El robo del helicóptero
Y cuando pensamos que ya nada más extraño puede suceder en México, la realidad siempre nos sorprende.
Hace una semana se robaron un helicóptero del hangar “G” del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), un artefacto de más de mil 400 kilos que para salir de la terminal tuvo que tener autorización de algún controlador.
¿Quién autorizó ese despegue, en un aeropuerto internacional en donde se coordinan operaciones por segundo, para no provocar ningún accidente?
¿Cómo no se detectó desde los radares?
Se trata de un Bell 203 B3, Jet Ranger, con la matrícula XB-JSR, que desde el 3 de agosto desapareció, pero del que se levantó denuncia formal este lunes 8 de agosto, en un ministerio público de la alcaldía Venustiano Carranza.
No es poca cosa, hablamos de una aeronave que era utilizada como transporte privado de manera constante, y que en el deber ser cuenta con una bitácora de entradas y salidas.
Uno de los empleados informó a la esposa del propietario, Guadalupe “N”, que el helicóptero no estaba en el hangar con la empresa que lo resguardaba, a la cual el dueño pagaba.
La mujer dijo a las autoridades que por el resguardo de la aeronave existía un adeudo, debido a que su esposo, Jesús Silvestre, estaba desaparecido desde hace más de un mes y medio; sin embargo, aclaró que éste ya había sido cubierto en su totalidad.
Jesús es piloto y fue reportado como desaparecido cuando estaba en el municipio de Temixco, Morelos. Su ficha describe a un hombre de 1.74 metros de altura, complexión robusta, piel morena y con una cicatriz en la frente.
Se sabe que el hombre pudo regresar a su casa días después, aunque trascendió que habría sido privado de la libertad.
Respecto al robo de la aeronave, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, indicó que al ser el aeropuerto una zona federal, le corresponde a la Fiscalía General de la República (FGR) llevar a cabo las investigaciones pertinentes, aunque no descartó que autoridades capitalinas estén trabajando en el caso.
Incluso, el mismo lunes 8 de agosto, la fiscalía capitalina indicó que abrió una carpeta de investigación por el robo del helicóptero, aunque la indagatoria está en manos de la FGR.
La terminal más importante de México es atractiva para los grupos criminales, quienes buscan introducir o enviar droga a otras partes del país o fuera de él.
De esta historia todavía hay mucho por descifrar.
Pero el AICM no es la única terminal en la que han robado alguna aeronave, en abril del año pasado se realizó el reporte del robo de una avioneta Cessna TTX 2014, la cual fue sustraída de las instalaciones del Aeropuerto Internacional Roberto Fierro Villalobos, en Chihuahua.
La aeronave tiene un valor aproximado a los 14 millones de pesos. Dos sujetos no identificados ingresaron al patio del aeropuerto y subieron a la aeronave, donde posteriormente utilizaron la pista y escaparon del lugar.
Mientras que hace dos años, un jet se estrelló en Guatemala provocando la muerte de dos personas. Resultó que la aeronave de marca British Aerospace con matrícula XB-PYZ fue robada el 22 de septiembre de 2020, por tres hombres que se hicieron pasar por mecánicos y que, según el reporte de seguridad, darían mantenimiento al avión tipo Hawker 800, que se encontraba en un hangar privado del Aeropuerto Internacional General Mariano Matamoros, en Temixco, Morelos.
Recordemos que ese aeropuerto tiene antecedentes de que ha sido utilizado por muchos narcotraficantes.
Los hombres solicitaron recargar combustible y movieron la aeronave a la pista, para luego despegar sin autorización, por lo que se activaron los protocolos de búsqueda y se pudo identificar que el avión salió del territorio mexicano.
En tanto, el Ejército de Guatemala reportó el desplome del avión Hawker 800, que se accidentó antes de aterrizar en una pista clandestina en una zona montañosa.
Y a nivel internacional, existen casos que han sorprendido como el de Richard Rusell de 29 años, quien trabajaba en el área de equipaje del aeropuerto de Seattle. En agosto de 2018, se robó un avión de Alaska Airlines.
En las grabaciones de control de tráfico aéreo, se puede escuchar a Rusell hablando con los controladores, que intentaban persuadirlo para que realizara un aterrizaje seguro, sin embargo, les confesó que estaba en bancarrota y con un pie casi en la cárcel.
Dos aviones caza salieron después de unos minutos con la intención de obligar al joven a descender, pero tras una hora y media de vuelo, Russell estrelló intencionalmente el avión en una isla a unos 50 kilómetros de distancia, perdiendo la vida en el acto.
No tenía experiencia en vuelos, sólo había visto videos de cómo hacerlo, y sabía los protocolos que existían en la pista de aterrizaje.
Pero sin duda el vuelo más intrigante en la historia aeronáutica se dio el 24 de noviembre de 1971, un vuelo se dirigía desde Portland a Seattle. Era el vuelo 305 de la Northwest Orient Airlines, de poco más de 35 minutos, en ese entonces con 36 pasajeros, entre ellos iban Dan Cooper, quien ya en pleno vuelo le entregó a la azafata un papel, su exigencia eran cuatro paracaídas y 200 mil dólares, casi 1.5 millones actuales, o detonaría una bomba.
El resto de los pasajeros nunca se percató de lo ocurrido, tras dejarlos bajar y recargar combustible, retomó el vuelo, el destino era la Ciudad de México, sólo con la tripulación.
Con una hora de navegación, la cabina se despresurizó, el comandante y su gente se dieron cuenta que Cooper, con el bolso lleno de dólares atados a su cintura se lanzó hacia el vacío y nunca más se supo de él.
Las pesquisas siguieron por años, pero hasta la fecha el paradero de ese hombre es desconocido, al igual que el dinero, lo que sí cambió fue el protocolo de seguridad en los aeropuertos del vecino país.
Porque un año después, en 1972, en Estados Unidos hubo otros 15 hombres que intentaron imitar este modus operandi, pero ninguno lo consiguió.
Y por supuesto, la historia que ha cambiado la vida contemporánea, los ataques a las Torres Gemelas en el 2001, que se hicieron con el secuestro de 4 aviones.