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“Garantizar la muerte digna es un paso importante para el país”

Lo único que tenemos seguro en esta vida, es que algún día vamos a morir y, sin duda, la preocupación de todas las personas es que en esa etapa final no se sufra.

 

Luego de una votación en la que 109 legisladores dieron su aval, el Senado de la República aprobó de manera unánime la reforma al párrafo cuarto del artículo cuarto de la Constitución, por medio de la cual se ordena la aplicación de medidas para que pacientes con enfermedades terminales tengan una muerte digna.

Platiqué con el autor de la iniciativa, Miguel Ángel Mancera, quien destacó que las personas que se encuentran con una enfermedad en etapa terminal podrán recibir los tratamientos y medicamentos paliativos para no tener dolor ni sufrimiento en el final de la vida y que será el propio Estado el que proveerá los mecanismos adecuados para que se acceda a ello.

Esta semana, legisladores dieron su aval a la norma que obliga al Estado brindar a pacientes con enfermedad terminal medicinas contra el dolor; no es eutananisa, aclara el perredista

BB: Platícame de esta iniciativa.

 

MAM: Es una iniciativa del grupo parlamentario del PRD, la presenté yo, el trámite que se le dio fue estudiarla en dos comisiones, la de Salud y la de Derechos Humanos, y digamos que el punto toral de esta iniciativa es reformar el artículo cuarto Constitucional, el cuarto párrafo, para establecer como una obligación del Estado dar los cuidados paliativos cuando se trate de enfermedades terminales, para que a la gente le quede claro: son los casos en donde hay una enfermedad que en su fase terminal produce dolor, sufrimiento, y entonces, el sistema de salud del Estado lo que tendría que hacer es dar los medicamentos, dar la atención, dar las terapias que sean necesarias para aliviar ese dolor, para que se tenga, como en su momento lo enunció la iniciativa, una muerte digna. A la vida digna le corresponde también la muerte digna.

BB: Son muchos los casos de personas que están en fases terminales de enfermedades muy dolorosas, que no hay forma de que se vayan a mejorar y finalmente lo que ya quieren es no sufrir dolor.

MAM: Sí, precisamente; el cuidado paliativo lo que hace es mientras de manera natural se conserve la vida y sea este proceso de la fase terminal, lo que se busca con el cuidado paliativo es que no haya dolor, que no haya sufrimiento, nada más, hasta ahí. Es decir, no es eutanasia y no es voluntad anticipada, es en este momento cuidado paliativo, que se trata de evitar un trato cruel, inhumano, una violación a derechos humanos en la atención médica. Por eso se impone la obligación, a través de esta reforma constitucional, de que se den los medicamentos, incluso los controlados, para aliviar el dolor, como pudieran ser, en este caso, los opiáceos, la morfina, etcétera. 

BB: Es una ley que es difícil estar en contra. 

MAM: Fue una votación unánime, todos los grupos parlamentarios, absolutamente todos, se posicionaron a favor de la reforma; es una reforma constitucional, se requería mayoría calificada, pero tuvimos mayoría total, no hubo quien se abstuviera o quien votara en contra de los cuidados paliativos; entonces, me parece que es una de las reformas, en este caso constitucional, que deja una huella importante y que marcan, además, un paso, un sendero; no hemos concluido, todavía hay que hacer reformas a la Ley General de Salud, todavía puede haber avances constitucionales importantes en esta misma línea, pero aquí se da garantía de acceso a las personas que menos tienen, porque, como tú bien sabes, los medicamentos controlados son muy caros; entonces, lo que se está buscando es que haya una muerte digna y que el Estado se ocupe, a través de los recursos, de poder garantizarlo.

“Éste es un paso importante en la dignidad de las personas, y en el que todos tengamos la seguridad de que, llegado un momento de una etapa terminal, nuestra o de un familiar, no va a haber dolor

BB: Con esta nueva ley de muerte digna, ¿hay presupuesto para poder comprar estos medicamentos tan caros?

MAM: Pues ya lo marca la Constitución, así que ahora se tiene que hacer. Mira, yo lo veo, hay otras economías que no son tan fuertes como la nuestra, la mexicana, y están dando un inicio, porque incluso en la interpretación de derechos humanos dice que cuando un Estado no da esta atención está cometiendo tratos crueles, degradantes, tratos inhumanos.

BB: ¿Éste es el primer paso para tener una ley que autorice la eutanasia?, ¿cuáles serían las principales diferencias?

MAM: La eutanasia es terminar con la vida de manera voluntaria, no es éste el caso. Llegar a un debate de la eutanasia me parece que todavía tiene un sendero largo, tiene un camino largo por recorrer, se tienen que analizar muchas posturas, tanto jurídicas como sociológicas, como de conciencia de los propios profesionistas y eso todavía va a llevar su tiempo, pero, por lo pronto, lo que sí te puedo decir, es que éste es un paso importante en la dignidad de las personas, en el cuidado y en el que todos tengamos la seguridad, todos y todas tengamos la seguridad de que, llegado un momento de una etapa terminal, nuestra o de un familiar, no va a haber sufrimiento, no va a haber dolor, porque esto es doble dolor, el ver a tu familiar padecer como si estuvieras tú en esa agonía, ¿no?   

BB: Lo que se aprobó es que el Estado tenga la obligación de brindar cuidados paliativos a los pacientes.

MAM: Es eso, es este cuidado paliativo, son estos medicamentos, son estas atenciones de fase terminal, pero la diferencia, lo que se dice aquí, es que la ley debe de encargarse y debe de hacerlo, desde la propia Constitución te lo mandata; por lo tanto, tendría que estar en toda la República.

BB: ¿Cuándo presentas tú esta iniciativa?, ¿cuánto tiempo te llevó el trabajo para hacerla?, ¿cómo se fue trabajando?

 

MAM: Fue de las primeras iniciativas, digamos, que nos llevó una Legislatura, poco menos de un año. Se ha trabajado intenso en el Senado y yo debo reconocer a mis compañeros y compañeras de las comisiones de Derechos Humanos y de Salud que trabajaron esta iniciativa, que la vieron importante para México y que, por supuesto, se llevó al pleno y ahí se aprobó.