FBI, DEA y policía de Canadá en Quintana Roo
La preocupación de Estados Unidos y Canadá sobre la fuerza que están adquiriendo los grupos criminales mexicanos y la forma en que se han expandido a territorios internacionales es real. Narcotraficantes mexicanos han encontrado en Estados Unidos el gran mercado de consumo de drogas y, en Canadá, además del consumo, una ruta más segura y fácil para introducir narcóticos a Estados Unidos.
Nuestros vecinos del norte saben que la estrategia de “abrazos y no balazos”, que lleva el Gobierno federal, no sirve para combatir a los grupos criminales, cuya droga que introducen, tan sólo a Estados Unidos, está matando más de 100 mil norteamericanos al año.
La cifra es alarmante, cada año muere el mismo número de personas que los asesinatos y homicidios que hemos tenido en México en los últimos tres años.
Desde el pasado 27 de enero, las declaraciones sobre la cooperación en materia de seguridad no se han hecho esperar, la más reciente la realizó el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
Se refirió a lo ocurrido en la Riviera Maya, al indicar que “cualquier involucramiento de agencias de procuración de justicia federales estadounidenses en México, se llevará a cabo de manera transparente y en estricto concierto con las autoridades mexicanas”.
Esto luego del asesinato de canadienses en hoteles de Quintana Roo, mismos que tenían antecedentes por tráfico de drogas en Canadá.
El tema en realidad se originó con declaraciones que se hicieron desde el gobierno del estado, que el pasado 27 de enero, aseguró que efectivos de la DEA y del FBI, al igual que de la Policía Montada de Canadá; arribarían al estado para apoyar las indagatorias y los trabajos de inteligencia tras los recientes acontecimientos violentos que han ocurrido en municipios como Tulum y Puerto Morelos.
“Estaremos teniendo, en dos semanas, la visita de instituciones internacionales de Estados Unidos y Canadá que vendrán a trabajar con nosotros en materia de revisión e intercambio de información y mejora para evitar situaciones como la que se dio en Xcaret”, se indicó.
Los últimos eventos violentos “rebasan por mucho” las acciones en materia de inteligencia por parte de las autoridades mexicanas, se indicó, debido principalmente a que se trata de grupos que “no operan en la entidad” y que son totalmente ajenos al estado.
Desde Palacio Nacional se mantienen atentos ante la presencia de agentes del FBI en México, así como de otras agencias de inteligencia extranjeras.
El 28 de enero, el gobernador Carlos Joaquín González señaló que las agencias extranjeras no participarían en ningún operativo en la entidad, sino “solo habrá un intercambio de información”, por lo que no habrá presencia de los agentes.
El Presidente López Obrador dijo que solicitaría un informe detallado de los agentes del país vecino, sobre la participación de un grupo del FBI en un operativo desarrollado en Quintana Roo.
Lo cierto es que el resultado de la violencia en Quintana Roo es de 33 homicidios dolosos vinculados al crimen organizado, en el primer mes de este 2022.
De estos asesinatos, 18 fueron cometidos en Cancún, sin que hasta el momento exista algún detenido. En enero de 2021 hubo 10 homicidios con violencia y arma de fuego.
Los reflectores de las investigaciones están en los casos del hotel en Xcaret, donde tres canadienses recibieron disparos de arma de fuego de forma directa, por lo que dos murieron y uno más resultó herido. Se sabe que los tres estaban ligados a grupos criminales que trafican drogas en la ruta México-Canadá.
En este caso, han detenido a dos personas, un hombre y una mujer que actuaron como cómplices del asesinato material.
El otro crimen que es investigado es el del Mamitas Beach Club, en Playa del Carmen, donde hay tres detenidos y se libró una orden de aprehensión contra seis personas más, entre ellos, Andrés, alias El Avispón, y Ana “C” alias Doña Mary, líderes de la banda criminal y quienes habrían ordenado el crimen.
Estos episodios de violencia se vuelven parte de lo cotidiano en Quintana Roo.
Para México es una muy mala noticia, además de la tragedia que significa tener tanta violencia, ésta está alejando al turismo internacional.
Estados Unidos ha elevado los mensajes de alerta para sus ciudadanos que buscan viajar al Caribe mexicano.
“La actividad criminal y la violencia pueden ocurrir en todo el estado, incluidas las zonas frecuentadas por turistas estadounidenses”, indica el aviso del Departamento de Estado.
Pero a México le preocupa mucho que agentes estadounidenses y canadienses investiguen lo que sucede con el crimen organizado en nuestro país.
Recordemos que, en diciembre de 2020, el Presidente López Obrador reformó la Ley de Seguridad Nacional para poner coto a la actuación de los agentes extranjeros dentro de sus fronteras. Por ello, el mandatario, incluso, firmó un decreto para regular la presencia de agentes extranjeros en México, como la DEA, el FBI y la CIA.
Ante esta situación, se están estableciendo acuerdos para enfrentar un desafío común: el tráfico de armamento en la frontera compartida.
México y Estados Unidos acordaron agilizar la judicialización de casos, aumentar las extradiciones, fortalecer los operativos fronterizos espejo, trabajar en conjunto para modernizar la tecnología de inspección y aumentar el intercambio de información balística y de inteligencia.
También buscarán robustecer la cooperación para aumentar los costos para los traficantes de armas. “Los que trafican armas van a pagar en los dos países”, señaló el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
Pero el tema es más profundo, con o sin FBI, DEA y Policía Montada de Canadá, se tiene que controlar la inseguridad en Quintana Roo. Y con reglas claras, si hay cooperación de otros países, es una gran estrategia.