El estrés mata más que el crimen
Las últimas semanas del año pasado me empecé a sentir fatal. Fue, sin duda, el cúmulo de estrés que viví, la cantidad de trabajo y todo lo que tuve que hacer. Les aseguro que la gran mayoría de ustedes se sintieron así. Vivimos cada día en un mundo con mayor complejidad y competitividad. Y esto literalmente está afectando nuestra salud.
Estos días de descanso sirvieron para reflexionar y estudiar que realmente el estrés está mermando nuestra calidad de vida. Apenas tuve tiempo de ver el documental One Nation Under Stress: the documentary lifting the lid on American anxiety.
El trabajo transmitido por la cadena HBO revela un problema que no sólo sufre la Unión Americana, sino que bien podría aplicarse en varios países del mundo, incluyendo por supuesto a México. Se demuestra cómo la ansiedad es el origen de diversas enfermedades y fenómenos que llevan inevitablemente a la muerte.Es el Dr. Sanjay Gupta, uno de los médicos más reconocidos en Estados Unidos, quien se adentra y analiza el vínculo entre el estrés y la continua caída de la esperanza de vida en Estados Unidos.
De acuerdo con la investigación, en los años 60 Estados Unidos tenía una de las tasas de vida más altas en el mundo; sin embargo, actualmente está por debajo de otras naciones desarrolladas.
Y es que de acuerdo con las investigaciones del Dr. Sanjay, existe un vínculo muy estrecho entre la disminución de la esperanza de vida y la sociedad cada vez más estresada.
Para Gupta, el estrés puede desencadenar una serie de eventos más estresantes aún, debido a que padecerlo de manera continua crea una reacción en cadena, lo que afecta severamente la salud y nuestro bienestar general.
Diversos estudios han demostrado que el estrés es un factor agravante en enfermedades cardiacas, diabetes y problemas de salud mental, lo que conlleva al uso desmedido de drogas, así como a casos de suicidios.
El trabajo revela que las personas de edad media tienen el mayor incremento en las muertes por desesperanza; además encontraron que este grupo tiene las mayores cifras por sobredosis por opioides, así como suicidios y cirrosis hepática.
¿Pero que causó esas muertes por desesperación? El documental parece revelar el fondo del problema.
En este espacio le hemos hablado sobre la crisis que existe en la Unión Americana por el uso de opioides, pero poco se ha hablado de la razón por la que ciudadanos estadounidenses consumen cada vez más estas drogas.
Gupta se pregunta ¿por qué la gente está tomando tantos opioides? Por una parte, está la prescripción, por otra, volverse adicto, pero también hay demasiadas personas muriendo por un alto consumo de bebidas alcohólicas y suicidio.
Denomina muertes por desesperanza aquellas que tienen que ver con cirrosis hepática, sobredosis de drogas y suicidio. Fallecimientos que parecen ser un problema derivado de una sociedad estresada.
Para el neurocientífico Robert Sapolsky, las hormonas de estrés que secretamos corresponden a los mismos químicos de algunos animales, como lagartos, peces o aves. Ejemplifica que 9% de las bestias vive tres minutos de crisis cuando alguien está intentando comerte o “tú” estás intentando comerte a alguien.
Estos días estuve en África, viendo cómo se comportan los animales en la naturaleza. Éstos viven relajados prácticamente todo el tiempo, excepto cuando sufren estrés o cuando se preparan para cazar o escapar de un depredador. Estos momentos de adrenalina y de estrés profundos son los que salvan la vida, pero después regresan a la calma.
El gran problema de los seres humanos es que vivimos en ese estado de alerta y de tensión prácticamente todo el tiempo, y ese estrés es el que está detonando que nuestra calidad de vida esté mermada.
Por ejemplo, si una cebra es perseguida por un león su cuerpo reacciona y se incrementan la frecuencia cardiaca, la presión arterial y respiración, “apagas todo lo que no es esencial” para darle energía a los músculos; pero una vez que “escapas”, todo regresa a la normalidad.
Sin embargo, muchos seres humanos vivimos en ese constante estrés, que si sólo se utilizara en momentos críticos nos salvaría la vida, el estrés como tal no es malo, el problema es la constancia del estrés tóxico el que está matando a la gente.
Lo que también se muestra en el documental es que las sociedades que tienen una vida familiar y social activas, son más longevas y con mejores calidades de vida. Poder compartir tiempo y risas con la gente que quieres y sentir que perteneces a un grupo de personas es muy favorable para la salud y la vida.
En México, todavía tenemos en muchos casos, familias y amigos que comparten con nosotros y nos hacen reír. Eso beneficia, y mucho, la calidad de vida.
Pero cada día estamos más estresados. Estrés psicológico que es muy corrosivo y mucha gente quiere una pastilla para mejorar, medicamentos para la ansiedad, lo que ha llevado a que cada día casi 50 norteamericanos mueran por analgésicos de prescripción. Y en México también hay un incremento importante en el consumo de drogas legales para controlar el dolor, la ansiedad o el estrés.
Se calcula que cerca de 218 mil personas han muerto en Estados Unidos en las dos últimas décadas, debido al consumo de derivados del opio y sus versiones sintéticas, drogas legales, que muchas veces son prescritas por los médicos tratantes.
Las mayores farmacéuticas y distribuidoras de Estados Unidos saturaron al país con opioides, como oxicodona e hidrocodona entre 2006 y 2012, tiempo en el que vendieron 76 mil millones de estas píldoras en esos años, según datos de la DEA.
El doctor Gupta asegura que “la única población de personas en el mundo desarrollado, cuya esperanza de vida sigue bajando (mientras que) las tasas de mortalidad aumentan, es la clase trabajadora blanca en los Estados Unidos (…) Y el factor unificador fue este nivel tóxico de estrés».
Un estudio en Inglaterra también muestra que el estrés causa enfermedades cardiacas, sobre todo en sociedades con estatus elevado, lo que revela un vínculo entre las circunstancias sociales y la salud; y es que las expectativas rotas son el factor.
Otro factor son las redes sociales y la presión que ejerce sobre los jóvenes, lo que provoca un estrés constante que no pueden manejar.
Yo les deseo que este año que empieza, podamos trabajar mucho, tener grandes retos, resolver los temas familiares, pero hacerlo de una manera consciente.
Tenemos que controlar vivir constantemente bajo estrés tóxico.
Está comprobado científicamente que vivir bajo tanta angustia afecta severamente nuestra salud y calidad de vida.
Y de paso hay que tener tiempo para la familia y los amigos; convivir y ser felices. Eso es una gran medicina.
Que este 2020 esté repleto de trabajo, felicidad y si controlamos el estrés tendremos, sin duda, una mucho mejor calidad de vida.