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El secuestro de una mamá, la imprudencia

Se está cumpliendo una semana desde que el pasado lunes 25 de marzo un niño de cinco años fuera abandonado en la lateral del Anillo Periférico, a la altura del centro comercial Perisur, al Sur de la Ciudad de México.

 

Su madre sigue sin aparecer. Todo indica que este caso se trata de un secuestro. Fue levantada por un grupo de hombres que se introdujeron en su automóvil cuando regresaba de su trabajo. Es una funcionaria del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex).

El pequeño estuvo horas esperando a que supuestamente llegara su padre, como le habían dicho los hombres que allí lo abandonaron. Era ya muy tarde y unas personas que pasaron junto a él se dieron cuenta que lloraba y estaba solo, por lo que dieron aviso a las autoridades.

Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, adscritos al sector Universidad, se acercaron al menor para conocer su situación. El niño, que dijo que tenía cinco años, fue llevado a la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes para su protección.

Al llegar a la fiscalía se le practicaron exámenes médicos que revelaron que su estado de salud es bueno. Los exámenes psicológicos demuestran que es un pequeño cuidado y que no sufre de violencia intrafamiliar.

De acuerdo con testigos, un automóvil blanco se detuvo en dicha avenida y de la puerta trasera descendió el menor, vestido con una sudadera azul marino, pants azul cielo y tenis con estampado del Hombre Araña.

El niño asegura que a su madre se la llevaron unos señores y que ella trató de defenderse.

El miércoles pasado las autoridades de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) avisaron que tras las investigaciones realizadas por la Fiscalía para la Atención al Delito de Secuestro y en la Especializada en la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas, se logró identificar la última conexión del celular de María del Rosario Fabián Montiel (madre de Bruno) en la zona boscosa de la alcaldía de Magdalena Contreras.

“Hemos seguido el teléfono de la mamá, el último dato, no sé si tengamos uno más reciente, es que el teléfono la última vez que lo prendió estaba en la zona boscosa de La Magdalena Contreras; recibimos a la familia, a la hermana, ella fue la que presentó la denuncia. Ya se le entregó al menor una vez que fue analizado con psicólogas y demás, se vio que había seguridad para el niño para que no permaneciera al resguardo de la Procuraduría”, aseveró la titular de la PGJ, Ernestina Godoy Ramos.

La funcionaria confirmó que la víctima es empleada del Sistema de Aguas de la Ciudad de México y que viajaba con su hijo en un vehículo oficial de esa dependencia, el cual, hasta el momento, no ha sido localizado.

Pero además se dio a conocer que el vehículo en el que viajaba, una camioneta del Sacmex, tenía GPS y que éste estaba siendo rastreado primero en Oaxaca y luego en Guerrero.

Le pregunté a Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organzación Alto al Secuestro, su visión acerca de este caso.

“Me parece que ha sido un secuestro muy mal manejado por las autoridades. No han asesorado a la familia. Normalmente cuando pasa esto alguien toma las riendas, se establece un comité y aquí todos los familiares han hablado por su cuenta y las autoridades han dado también demasiada información. Esto pone en riesgo la vida de la persona secuestrada”, nos dijo.

La camioneta llevaba un geolocalizador y las autoridades dieron a conocer esta información.

“Cuando sale esta información lo que hicieron las personas que se llevaron la camioneta con la señora fue mover la camioneta de Oaxaca. Yo tuve comunicación con el fiscal para pedir apoyo, porque la familia nos solicitó ayuda, y nos dicen que movieron de inmediato el vehículo porque aquí en México ya habían revelado que la camioneta estaba en Oaxaca. La camioneta se desplazó a Guerrero y eso también lo revelaron.

“La procuradora Godoy también dijo que en la geolocalización del aparato de la señora había señal y que estaba en Huitzilac. De esta forma se está poniendo en riesgo la vida de la persona, por no manejar la información de manera confidencial”, añade Miranda de Wallace.

La activista asegura que cuando un caso de secuestro se vuelve público es mucho más difícil para los secuestradores hacer las llamadas para solicitar el rescate, y es probable que ésa sea la razón por la cual nadie se ha comunicado con la familia.

“Cuando un caso se hace público, los secuestradores toman decisiones equivocadas. Ojalá que la regresen pronto y bien”, agregó.

Se dijo que podría tratarse de un tema personal, pero la señora Miranda de Wallace considera que es difícil que este caso por cómo se dieron los hechos; todo apunta a que es un secuestro. Incluso la familia de la madre asegura que el padre del menor (la señora es madre soltera) no pudo ser responsable, porque no tiene conflicto alguno con su expareja.

“Por las características, si hubiera sido venganza normalmente no lo hacen en compañía de un niño, normalmente lo hacen cuando van solos”, externó.

—¿Es extraño que te secuestren si vas con un niño?—, se le cuestionó.

—No es raro, han sucedido varios otros casos en los que se llevan a los niños y dejan a las mamás o viceversa. Tenemos varios antecedentes de ello. De alguna manera pienso que no quisieron arriesgarse, dejaron al niño y se la llevaron a ella. Aquí la complicación del caso se dio por la publicidad del mismo y por tantos detalles que han estado sacando las propias autoridades. Nadie con dos centímetros de frente va a querer pedir un rescate cuando ya es todo tan público—, respondió.

—Primer caso fuerte que les toca a las nuevas autoridades capitalinas, ¿van a tener que aprender a trabajar diferente?—, le pregunto a Isabel.

—Deben tener más cuidado en cómo se maneja la información, sobre todo cuando es sensible para la investigación—, añadió.

En realidad el caso ha estado pésimamente mal manejado. En los casos de secuestro dar tanta información es contraproducente e innecesario. Sorprende que hayan sido las autoridades tan descuidadas porque existe un conocimiento amplio en las áreas de seguridad sobre cómo manejar este tipo de casos. Y en ellos, asumiendo el drama humano y el interés mediático, se tiene que proteger siempre y prioritariamente la seguridad de la víctima.

Hay mucho por saber todavía de esta historia pero, por lo pronto, en este caso hay que recordar a Césare Pavese, el célebre escritor italiano: “a veces la mucha luz es como la mucha oscuridad, impide ver”.

“Le dijeron que se esperara”

“(Por las noticias) nos dimos cuenta en la mañana que ese niño que reportaron como abandonado era nuestro sobrino. Lo bajaron ahí (en Perisur), le dijeron que ahí se esperara, que lo iba a recoger su papá”, dijo a La Razón Mario, tío del menor. Por este caso la PGJ abrió tres investigaciones: una por desaparición de la madre, otra por secuestro (aunque no ha pedido rescate), y la última por abandono del menor.