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El cierre de Fausto Vallejo

 

Ayer, Fausto Vallejo anunció que deja el gobierno de Michoacán por motivos de salud. La Presidencia de la República sostuvo en un comunicado que el ya ex gobernador “requerirá de un tratamiento permanente y continuado”, y que por lo mismo no quería obstaculizar el desarrollo de Michoacán y de los michoacanos.

En poco más de dos años dejó su cargo para atender sus problemas de salud. En abril del 2013 solicitó al congreso estatal la primera licencia de tres meses, y en julio pidió una ampliación de seis meses. En ese periodo se sometió a una operación de hígado.

Pero la salud no es el único problema de Fausto Vallejo.

Durante ese tiempo, el entonces gobernador dejó como interino a su secretario de gobierno, Jesús Reyna, quien hoy está recluido en la prisión federal de El Altiplano, acusado de nexos con el crimen organizado.

Fausto Vallejo recuperó Michoacán para el PRI después de 10 años. La gente estaba harta de tener una situación tan grave de seguridad en el estado, primero con La Familia Michoacana y ahora con Los Caballeros Templarios. El gobierno de Leonel Godoy fue un desastre en temas de seguridad, pero las cosas con Vallejo no mejoraron. Continuó la violencia, el crimen organizado se empoderó y, como les decía ayer, empezaron otros negocios alternos al de la droga, como el tráfico de hierro.

Pero el capítulo más grave para Vallejo, sin duda, ha sido la fotografía de su hijo Rodrigo reunido con Servando Gómez La Tuta. A su hijo menor se le ha vinculado con el crimen organizado desde hace años. Su presunto nombre clave dentro de Los Templarios es El Gerber.

Según testimonios de pobladores de Morelia, este joven siempre utiliza automóviles de lujo, relojes ostentosos y está armado.

La senadora panista Luisa María Calderón, también acusó al hasta ayer gobernador de Michoacán de tener un hijo vinculado con el crimen organizado.

Hace unos días, y seguramente como justificación de la foto en la que aparece Rodrigo Vallejo con Servando Gómez La Tuta, Vallejo declaró que su hijo había sido levantado por el crimen organizado cuando estuvo de licencia para tratarse los problemas de salud. La pregunta es: ¿por qué no declaró nada en ese momento? ¿Por qué esperar a que aparezcan esas fotografías para hacer la denuncia?

La situación de seguridad en Michoacán llegó a tal grado de deterioro que el Gobierno Federal tomó el control del estado, y nombró a Alfredo Castillo Cervantes como Comisionado para atender el problema.

Con la renuncia de Fausto Vallejo, según la Constitución de ese estado, el congreso de Michoacán deberá elegir, por una mayoría de dos terceras partes, a un gobernador sustituto que concluya el periodo, hasta las próximas elecciones federales.

Es una pena que un hombre que tuvo una carrera política tan importante en su estado (presidente estatal del PRI, regidor, y en cuatro ocasiones alcalde de Morelia) y después haber recuperado el estado para el PRI, termine siendo cuestionado por la cercanía que parece tener su hijo con el narcotraficante más importante del estado. Y como dice el Maestro Raúl Quintanilla: “La gente siempre será recordada por sus cierres”.

Y Fausto Vallejo cerró muy mal su carrera política.

bibibelsasso@hotmail.com
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