“Iba a ser médico; pero por un choque me hice abogado” : Un café con Miguel Ángel Mancera
A cuatro días de rendir su Segundo Informe de Gobierno, el mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera, comenta —en entrevista con La Razón— que sus objetivos prioritarios son tres: aumentar el salario mínimo, mantener la seguridad en la ciudad de México y el desarrollo urbano. Además cuenta parte de su vida: del choque que lo convenció de estudiar leyes en lugar de medicina, el por qué vendió pan en su adolescencia, y cómo ha compaginado la paternidad con su cargo gubernamental.
Bibiana Belsasso: Miguel, ¿qué se siente preparar un informe, estás por presentar tu Segundo Informe de Gobierno, qué nivel de estrés alcanzas, cómo le haces para ver exactamente qué es lo que vas a decir y cómo lo vas a hacer?
Miguel Ángel Mancera: Mira, buscas obviamente descartar temas que están agrupados ya, o que ya de alguna manera se han estado trabajando, digamos de forma muy común. Buscas concentrar aquello que es lo más importante, lo más relevante, lo que quieres comunicar, lo que quieres que la gente sepa que vas a hacer, lo que ya tiene a su disposición… lo demás lo despojas. Porque si no, haríamos un informe eterno. Quizá podríamos estar todo un día hablando de lo que es la función del gobierno. Entonces hay que estar concentrados en buscar exactamente hacia dónde quieres que la gente sepa lo que se está haciendo en el gobierno, si es que se están dando los avances en determinada área, qué es lo importante que debe conocer la ciudadanía.
Belsasso: Tu tema principal, que has venido manejando en estas últimas semanas, ha sido el aumento al salario mínimo. ¿Cuándo lo vamos a ver ya concretado?
Mancera: Yo creo que los avances están marcados; las coincidencias además con muchos de los grupos políticos están dadas; la presentación en las diferentes cámaras, con los diferentes actores de los grupos parlamentarios, también ha sido muy positiva.
Y yo creo que se van alineando las condiciones como para que pudiéramos tener un desenlace positivo para bien de los trabajadores, para bien de la gente, pero también, para bien de la economía del país. Estoy convencido de que este aumento al salario mínimo es una situación y un efecto que debe ser de beneficio, de provecho para México.
Belsasso: ¿Tus principales objetivos son el desarrollo urbano y la seguridad?
Mancera: Sin duda. Este tema se está manejando todos los días, se está analizando permanentemente, es una asignatura de gabinete diaria. Todos, absolutamente todos los días estamos viendo la parte que tiene que ver con la seguridad. Y la infraestructura es una revisión que haces con los gabinetes, porque en ese tema tenemos que ver agua, esquemas de movilidad, espacio público, los acompañamientos de la Agencia de Gestión Urbana, la Secretaría de Desarrollo Urbano; es decir, todas estas áreas enfocadas a la mejor manera de desarrollar la Ciudad de México.
Belsasso: Miguel, ¿desde cuándo te visualizabas como Jefe de Gobierno del Distrito Federal?, ¿cuándo te visualizaste así?, ¿de niño, más grande?
Mancera: La verdad es que, como bien sabes, yo en alguna época de mi vida fui abogado litigante, y de repente este tema de estar en contacto y de servir a la gente pues lo abracé de manera muy personal, consistente, y así es como se han ido dando los avances.
Yo siempre he sido muy comprometido en cada uno de los cargos que he ocupado.
Belsasso: Pero antes de ser abogado litigante ¿querías ser médico?
Mancera: Sí, cuando estaba yo en la preparatoria, básicamente iba a estudiar medicina y de repente cambié a leyes, y de leyes pasé a ser litigante, porque también en leyes pude haber encontrado otro camino.
Belsasso: ¿Cómo es esta historia, que tienes un choque muy fuerte, con el cual sufres abuso tras abuso en todo el sistema de justicia?, ¿eso fue lo que te hizo cambiar de profesión?
Mancera: Así fue. Yo ya tenía mi pase automático, el pase automático estaba dado para medicina… terminé todas mis materias químico-biológicas en la Preparatoria 6 y de repente, pues tuve el accidente, este choque que tuve y en el cual, pues la verdad es que sin conocer los trámites, ni saber lo que estaba haciendo con exactitud, me dieron a firmar un perdón; firmé una serie de cosas que a mí me dijeron que era un trámite de salida, básicamente con una narración de los hechos y eso me molestó. La verdad es que dije: “esto no puede ser” y “hay que ayudar a la gente para que no le suceda”. Y de ahí llegó el cambio hacia leyes, se lo platiqué a mi papá…
Belsasso: ¿Quién te apoyó en ese momento?, ¿cuál fue tu cercanía con la justicia?
Mancera: La verdad es que me hicieron el primer llamado de atención, porque estás hablando de la preparatoria, entonces la primera advertencia fue: “si tú te cambias en este momento, vas a perder un año, porque tendrías que acreditar cuatro materias en exámenes ya extemporáneos”, ya ni siquiera extraordinarios, extemporáneos. Era muy poco el tiempo y básicamente me dijeron “vas a perder un año”. Me puse a estudiar las cuatro materias, las acredité en ese tiempo y todavía pude tener mi pase a la Facultad de Derecho.
Belsasso: Trabajas desde chiquito para poderte pagar tus cosas. Por ahí dicen que vendías pan. ¿Es verdad?
