“El Chapo”: entre cartas de amor y la traición de su compadre
Esta semana en el llamado Juicio del Siglo que se sigue en contra de Joaquín El ChapoGuzmán en la Corte Federal del Distrito Este de Brooklyn, Nueva York, las cosas se intensifican.
Ahora testificó Lucero Guadalupe Sánchez López, exdiputada del Partido Acción Nacional y amante del líder del Cártel de Sinaloa. Lucero contó de las cartas de amor de Guzmán Loera hacia ella y los encargos que le hacía de compra y venta de drogas.
Mientras tanto, El Chapo y su esposa, Emma Coronel, aparecieron vestidos exactamente iguales para dar un mensaje de estar juntos, pese a las declaraciones de la exlegisladora. La ropa que utiliza Guzmán en el juicio la compra Emma.
Ahora regresamos a la historia de amor y narcotráfico con Lucero, pero sin duda el testimonio más contundente de todos ha sido el de Dámaso López Nuñez, El Licenciado, quien declaró en contra de su compadre, mejor amigo y cómplice de vida.
Dámaso habló del lado sangriento de El Chapo y de favores que le fueron concedidos cuando estaba preso en Puente Grande, a cambio de miles de dólares y una casa. Recordemos que Dámaso estaba al frente del penal cuando Guzmán Loera escapó por primera vez de esta cárcel de máxima seguridad.
La participación de Dámaso estaba en duda debido a que el pasado 30 de noviembre fue sentenciado a cadena perpetua. Esto parecía una señal de lealtad a Guzmán Loera, ya que se especulaba que El Licenciado se habría negado a declarar contra su compadre.
Al tomar el puesto de testigo, Dámaso López Núñez hizo un pequeño gesto de respeto a Guzmán Loera; mirándolo, asintió con la cabeza y puso su puño derecho en el pecho.
El compadre reconoció haberle facilitado la vida en prisión, ya sea haciéndole llegar celulares o ropa, o concediéndole la visita de su entonces amante y posterior segunda esposa, Griselda López Pérez; de su cuñado, Marcelo Peña, y de su hermano Arturo.
También contó que El Chapo le había dado 50 mil dólares en efectivo, una casa y los gastos médicos de su hijo que sufrió un accidente, como pago a los favores cuando Guzmán estaba en prisión.
El Licenciado declaró que fue el responsable de conseguirle casas y ranchos a El Chapo, servir como contacto con servidores públicos que le informaban de operativos y de coordinar la logística del tráfico de drogas de Colombia a Sinaloa.
Junto al testimonio de López Núñez se presentó un video de casi cuatro minutos en el cual el líder del Cártel de Sinaloa y su compadre interrogan a Israel Rincón Martínez, El Guacho.
De acuerdo con El Licenciado, el video fue grabado en un rancho de su propiedad, ubicado cerca de Culiacán, Sinaloa, en 2008. Entre los presentes estaban no sólo Guzmán Loera y López Núñez; también estaban Los Chapitos: José Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
Los hechos se dieron en medio de la guerra que el Cártel de Sinaloa había emprendido contra sus exaliados y primos de El Chapo, los hermanos Beltrán Leyva.
Según Dámaso, El Guacho había contratado sicarios para los Beltrán Leyva, mismos que utilizaría en la guerra contra Guzmán Loera.
En la grabación, Rincón Martínez, quien aparece muy golpeado, dice que se vio en medio de ambos bandos y que fue Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, quien lo llamó para una reunión semanas después de la detención de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo.
En el encuentro lo presionaron para decidir un lado en medio de la guerra. “Arturo (Beltrán Leyva) me preguntó que con quién estaba, yo le dije que del suyo y del señor (El Chapo), pero me dijo que no, ‘aquí no va a estar con la prima (así se referían los Beltrán a El Chapo), usted está con nosotros o con nadie’”.
Luego, en una reunión en Cuernavaca, Morelos, en ese entonces bastión criminal de los Beltrán Leyva, le dieron dinero a El Guacho para que contratara sicarios y matara a El Chapo, El Mayo y a Ignacio Nacho Coronel.
Tras el interrogatorio, El Guacho fue asesinado.
En su testimonio, El Licenciado detalló los homicidios ordenados por su compadre cuando se encontraba en las montañas de Sinaloa. Entre estos, El Chapo mandó matar a Rodolfo Carrillo, hermano de Amado Carrillo, pues sus sicarios no le mostraban respeto.
