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El tejido social roto

Muchos festejaron este megapuente vacacional con motivo del natalicio de Benito Juárez, algunos salieron de viaje, otros descansaron en sus hogares, otros más  acudieron a la gran marcha liderada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para conmemorar el aniversario 85 de la expropiación petrolera impulsada por el general Lázaro Cárdenas.

Pero también este fin de semana largo ha sido la pesadilla de decenas de mexicanos, por la violencia que se vive en todo el país. Por lo menos 30 personas han sido reportadas como desaparecidas durante estos cuatro días de asueto. Los ataques y asesinatos han marcado estos días.

El mismo viernes 17 de marzo, cuando para muchos comenzó el descanso, en Guanajuato, el fiscal estatal, Carlos Zamarripa, confirmaba la localización de las seis mujeres reportadas como desaparecidas desde hace 10 días.

De acuerdo con el fiscal estatal fueron asesinadas y sus cuerpos quemados por hombres armados que pertenecen a Los Escorpiones, grupo con actividades en Tamaulipas, que según las autoridades, trabaja con lo que queda del Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL), que mantiene una lucha encarnizada con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Carlos Zamarripa no explicó qué hacía ese grupo delictivo en la zona del Bajío, pero dio detalles de las víctimas, según los reportes, expertos habían encontrado restos óseos “casi completamente quemados”, tras catear varias propiedades. Que la cantidad de fragmentos de huesos encontrados eran “cientos” y detalló que “se llevaron a las seis mujeres al municipio de Juventino Rosas, donde luego las mataron, el bastión del CSRL”.

El pasado 7 de marzo, las mujeres fueron a trabajar como meseras en una fiesta que se llevaba a cabo en el residencial Álamo Country Club, en Celaya y los límites con Juventino Rosas. Al salir de la fiesta, las mujeres fueron secuestradas por hombres armados sobre el camino a San José de Guanajuato.

La célula criminal se las llevó en sus vehículos, las trasladaron a la localidad de El Cerrito y después, a la comunidad de Rincón de Centeno, donde fueron encontrados sus cuerpos calcinados dentro de una fosa.

Se cree que estas jóvenes fueron asesinadas después de que uno de los sicarios descubrió a una chica enviando su ubicación por un celular que tenía escondido.

Los secuestradores pensaron que o trabajaban para un grupo delictivo contrario o que estaban pidiendo ayuda para ser rescatadas.

En Zacatecas, en las últimas 48 horas, se emitieron 14 fichas de búsqueda, se trata en su mayoría de hombres que no habían regresado a sus casas, hablamos de padres, hijos o hermanos que son buscados por sus familiares.

El fiscal del estado, Francisco Murillo Ruiseco, aclaró que no se había solicitado rescate y que existía la posibilidad de que se tratara de una desaparición forzada, para que las víctimas fueran parte del crimen organizado.

La madrugada de este domingo rescataron a las 14 víctimas, quienes estaban privadas de su libertad en Los Pinos y en General Pánfilo Natera; además, hubo 14 detenidos, entre ellos cuatro mujeres, que tenían en su poder armas de grueso calibre.

En Zacatecas, la gente tiene miedo de salir a las calles e incluso de ser extraídas de sus propias casas. Sólo Fresnillo se convirtió en el municipio con más casos de personas desaparecidas en marzo, al contabilizar siete víctimas, y en lo que va del año la entidad registra 317 casos.

Buscaban reclutar a víctimas

El estado tiene un contexto diferente a los demás, debido a que muchos hombres han huido para evitar ser obligados a operar para el crimen organizado; por ello, mujeres jóvenes han sido vistas con armas de grueso calibre, realizando funciones de halcones que antes sólo eran realizadas por varones.

También en Cancún, Quintana Roo, se reportaron seis personas asesinadas y tres heridas en distintos ataques.

Tlaxcala vivió uno de los fines de semana más violentos del año, al registrar por lo menos 10 incidentes brutales en diferentes municipios de la entidad, del viernes 17 al domingo 19 de marzo, entre los que ocurrieron ocho homicidios dolosos, robos, accidentes o se encontraron cuerpos abandonados.

Caborca, Sonora, también reportó un domingo rojo con seis personas asesinadas, cuatro más heridas y varios vehículos quemados.

Se trató de un enfrentamiento entre grupos antagónicos que buscan el control del municipio, el cual está bajo fuego por la lucha entre el grupo Caborca, que lideraba Rafael Caro Quintero, antes de su detención en junio del año pasado, y Los Chapitos.

Los integrantes de ambos grupos generaron pánico en varios puntos de ese municipio al realizar disparos y carreras en vehículos modificados, lo que provocó que muchos habitantes buscaran refugios en comercios o establecimientos que permanecían abiertos.

La Secretaría de Seguridad Pública Estatal activó un operativo donde aseguraron 11 armas de distintos calibres, 10 vehículos y dos personas.

En San Luis Potosí, en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, fue atacada a balazos e incendiada una vinatería. Los habitantes que acudieron a auxiliar a las personas que se encontraban dentro del lugar encontraron 300 casquillos percutidos.

Y en la Ciudad de México también hubo hechos delictivos, uno de ellos involucró a una niña de tan sólo nueve años, quien recibió un tiro en el tórax durante la fiesta de cumpleaños de su mamá en la colonia Morelos, en la alcaldía Cuauhtémoc. La pequeña y dos adultos más permanecen hospitalizados, mientras que los agresores están prófugos.

La policía capitalina ya investiga el móvil de los asesinatos de un padre y sus dos hijos adolescentes, de 14 y 15 años. Los cuerpos fueron hallados en una finca ubicada en la alcaldía Milpa Alta. Todo apunta a que se trató de un ataque directo.

Y éstos son sólo algunos de los sangrientos acontecimientos que sucedieron este fin de semana largo y extremadamente violento que se vivió en México. Urge cuestionarnos qué es lo que está pasando en el tejido social en nuestro país, que la gente cada día está más violenta. Tenemos un México donde estamos viendo estos asesinatos como parte de la vida cotidiana.