
“Hay un ambiente de optimismo sobre la recuperación del Papa”
El embajador de México en el Vaticano destaca que Francisco se ha caracterizado por su energía; reconoce que la neumonía en ambos pulmones puede disminuir al Pontífice
La salud del Papa Francisco, tras su larga hospitalización, ha generado preocupación en el mundo entero, pero el Sumo Pontífice sigue al pendiente de su papado, desde el Hospital Gemelli, de Roma. Esta semana platicamos con Alberto Barranco, embajador de México en el Vaticano, sobre la situación que se vive en este momento.
ALBERTO BARRANCO (AB): En este momento hablamos de los altibajos que ha tenido el Papa, ahorita se siente un aire fresco, de optimismo, en relación con su salud. Los políticos son muy cautelosos y siempre dicen que el pronóstico sigue siendo reservado, pero el Papa, esta semana, tomó su ceniza, le habló al párroco de la Iglesia católica de Gaza y firmó algunos papeles dentro de su acción pontificia.
BB: Siendo la cabeza del Vaticano, ¿qué ocurre cuando él está en el hospital?, ¿quién toma las decisiones?
AB: De acuerdo con los cánones que rigen al Vaticano, no hay realmente un sustituto del Papa, no tiene, digamos, un vicepresidente o vicepapa; sin embargo, las cuestiones de carácter administrativo, de relaciones internacionales, de gobierno, las atiende la Secretaría de Estado. La parte que tiene que ver con el Vaticano, el Dicasterio de la Causa de los Santos, el Dicasterio para los Obispos, todos ellos siguen trabajando, pero la posible autoridad, aunque no tiene ese rango, podría ser el cardenal decano, que es un hombre de 91 años. Lo acaban de reelegir para un periodo más, terminaría su periodo cuando tenga 96 años. El Papa, que es un hombre que tiene un manejo unipersonal, ha seguido tomando las riendas. Nombró, por ejemplo, a un nuevo obispo en Venezuela, otro en España, y hace pocos días se habló de los dos nuevos santos, un venezolano y un italiano. Este tipo de decisiones sí las está tomando él, bajo su firma, porque de otra forma no podrían salir, pero no se considera que hay un sustituto para él.
BB: ¿Cuáles podrían ser las primeras acciones del Papa al abandonar el hospital?
AB: Él es un hombre que desde hace varias semanas se le veía como acelerado, como que tenía ganas, quizá presintiendo que iba a tener un periodo de reposo, de paréntesis, él empezó a hacer muchas cosas, empezó a hacer reformas, por ejemplo, aún estando en cama, ratificó el nombramiento de la primera mujer que va a ser justamente la primera mujer en la historia en ser gobernadora del Vaticano, digamos, sería el equivalente a lo que sería el jefe de gobierno de la Ciudad del Vaticano; este nombramiento lo apresuró, aunque ya lo había dado, tenía que ser ratificado, a pesar de estar en cama.
BB: Ha sido un Papa muy especial, que ha sido muy inclusivo.
AB: Sí, él dice que la mujer es una buena administradora, que son mejores administradoras que los hombres, entonces sí ha tenido un especial, digamos, cuidado de empoderar a la mujer. Por ejemplo, hay una mujer ya, eso fue hace unas semanas, encabezando un Dicasterio, que sería el equivalente a una Secretaría de Estado en México. Ese tipo de cuestiones es lo que caracteriza al Papa, pero yo iría más allá, el Papa que se da cuenta del entorno en que vive, que no se queda solamente mirando hacia arriba, sino que ve hacia abajo y ve a la gente, sabe que hay pobreza, que hay migración, que hay guerra, que hay hambre, sabe todas las situaciones que está viviendo y las siente en carne propia, por eso ha sido un Papa considerado fuera de norma. No rehúye cuando alguien se acerca y le dice: “Oiga, una selfie”. Un Papa que bromea, que de pronto le gritan que tienen el remedio para su rodilla y dice: “¿Qué es?”, y le dicen: “tequila”, y bueno, a pesar de la fatiga que da el recibir a 50, 60, 80, 90 personas, siempre tiene una broma para los que están interconectándose con él.