Cabe señalar que, al inicio del juicio, el juez Brian Cogan pidió a la Fiscalía no centrarse en los presuntos homicidios cometidos u ordenados por El Chapo, dado que no es juzgado por homicidio, sino por narcotráfico.
Dámaso López expresó que, pese a haber sido sentenciado a cadena perpetua, espera que su colaboración en el juicio le ayude a ser recomendado para una reducción de sentencia.
Durante la declaración de Lucero Guadalupe, quien es la primera mujer que testifica en el caso, se veía decaída e intentó no hacer contacto visual con su exnovio. Reconoció que amaba al capo e incluso dijo que todavía tiene sentimientos hacia él. Por cierto, entre sus testimonios, Lucero Sánchez confesó haber concebido un hijo con el capo, a quien nombró Rubén.
Lucero Sánchez, quien fue la legisladora más joven de Sinaloa, se declaró confusa sobre la clase de relación que mantenía con el narcotraficante. “Hasta hoy todavía estoy confundida, porque pensé que era una relación de pareja”, dijo la exlegisladora ante la corte.
En cierto momento, Sánchez lloró durante su testimonio, situación que pareció disfrutar Emma Coronel, ya que sonrió con cierto dejo de satisfacción; incluso, cuando la llamada Chapodiputada salió de la sala sollozando con su micrófono de solapa aún encendido, Coronel se echó a reír.
El romance entre Joaquín Guzmán y Lucero Sánchez comenzó cuando ella tenía 21 años; pero la relación iba más allá, ambos trataban negocios criminales, principalmente el tráfico de mariguana; así quedó demostrado en una serie de mensajes que el FBI consiguió de las conversaciones entre ambos.
“¿Va bien el empaquetado, mi amor?”, le escribía El Chapo en enero de 2012 sobre el envío de droga en un bote; “¿cuántos hay en el paquete, amor?”, añade Guzmán; “10 kilos, amor”, responde Lucero. Pero también se presentaron mensajes en donde Guzmán Loera amedrentaba a Lucero, quien asegura que nunca recibió un peso por los encargos que le hizo Guzmán.
Esta semana también declaró Víctor Vázquez, agente de la DEA, quien aseguró que Lucero estuvo en la misma casa de El Chapo cuando éste casi fue capturado en 2014.
Sobre este tema, Lucero Sánchez reconoció que sí se encontraba con El Chapo, desnudos en la cama, cuando irrumpieron los marinos en la casa, por lo que tuvieron que huir en paños menores.
Tras la segunda captura de El Chapo, Lucero Sánchez cometió el error de visitarlo en el penal de El Altiplano con una identificación falsa; fue detenida, sin embargo, la liberaron porque no había suficientes pruebas.
Al salir de prisión denunció que sufrió amenazas de muerte por parte de los enemigos del Cártel de Sinaloa y anunció su intención de solicitar asilo político a Estados Unidos.
Al huir a tierras estadounidenses fue detenida en el puente internacional que une a Tijuana con California, acusada de conspiración y narcotráfico.
Actualmente está a la espera de recibir sentencia, que rondaría los 10 años de prisión, aunque esta pena podría cambiar a su favor gracias a la colaboración con las autoridades estadounidenses.
Como le comentaba, frente al jurado también testificó Víctor Vázquez, agente de la DEA, que estuvo a cargo de las operaciones para capturar tanto a Joaquín El Chapo Guzmán, como a Ismael El Mayo Zambada García.
Fue él quien, la madrugada del 22 de febrero de 2014, luego de que a las cuatro y media de la mañana Joaquín Guzmán Loera fuera capturado en un hotel de Mazatlán, Sinaloa, por elementos de la Marina y la DEA, identificó que, en efecto, era El Chapo.
Vázquez, a cargo de la operación, recibió el código “777 Confirmado Vic” de parte de los marinos, que significaba que habían encontrado y detenido al capo. Los marinos desconocían la apariencia de Guzmán, por lo que pidieron a Vázquez que efectuara el reconocimiento del hombre que tenían retenido de rodillas: “¡Eres tú!”, dijo el agente.
Y con todos estos testimonios, la evidencia de la Fiscalía en contra de Guzmán Loera es cada día más contundente.