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Emma Coronel, en libertad

Emma Coronel, la esposa y madre de las dos hijas más pequeñas de Joaquín El Chapo Guzmán ha quedado en libertad condicional, después de casi tres años que estuvo detenida.

Desde el día de ayer, Coronel pudo abandonar el centro de Gestión de Reingreso Residencial en Long Beach, California, la residencia de transición en la que permanecía.

“Podemos confirmar que Emma Coronel Aispuro fue liberada de custodia del Buró Federal de Prisiones hoy, 13 de septiembre de 2023. Por cuestiones de privacidad y seguridad, el FBOP no provee información adicional sobre las personas que ya no están en su custodia”, redactó la vocera de la agencia, Randilee Giamusso.

Pero su libertad no es absoluta. Coronel aún tiene cuatro años más de libertad bajo vigilancia que afrontar. Esto quiere decir que estará bajo supervisión de la Oficina de Estadísticas Laborales. No puede abandonar el distrito que le sea asignado, y por ley tiene que cumplir con un trabajo de por lo menos 30 horas a la semana.

Recordemos que El Chapo había solicitado a su defensa que tramitara los permisos para visitas para que Emma y sus hijas pudieran visitarlo. No se sabe si se le autorice a él recibir visitas y a ella salir del distrito que le asignen para poder verse en la prisión donde el narcotraficante está recluido. Es más, todavía no se conoce si Emma podrá estar con sus niñas mientras dure su libertad condicional.

Al narcotraficante no se le han permitido visitas desde que recibió sentencia, además de que su madre y resto de la familia no tiene visa para poder verlo en prisión y de sus hijos mayores, Ovidio está detenido en México y los demás están en la lista de los más buscados por las autoridades estadounidenses, acusados de ser los principales fabricantes y distribuidores de fentanilo.

La esposa de Guzmán Loera está acusada de asociación ilícita para traficar cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana; de conspiración para lavar dinero; y transacciones relacionadas al tráfico de drogas en favor del Cártel de Sinaloa.

Además, dicen las autoridades, Emma Coronel también habría sido clave para que El Chapo se fugara del Penal de El Altiplano en julio de 2015, y que habría conseguido recursos para la construcción del túnel por el que escapó Guzmán Loera.

Coronel llegó a un acuerdo de colaboración con las autoridades estadounidenses, por lo cual obtuvo una condena reducida. Se dice que en este acuerdo ella aceptó ser parte de la estructura del Cártel de Sinaloa, pero que no quiso hablar de otros personajes por temor a que se tomaran represalias contra sus hijas. Pero no se sabe qué se dijo en su testimonio.

Incluso se dice que ella estaba con miedo de permanecer en Sinaloa y que la misma gente del cártel que lideraba su esposo pudieran atentar contra su vida o la de sus hijas. Hay quien cree que su entrega a las autoridades estadounidenses fue pactada y por eso viajó, en febrero de 2021, al Aeropuerto de Dulle, Washington, donde la detuvieron agentes de la DEA.

La vida de Coronel no ha sido sencilla. Si bien nació en 1989 en California, Estados Unidos, su adolescencia la vivió en la sierra del llamado Triángulo Dorado, que comprende Durango, Chihuahua y Sinaloa.

Su padre, Inés Coronel, y su tío, Ignacio Coronel, trabajaron en el negocio de las drogas, y hacían negocios precisamente con El Chapo Guzmán. El primero de los Coronel permanece en prisión y saldrá hasta 2027; el segundo fue abatido por el Ejército en 2010.

Emma fue coronada en un concurso de belleza al cumplir 18, en la Feria del Café y la Guayaba de 2007, el periodo en que El Chapo regresó por ella para casarse cuando aún era una niña.

La joven Coronel se mudó a Culiacán con su esposo y durante cuatro años mantuvo un perfil bajo hasta que nacieron sus gemelas, también en Estados Unidos.

En 2017 El Chapo fue detenido en Mazatlán, Sinaloa. Estaba con Emma y sus dos gemelas. Cuentan autoridades que lo detuvieron, que se le permitió hacer una llamada y que le habló a su esposa. Los presentes quedaron sorprendidos que un criminal de esa magnitud, quien ha matado a decenas de personas, pudiera ser un esposo amoroso, preocupado por su mujer e hijas.

Tras la captura del narcotraficante, Emma utilizó las redes sociales para recordarle a través de un mensaje que le prometió amarlo toda su vida.

Estuvo presente durante todo su juicio en Nueva York, y también utilizó las redes sociales para convertirse en influencer. Ahí se le veía mostrar artículos de lujo. Enseñó prendas de diseñadores como Gucci o Louis Vuitton y autos de marcas como Ferrari, Lamborghini o BMW. Incluso, promocionó productos hechos en Sinaloa, como cosméticos y joyería artesanal.

En ese entonces Emma incluso participó en un programa de televisión. En su cuenta de Instagram aún mantiene 742 mil seguidores, pese a no haber posteado nada desde que está detenida. La última foto que publicó en Instagram justo fue de una campaña para promover vestidos de novia del diseñador mexicano Benito Santos.

En 2019 lanzó, en alianza con Alejandrina Guzmán Salazar, hija de El Chapo, una línea de ropa y accesorios de lujo: El Chapo 701, que se promocionaba a través de una página de Internet.

Pero la vida del narcotráfico, aunque seas El Chapo Guzmán, no es glamurosa, como lo muestran imágenes como el programa de televisión donde aparecía Emma. La realidad es que se vive “a salto de mata”, esperando que los detengan o los maten los rivales.

Lejos de sus hijos y en celdas muy pequeñas, con pocos minutos de sol al día, muchas veces ni siquiera tienen papel de baño o agua.

Un mundo, en donde ni con todo el dinero y poder, se vive en paz.