BB: Un Papa Guadalupano.
AB: Cuando llegué de embajador de México me dijo: “En México, hasta los ateos son guadalupanos”.
BB: Eres especialista en historia, en investigación, ¿qué has encontrado en la relación entre el Vaticano y México en estos años como embajador?
AB: Muchas cosas, por ejemplo, del periodo de Maximiliano encontré una carta donde Maximiliano le pide auxilio al Papa, carta que no le pudo entregar directamente Carlota, ahí él le pide perdón, porque no ha cumplido con lo que le habían pedido: revocar las Leyes de Reforma de Benito Juárez, pero dice que primero están sus convicciones, lo cual nos muestra un Maximiliano liberal. Los archivos que he visto aquí son riquísimos. Encontramos, por ejemplo, intentos de obispos mexicanos por excomulgar, porque el Vaticano excomulgaba a determinados personajes liberales. Encontramos también cartas donde le dan cuenta al Papa de la situación que se vive en México, sobre todo, en periodos de conflicto con la Iglesia, como el de las Leyes de Reforma, el periodo de la guerra interna, la guerra civil entre liberales y conservadores. De la actualidad, hay algunos pronunciamientos, no es muy fácil hurgar, normalmente los documentos los tienen reservados y los sacan hasta que pase un periodo, 10, 15, 20 años. Por ejemplo, se habla de la vez que vino el presidente Echeverría, que quería ser líder internacional y buscaba, digamos, el apoyo moral del Santo Padre, el peso que tiene en la comunidad internacional.
BB: ¿Qué se espera en estos próximos días en el Vaticano?
AB: Todos los días se está celebrando un rosario al aire libre, en la Plaza de San Pedro, hay un cardenal diferente que reza por la salud del Papa y, en general, de los enfermos. Hay una multitud que se ha congregado que tiene altibajos. De pronto ves a mucha gente ahí, enfrente del Hospital Gemelli, donde está internado, viendo hacia arriba, él está en el décimo piso; pareciera pues que entre más gente, más angustia, y, de pronto, pareciera que la multitud no cesa, pero como que se compacta un poquito, ése es el mejor termómetro para saber qué piensa la gente en relación con la salud del Papa. Pero te voy a decir una preocupación: ¿qué va a pasar cuando finalmente lo den de alta? Él va, necesariamente, a tener secuelas de una enfermedad tan grave para una persona de 88 años, como es una neumonía en los dos pulmones, todos los espasmos que ha tenido, las insuficiencias respiratorias. No sé si la casa de Santa Martha, que tú conoces porque estuvieron con él ahí, está acondicionada para que el Papa pueda tener auxilio en caso de una emergencia.
Por ejemplo, en el Palacio Pontificio, cuando Juan Pablo II estaba enfermo, se acondicionó una suerte de hospital pequeñito, donde lo primero que había era una cámara de oxígeno. Él no tiene la intención de renunciar, porque sabe que el Pontificado es hasta la muerte, aunque hay que recordar que él firmó su renuncia en 2013, diciendo que por alguna incapacidad grave, pero esa renuncia la tiene que hacer él, no hay quien la decida, ni todos los cardenales juntos pueden obligarlo a que firme la renuncia. Francisco es un Papa que es muy enérgico. ¿Qué va a pasar con un Papa disminuido?, ¿quién va a tomar esa energía?, ¿quién va a tener el timón en esos casos? Son muchas interrogantes, pero, fundamentalmente, lo que todos quisiéramos, y creo que en México se está consciente de eso, es que el Papa salga, regrese y esté mejor y que mantenga su espíritu de carácter social sin perder el carácter espiritual.