Empanadas con droga a domicilio
En la ciudad de Buenos Aires y la zona conurbada hay decenas de negocios que venden comida a domicilio. Hay de pizzas, empanadas, panaderías e incluso pollerías y carnicerías.
Pero la realidad es que estos negocios, además de la comida, lo que hacen es distribuir droga. Ahora se conocen como: la narcopizzería, narcopanadería e incluso narcocarnicería.
La primera intención es no levantar sospechas, para evitar ser denunciados. Pero el objetivo real es trasladar la droga pedida por los clientes de una manera eficiente y camuflada.
Estuve la semana pasada en Argentina, y esta manera de operar me llamó la atención. Hace unas semanas se supo que la Pizzería Naty, en Lanús, a las afueras de Buenos Aires, tenía un menú muy especial:
Pizza Especial de Mozzarela con tres bolsitas “negras”, con un precio aproximado a 100 pesos mexicanos. Con tres bolsitas “verdes”, al mismo precio. A las dosis de cocaína le llaman bolsitas “negras”, y bolsitas “verdes” a las dosis de mariguana.
El menú era extenso. Se podía pedir empanadas con dos bolsitas ya fueran “negras” o “ verdes” por 50 pesos. También en el menú había una promoción especial: 12 empanadas más dos bolsitas “verdes” o “negras” y se le podía agregar la cantidad de bolsitas que se quisieran.
En Argentina es tanta la cocaína disponible, que tiene el mismo precio que la mariguana. Es la consecuencia de una política muy liberal en ese sentido y del establecimiento de importantes redes de tráfico de droga desde Argentina hacia Europa (y también hacia México, con redes de Amado Carrillo hasta el Chapo Guzmán).
Siempre han utilizado métodos ingeniosos para la distribución y transportación de la droga. Hace unos años fue detenida una red de modelos que transportaba droga de ese país a España, vía Cancún.
Antes de que se descubrieran las narcopizzerías, se supo que otra manera de hacer llegar la droga a domicilios en Buenos Aires era por medio de palomas mensajeras.
Pero el negocio de ocultar la droga en la comida que se lleva a domicilio es una solución más sencilla que entrenar palomas mensajeras, y da un margen de ganancia mucho más amplio.
En estos días se han desmantelado más negocios. Cada narcopizzería, se estima, llega a vender entre 50 y 100 dosis de droga por día, encubierta en la comida llevada a domicilio.
El 11 de junio se descubrió una narcopanadería en otro suburbio de Buenos Aires llamado Ciudad Evita. Ahí la policía detuvo a siete delincuentes integrantes de una banda de traficantes que vendían paco (pasta base de cocaína), cocaína y mariguana oculta en el pan.
El 2 de julio cayó otra banda que escondía la droga en criaderos de pollos, debajo del excremento avícola. La policía detuvo a tres sospechosos e incautó 125 kilos de mariguana.
¿Qué tanto se diferencia esto de lo que ocurre cotidianamente en México, y no sólo en suburbios, sino en colonias tan residenciales como la Condesa, la Roma y Polanco?
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