Fin del Barroco
En el 2016, fecha en que se inauguró el Museo Internacional del Barroco tuve la oportunidad de recorrerlo. La construcción es impresionante creada a partir de las tendencias museológicas más vanguardistas del mundo y bajo la firma del arquitecto japonés Toyo Ito, Premio Pritzker de Arquitectura, equivalente al “Nobel de Arquitectura”.
Tiene 11 salas, talleres de museografía, auditorio, tiendas, restaurante y lago artificial, que ocupan un espacio de 18,500 metros, todos ellos dedicados a albergar piezas barrocas de los siglos XVI, XVII y XVIII, así como expresiones contemporáneas de este movimiento.
Me tocó ver una exposición temporal extraordinaria titulada “La nao de China”. Mostraba la riqueza de Asia uniéndose con México y la actividad mercantil vía marítima entre ambos países con 320 piezas, entre pintura, escultura, telares, arte decorativo, biombos y muebles. Una parte importantísima de nuestra cultura e historia.
De las 11 salas, sólo siete son permanentes, y había piezas prestadas de otros museos para que la gente que visitara Puebla pudiera tener acceso a estas obras. Desde el museo el Franz Mayer, el Nacional de Historia, el Castillo de Chapultepec, el Naval de Madrid, el Marítimo de Barcelona, la Biblioteca Palafoxiana, la Catedral de Puebla y el Museo Bello, así como préstamos que se obtuvieron con particulares a través de 28 alianzas.
La idea de hacer este museo, era recordar la época del Barroco, que ha sido uno de los periodos más prolíficos en la historia occidental. Durante los siglos XVII y XVIII impregnó: la organización política, la producción económica y la concepción de la naturaleza, a partir de la innovación en las formas de pensar, crear, ver y convivir.
La finalidad del museo también era promover el conocimiento de sucesos históricos, científicos y culturales que tuvieron repercusión en el arte, puntualizando la proximidad entre la metrópoli española y el Virreinato de la Nueva España; así como mostrar la vigencia del Barroco en nuestra cultura, arte y vida cotidiana, abarcando música, teatro, moda, literatura y arquitectura.
Otra manera de ver el arte
Y además para dar a conocer a Puebla como una de las ciudades culturales más importantes de América Latina, con todas sus iglesias, en donde se puede caminar por la Puebla tradicional o Angelópolis y su oferta gastronómica y poner a esa ciudad en tendencia para el turismo nacional y extranjero. Se logró, miles de turistas llegaron de viaje a Puebla y la derrama económica tuvo un impacto importante en la economía del estado.
Pero en su corta vida, el MIB resultó de muy alto mantenimiento como sucede con los grandes museos del mundo.
Desde su inauguración, en febrero del 2016, y hasta junio de 2019, el gobierno estatal erogó 68 millones 177 mil 293 pesos para las exposiciones del recinto cultural; pero en este periodo sólo se logró recaudar 10 millones 369 mil 700 pesos.
Para 2017 los recursos destinados en exposiciones fueron de 8 millones 997 mil 453 pesos, la más costosa fue la denominada “Cerámica entre dos mares. De Bagdad a la Talavera de Puebla”.
En 2018 se otorgaron 10 millones 167 mil 582 pesos para la instalación de exposiciones; la más costosa fue la de “Cristóbal de Villalpando. Esplendor barroco de Puebla”; mientras que, durante el primer semestre del 2019, se erogaron 11 millones 682 mil 86 pesos, la exposición más costosa fue la denominada “Rembrandt. Lo divino y lo humano”.
Tener museos de este nivel cuestan y mucho. ¿Cuánto le costó a Porfirio Díaz hacer Bellas Artes? Hoy es orgullo de la Ciudad de México, o ¿el Museo Nacional de Antropología, también en la Ciudad de México?
¿Qué costo tiene el Louvre en París, el Reina Sofía en España? Estos sitios son para fomentar la cultura y para atraer turismo que genera ganancias importantes.
Pero ahora con el nuevo gobierno de Miguel Barbosa se decidió tirar a la basura todo lo invertido y se ha decidido dar un giro al museo.
Este fin de semana se presentó un performance de lucha libre, una conferencia y la exposición “Nuevos ritos, santos, duelos y divinidades”, del artista Mauro Terán, para lo cual se aplicó un recurso de 805 millones de pesos.
¡No fue gratis, se gastaron 805 millones de pesos!. Estos recursos se utilizaron para invadir de sillas, una lona y un ring para dar paso a un improvisado espectáculo llamado “Lucha Libre y Barroco contemporáneo”, el cual fue amenizado por una banda de surf.
En el lugar también se instalaron puestos de venta de máscaras, cemitas, silbatos, trompetas, refrescos y agua.
El titular de la Secretaría de Cultura local, Julio Glockner Rossainz, señaló que la celebración de una función de lucha libre en el recinto destaca la dualidad y el simbolismo entre el bien y el mal insertados en este deporte, el cual es un juego simbólico que viene de nuestro país desde el preclásico, en donde la máscara es un elemento fundamental en la cultura mexicana.
Yo no estoy en contra de la lucha libre, es más la disfruto mucho, pero hay decenas de lugares donde se puede montar este tipo de espectáculos.
Es verdad, el Museo Internacional del Barroco tuvo un costo muy alto en su construcción, pero ya está hecho y es un lugar espléndido para que vaya la gente de Puebla y del exterior, que además ha generado ganancias importantes en el incremento del sector turístico al estado, ganancias secundarias que tienen gran impacto en la economía del lugar.
Pero ahora estamos en la cultura de destruir todo lo que se hizo en el pasado.