrina o El fantasma, encabezaba una de las mayores redes de contrabando de drogas, justo en el momento en el que creció la demanda de “crystal” en Estados Unidos.

Esta relación entre José Ángel “RS”y Roberto Segovia está documentada en expedientes judiciales, los cuales incluyen datos de la detención de una red de mexicanos dedicados al trasiego de precursores. https://www.mpf.gob.ar/procunar/files/2014/06/Segovia-TOF-4-San-Martin-Rey-de-la-Efedrina.pdf

Segovia fue condenado en Argentina a 14 años de prisión durante un juicio realizado en 2012 en San Martín, en el que fue considerado coautor del delito de “contrabando agravado por la participación de tres o más personas y por tratarse de sustancias que puedan afectar la salud”.

La sentencia fue confirmada en junio de 2016 por la propia Sala I, luego de rechazar los recursos de casación e inconstitucionalidad interpuestos por la defensa de Segovia y otros condenados en la misma causa, entre ellos el mexicano Jesús Martínez Espinoza; y como El Rey de la Efedrina había sido sentenciado a otros cuatro por el Tribunal Oral en lo Penal Económico Nº 2, por tentativa de contrabando de importación, finalmente se le fijó una pena única de 16 años, sentencia que fue confirmada en julio de 2018.

Lo cierto es que la carrera criminal de Segovia comenzó a tomar protagonismo cuando fortaleció la relación comercial con sus socios mexicanos para importar los ingredientes de la droga conocida como “crystal”.

La confesión del joven Alberto “D”, originario de Durango, radicado en la Causa No. 2560 abierta por el Poder Judicial de la Nación (PJN), relata la estructura en la que José Ángel “RS” desempeñaba las labores de jefe y operador financiero en la importación de efedrina.

“Alberto ‘D’ realizó seis viajes a este país, el primero de ellos entre los días 23 y 25 de julio de 2008… el sexto (último) el día 21 de noviembre de 2008, siendo luego detenido el 22 de noviembre de 2008, junto a Salvador ‘D’”, señala la causa.

Lo ligan a ruta del “crystal”

“El viaje que realizara entre el 6 y 8 de noviembre lo efectuó junto a José Ángel “RS”, ambos estuvieron alojados en el Hotel Ros Tower de Rosario, cuya estadía abonó Mario Roberto Segovia, y asimismo el último de los mencionados también había efectuado otros seis viajes, ello conforme resulta de la certificación de fs. 7502”.

Según el relato, la última vez que vio a José Ángel “RS” fue el 21 de noviembre del 2008, cuando ambos hombres se reunieron para celebrar negocios entre las organizaciones mexicanas y el grupo en Argentina:

“En el escrito que presentara agregado a fs. 11.700 y que solicitara integre su declaración de fs. 11.702, manifestó que sus viajes a la Argentina lo eran para reunirse con Mario Segovia, ‘toda vez que trabaja para un grupo inversor mexicano que se dedica a las inversiones inmobiliarias en México y estaban interesados en adquirir propiedades en Argentina como así también participar en la fábrica de DVD que Mario Segovia iba a poner en Rosario. Que el dueño del grupo es el señor José Ángel “RS”’…”, señaló la declaración.

Además, está el testimonio de otro mexicano detenido: “A fs. 11703/11704, se agregó el escrito presentado en el que solicitó sea incorporado a su declaración obrante a fs. 11705, y en el mismo también mencionó a Mario Segovia y a su empleador José Ángel ‘RS’ coincidiendo su contenido con el de Alberto ‘D’”.

Para fortalecer el caso, las autoridades argentinas interceptaron llamadas que comprobarían las negociaciones ilícitas en ese país.

El 22 de noviembre de 2008, la Dirección General de Argentina Sin Narcotráfico (SIN) intervino diversos teléfonos y radios con los que la organización criminal se comunicaba.

Los agentes detectaron la llamada entre dos hombres identificados como “Mario” y “Sebi”, quienes rentaron una habitación en el Hotel Ros Tower ubicado en el puerto de Rosario, Santa Fe. Ahí se hospedaban José Ángel “RS” y Alberto “D”.

La policía antinarcóticos también intervino comunicaciones en las que se hablaba de “la necesidad de adquirir bolsas marca Ziploc y una valija”. Así operaban los envíos en lo que se llamó el “Puente de la Efedrina”.

Entre noviembre de 2008 y abril de 2009, tanto en Argentina como en Paraguay, fue detenida toda la banda del Cono Sur, encabezada por Mario Roberto Segovia, su esposa Gisela Itatí Ortega, así como el contacto de los mexicanos Alberto “D”y Salvador “D”.

El nombre de José Ángel “RS” se llegó a mencionar todavía en 2018 durante los procesos judiciales que derivaron en la confirmación de condena contra Mario Roberto Segovia a 16 años de prisión; sin embargo, en México, tal parece que nadie sabía nada. 

Hace unos días escribía en esta columna sobre los niños huérfanos del narcotráfico. El menor que disparó en el Colegio Cervantes es una muestra de ello y de la violencia que se puede generar si no volteamos a ver a esos menores, sólo así se pueden evitar próximas historias como ésta.