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El nuncio pederasta

 

El Papá Francisco ha comparado la violencia de un sacerdote contra un niño o una niña con una misa negra. “Es un verdadero sacrilegio”, dijo en un vuelo de regreso a Roma, de su viaje a Tierra Santa el pasado 26 de mayo.

Pero nuevamente en la Iglesia católica hay un escándalo de pederastia. Ahora el ex nuncio del Vaticano en República Dominicana, Josef Wesolowski, fue acusado de abusar de menores y pagar por tener sexo con ellos durante su estancia en ese país, del 2008 al 2013.

El escándalo fue descubierto por un reportaje del programa de investigación de la periodista Nuria Piera, transmitido por los canales de televisión 9 y 37 de República Dominicana, en el que se aseguraba que Wesolowski pagaba para sostener relaciones sexuales con menores.

En cuanto se divulgó la información, el cardenal dominicano Nicolás de Jesús López Rodríguez, informó que le había comunicado de este asunto al Papa Francisco.

Tras difundirse esa información en 2013, el nuncio fue destituido del cargo para que iniciara la investigación formal. Se le quitaron todos los privilegios que tenía como sacerdote y se le redujo a estado laical.

Al momento de las acusaciones era nuncio, o sea un embajador del Vaticano, y por lo tanto tenía fuero diplomático. Se le retiró de inmediato para empezar las investigaciones en la Santa Sede. Al mismo tiempo se impusieron las medidas de restricción correspondientes, pero además, el propio Wesolowski confesó haber asistido a una playa famosa para solicitar tener relaciones con menores y pagar por ello.

El Papa Francisco ha sido muy firme en este caso y solicitó que la oficina investigadora tuviera bajo arresto domiciliario a Wesolowski, dentro de la Ciudad del Vaticano durante la investigación.

Y, como es ciudadano del Vaticano, cuando se supo de su culpabilidad estuvo preso ahí, en una cárcel muy pequeña para personas que cometen delitos graves. Además, se podría aceptar una solicitud y orden de extradición para procesarlo en República Dominicana, donde cometió los delitos, o en Polonia, donde también tiene acusaciones pendientes. El ex nuncio confronta dos procesos, el del clero y el civil.

Los cercanos al Papa afirman que éste quedó muy impresionado al leer el expediente de Wesolowski y se expreso así: “Un sacerdote que hace esto traiciona el cuerpo del Señor, por que este sacerdote debe llevar a este niño, a esta niña, a este chico, a esta chica, hacia la santidad; y este chico, esta chica confían en él, y en lugar de llevarlos a la santidad, abusa de ellos. ¡Es gravísimo!”

Francisco ha sido muy enérgico en este caso, sobre si se le compara con los ocultamientos de casos de pederastia, divulgados durante las últimas dos décadas. Y ha sido coherente con el arresto de su ex representante en República Dominicana. Lo ha hecho sin ánimos justicieros, pero con determinación. Sobre todo, sin privilegios.

El Papa está haciendo lo que no hicieron sus predecesores ante éstos. Atacando de frente este tema tan doloroso dentro y fuera de la Iglesia, pero castigando a los responsables. Hoy el nuncio que cometió abuso contra niños está en arresto, y en los próximos meses se podría llevar a cabo su extradición, si así lo solicitan República Dominicana o Polonia. Y podría pisar la cárcel en los lugares donde cometió los delitos. Sin privilegio alguno por haber formado parte de la élite del Vaticano.

bibibelsasso@hotmail.com
Twitter: @bibianabelsasso