Mancera: Sí, sí es cierto. Alguna vez estuve vendiendo pan por consejo de mi papá (fue dueño de los Bisquets Obregón). Porque mi papá estaba dedicado a este negocio y me dijo: “Ah pues si tú quieres —me acuerdo que yo tenía ganas de ir a un viaje con mis amigos—, ¿quieres ir a tu viaje en Puerto Vallarta? Pues ponte a hacer pan y a vender en toda la cuadra”. Y así lo hice. La verdad no me fue nada mal, quizá la única molestia fue con la familia cuando hacíamos el pan, pero de ahí en fuera todo salió muy bien, era un buen negocio.
Belsasso: Te va mejor como abogado litigante, sin duda.
Mancera: Sí, creo que no hubiera podido seguir vendiendo nada más pan.
Belsasso: Miguel, ha cambiado mucho tu vida obviamente desde que eres Jefe de Gobierno, pero aún así yo veo a un papá muy comprometido. Me ha tocado verte en restaurantes con tus hijos, alguna vez te criticaron porque llegaste a una fiesta con tus hijos, lo cual a mí me parece maravilloso.
Dices a ver, si es fin de semana, me tocan mis hijos me voy con ellos. ¿Cómo le has hecho?, ¿poco tiempo pero de calidad?
Mancera: Sí. Mira, ¿qué sucede? Yo nunca he solicitado apoyo de terceros, ni nanas, ni enfermeras, ni nada con mis hijos. Desde muy pequeñitos yo asumí la responsabilidad de atenderlos, de cambiarlos, de cuidarlos. Han ido ya creciendo, obviamente, pero cocinamos juntos, hacemos las cosas juntos, y cuando tengo compromisos sociales, que son muy importantes y, digamos ineludibles, y me toca estar con mis hijos…, yo pregunto primero ¿puedo ir con mis hijos?, me contestan pues sí, claro que puedes venir con tus hijos. Y entonces, así sucede. En aquel caso sí estuve con mis hijos en la fiesta.
Belsasso: Y por ejemplo, ¿tu relación con tu ex esposa es buena? ¿Le puedes hablar y decirle: oye, hoy tengo que trabajar no puedo pasar por los niños, préstamelos la próxima semana? ¿Nunca has tenido bronca ahí?
Mancera: No, nunca. La verdad es que tenemos una relación de muchísima comunicación. Casi nunca lo hago, o sea, sí respetamos mucho este tema de cuando yo estoy con ellos, porque además es para un tema propio. Pero sí, si hubiera una necesidad de ese tipo, que tienes que salir del país o que tienes que salir de la ciudad por cuestiones de trabajo, pues sí, ni modo.
Belsasso: Te han atribuido muchísimas novias.
Mancera: Sí, algunas.
Belsasso: ¿Cuál es la buena?
Mancera: Ya sabes que todo el tiempo te asignan, te hacen “asignaturas”. La verdad de las cosas es que ésta es una tarea bien complicada, Bibiana. Es una tarea bien complicada y pues no, no estamos por el momento en algo que pudiera comprometer a una persona con tu vida. Porque también es comprometer, es afectar, son muchas cosas ¿no?
Cuando eres la pareja de “fulano de tal” ahí vienen los ataques… No, en este momento, la verdad es que así se ha dado la convivencia. Tengo amigas y hasta ahí.
Belsasso: ¿A ver, tu libro favorito?
Mancera: Ahora estoy leyendo un libro que no tiene nada de nuevo, pero es sobre Fouché (Joseph, político francés que vivió de 1759 a 1820), y la verdad es que me tiene atrapado porque es un libro de política y te habla de muchas cosas muy, muy interesantes.
Me acaban de regalar otro libro que tiene que ver con los hijos para cuando crecen, porque ya empiezas a tener algunas preocupaciones. Mis hijos, uno tiene once años y el otro siete, y este libro, tiene que ver con los hijos, de cuando van creciendo, de temas como la sobreprotección o del cuidado. Ése lo voy a empezar en breve, también porque te tienes que dar tiempo para todo: política, jurídicos, educativos…
Belsasso: En temas culturales, porque por supuesto en la Ciudad de México tienes acceso a todo, de los conciertos que han presentado en el Zócalo, ¿cuál es el que más te ha gustado?
Mancera: Bueno, de los conciertos me llamó mucho la atención algo. Hemos presentado conciertos de artistas muy importantes, de pop, de trova… estuvo Silvio Rodríguez, Chayanne, Marc Anthony, Miguel Bosé, pero me llamó mucho la atención, porque todos estos artistas, obviamente atraen convocatorias masivas muy, muy importantes. Pero presentamos a la filarmónica de la Ciudad de México en uno de estos encuentros y se reunieron 50 mil personas en el Zócalo.
Belsasso: En cuanto al deporte; ¿qué es lo que más disfrutas?
Mancera: La corrida y la nadada. Ahorita no he practicado mucho el box pero corrida, nadada y TRX (sistema de entrenamiento creado para las fuerzas armadas de Estados Unidos).
Belsasso: ¿Comida favorita?
Mancera: La mexicana. Sí, sin duda. Segundo yo creo que la japonesa…, fíjate que la italiana… ando así, entre la italiana y la japonesa, pero me quedaría con la japonesa.
Belsasso: ¿Qué le gustaría hacer a Miguel Mancera una vez que deje el gobierno del Distrito Federal?
Mancera: Poder seguir sirviendo a la gente. A mí me gusta este tema de servicio a la gente, la verdad, es básicamente como una vocación.
Belsasso: ