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El drenaje colapsado

¿Se imagina que su casa esté inundada con aguas negras? ¿Que su escusado, en vez de llevarse el excremento, lo regrese a su hogar? ¿Que no le sirvan las botas de lluvia porque el nivel de agua es más alto? ¿Que en este foco de infección tenga que cocinar, dormir y cuidar a sus hijos?
Así viven desde hace más de un mes, decenas de habitantes de Chalco, Estado de México.  Los vecinos no han podido dejar sus hogares, no tienen adónde ir, pero, además, la seguridad se acaba al caer el sol, cuando se retiran las fuerzas de seguridad que resguardan la zona, así que tampoco pueden dejar sus pocas pertenencias. Muchos que tienen dos pisos en sus hogares, se han instalado en el piso de arriba, a pesar de la inundación.

Fueron años en que las autoridades no trabajaron en la limpieza y el desazolve del drenaje como deberían. No es ni remotamente la primera vez que se inunda la zona, pero pasan los días y la situación sólo tiende a empeorar.

Los vecinos aseguran que sólo se realizan trabajos de limpieza. No se ha hecho un trabajo a fondo de desazolve de las alcantarillas ni han hecho mejoras a mediano y largo plazo en el colector.

Chalco ha padecido los estragos de las lluvias y 22 colonias siempre están en peligro latente, pero nunca se había colapsado el drenaje como ocurrió este año.

El viejo colector Solidaridad no tiene capacidad, y el nuevo aún no está terminado. En noviembre del 2022, autoridades municipales y estatales dieron el banderazo de salida a las obras para ayudar a evitar crisis por inundaciones en la zona, a través de un nuevo colector Solidaridad I, y los trabajos se extenderían a otros dos más.

Esta red fue presupuestada con 115 millones de pesos con recursos federales y estatales, constaría de un kilómetro de tubería nueva de más de dos metros de diámetro para el desagüe residual de las 22 colonias.

Pero los habitantes de Chalco llevan casi dos años esperando a que los trabajos de este proyecto terminen.

El colector consta de cinco lumbreras, ubicadas en la calle Oriente 34, en la colonia Unión de Guadalupe, de las cuales tres llevaban más de un año abandonadas y las dos principales estaban detenidas porque la maquinaria llamada “tuneladora”, encargada de perforar el suelo, estaba en mantenimiento.

Los tubos de concreto de 2.40 metros de diámetro, traídos desde Morelos, estaban abandonados en la calle Norte 19, a un lado del deportivo Campo Cinco.

A pesar de la urgencia de brindarle una solución para que estas colonias no se inunden de aguas negras, el  proyecto tiene poco avance. Incluso  en algún momento fue suspendido debido a un litigio por los trabajos subterráneos que cimbraron decenas de viviendas, 24 de ellas presentan daños mayores, que van desde hundimientos, fisuras, separación de muros, grietas y hasta bardas vencidas.

La mayoría de los habitantes asegura que no está bien hecha la obra, ya que por ejemplo, en los planos mantiene un tramo del drenaje abierto. Lo que se necesita es hacer una obra bien hecha, donde se pueda captar el agua.

Los ingenieros encargados de la obra explicaron en su momento que faltaban recursos, que se necesitaban refacciones para dar mantenimiento al colector y que las piezas tenían que comprarse en el extranjero, porque aquí no las había, además, justificaban el retraso de la obra por los cambios de gobierno a nivel municipal y estatal.

Pero además, en la proyección de las obras las autoridades no tomaron en cuenta que el viejo colector no podría unirse con el nuevo, debido al nuevo trolebús Chalco-Santa Martha.

Este problema se agrava con la basura que tiran los habitantes y que se va a un drenaje, ya de por sí con poca capacidad. Más de 500 toneladas de basura en el Colector Solidaridad fueron las que generaron un tapón, lo que sumado al hundimiento en la zona, impidió la liberación del agua acumulada y eso abonó al desbordamiento de aguas negras.

Tras las inundaciones, el compromiso es terminar los trabajos en octubre, no especificaron si será con los 115 millones de pesos presupuestados en un inicio o si se invertirá en un monto extra para una obra que estuvo detenida por casi dos años.

Urge hacerlo. No se pueden tener a miles de familias bajo aguas negras.

Ingenieros de la UNAM estiman que en Chalco habitan más de 400 mil personas y que la situación en esa zona es muy compleja, debido a la densidad demográfica que se tiene. Están estudiando y evaluando modificar el proyecto de los colectores II y III para hacer un túnel más profundo y más amplio que permita desfogar el agua.

Los especialistas aseguran que el colector debe tener una pendiente para que corra y desfogue el agua, pero por el hundimiento se perdió esa inclinación. Y está el problema de fracturas en el terreno y una lluvia con más de 160 milímetros de agua que no se había registrado en al menos 10 años en esta zona.

Son miles de viviendas afectadas, muchas familias que no sólo han perdido la mayoría de sus pertenencias, sino que su salud y la de los suyos están en riesgo.