
“El desarrollo urbano y la densidad poblacional influyen en microsismos”
Preocupan daños en edificios antiguos: ingeniero
El especialista explica que un nuevo dispositivo que se instalará en Mixcoac-Plateros permitirá estimar el tamaño de las fallas sísmicas; observa otra en Barranca del Muerto
A finales de diciembre del año pasado se sintieron varios microsismos de gran intensidad en la Ciudad de México. Poco después decenas de microsismos se han percibido con una magnitud de entre 1.2 y 2.8.
Se han hecho estudios muy profundos para detectar cuál ha sido la causa, hoy se sabe que hay una falla sísmica. La mayor cantidad de microsismos se deben a la falla geológica en la zona de Mixcoac.
Para medir a fondo el comportamiento de estos movimientos telúricos, el Instituto de Ingeniería Sismológica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, comenzó con los trabajos para la instalación del dispositivo que quedará en las profundidades del Parque El Molino. Para ello, utilizan una grúa de 100 metros, que perforará el suelo.
Platicamos con el doctor Leonardo Ramírez Guzmán, coordinador de Ingeniería Sismológica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, y quien se está encargando de trabajar en la instalación de un Sensor de Monitoreo Sísmico en la zona de MixcoacPlateros.
Este aparato servirá para medir el comportamiento del suelo en la zona cercana a la falla, por lo que se está colocando en el cruce de calle Molinos y Periférico.
LEONARDO RAMÍREZ GUZMÁN (LRG): En este momento estamos terminando la obra civil, es decir, la perforación y todas las obras alrededor de la perforación para instalar un sensor de aceleración a 100 metros. De hecho, la profundidad a la que llegamos fueron 106 metros. Se va a instalar un equipo que nos va a servir para medir el movimiento a esa profundidad y poder tener localizaciones; es decir, la ubicación donde están generándose los sismos, para tener una imagen más clara de la forma que tiene la falla, en específico el segmento Plateros Mixcoac, que es parte de este sistema más grande que es la falla de Mixcoac y unsistema más grande que son el conjunto de fallas en el poniente de la ciudad.
BIBIANA BELSASSO (BB):¿Por qué es novedoso este equipo que están instalando?
LRG: La instalación como tal nos va a permitir reducir los niveles de ruido. ¿Qué es esto de niveles de ruido? Es la contaminación que provoca tanto las personas como el movimiento de los carros y nos permite leer con mucha certeza las propiedades, la señal que se está registrando.
BB: ¿Estos aparatos de dónde son?
LRG: Son americanos, son sensores de aceleración de pozos. La diferencia en este caso es que lo instalamos a profundidad y éste y otro equipo que tenemos en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes son los instrumentos más profundos de la Ciudad de México. No hay otros equipos más profundos que estén midiendo el movimiento y con éstos vamos a poder ver perfectamente o con menos incertidumbre, digámoslo, la ubicación del origen de los sismos y poder dibujar esta falla.
BB: ¿Cómo se ha comportado esta falla después de los microsismos fuertes de finales del año pasado?
LRG: Bueno, hemos tenido muchísimos sismos pequeños, el recuento que llevábamos hasta principios de este año era poquito más de 60 sismos, microsismos como les hemos llamado, digamos que pudimos grabar y ubicar perfectamente. ¿Qué hemos visto? Bueno, que en las últimas fechas hemos tenido poca actividad, afortunadamente no sabemos, no tenemos certeza nunca de si esta etapa en la que se presentaron los sismos ya paró o va a continuar. Entonces no podemos decir en este momento que ya estamos del otro lado. Vamos a monitorear. Lo que sí hicimos es hacer una instalación importante de equipo. Tenemos, además de este equipo que se está terminando de instalar. Estamos haciendo 25 estaciones, de las cuales ya tenemos operando 13, más cuatro más, 17 en total, estar monitoreando la zona. En las próximas semanas completaremos esa malla de cinco por cinco en un radio de aproximadamente dos de cinco kilómetros alrededor de los cuerpos. Esto es para que podamos tener todavía más certeza dónde están y estimar las propiedades del suelo.
BB: Vienen a México equipos muy sofisticados para trabajar en esta falla sísmica.
LRG: Vamos a tener un equipo que nos va a permitir monitorear a precisión los movimientos. Ya está en camino, en un par de meses ya estará aquí y vamos a empezar a hacer esa tomografía a toda esa zona.
BB: Hace meses me explicabas que había seis fallas geológicas detectadas tan sólo en la Ciudad de México. ¿Están trabajando en estas seis fallas geológicas? ¿Se ha detectado alguna otra nueva?
LRG: Bueno, el foco de nuestro proyecto en este momento es el segmento a la zona de Plateros-Mixcoac, pero tenemos presente las extensiones que se han observado y que también nosotros habíamos ya detectado en Barranca del Muerto, en San Antonio.
BB: En la UNAM se han especializado desde hace años en los sismos.
LRG: Sí, en realidad es una de las áreas fuertes de México, en específico de la UNAM tenemos desde la parte muy científica comprender perfectamente la sismicidad, el tema de sismos lentos que han traído a colación mis colegas de geofísica, pero también hay una parte bien interesante y sobre todo que impacta a la sociedad, que es el tema de la ingeniería sísmica, donde nos preocupa, sobre todo, entender qué le va a pasar a las edificaciones. Lo que estamos haciendo en el Instituto de Ingeniería es estudiar cuáles son las zonas sísmicas más vulnerables.
BB: ¿Qué podemos esperar de esta zona sísmica Mixcoac- Plateros?
LRG: Pues es incierto. Lo único que podemos ver con esos estudios es estimar los tamaños de las fallas, dar en términos probabilistas cuáles serían las sacudidas más grandes que se pueden esperar y cruzarlo con la información de los edificios para poderle decir a la gente: “Bueno, hay probabilidad de que podamos tener algún daño aquí o allá, hay que poner atención”.
Es muy difícil porque los sismos no se pueden predecir, entonces estamos a expensas de algo muy incierto, pero que podemos con ciertos métodos probabilistas acotar, es decir, determinar que aquí lo más probable es que la sacudida sea de este tamaño o de aquel tamaño, y para eso estamos trabajando en conjunto.
BB: ¿El desarrollo urbano ha influido en algo?
LRG: Sí, definitivamente. El desarrollo urbano y la densidad poblacional influyen mucho. Una de las cosas que nos preocupa es que este tipo de movimientos o microsismos puedan generar, tal vez no daños a gran escala en todas las construcciones, pero sí en aquellas que ya puedan tener alguna vulnerabilidad debido a su antigüedad o falta de mantenimiento. Es muy importante que todos estemos conscientes y preparados para cualquier eventualidad. Estamos aquí para apoyar y seguir investigando para el bienestar de todos.
Estaré de vacaciones, pero nos volvemos a encontrar en estas páginas el próximo jueves. Disfruten mucho esos días de Semana Santa.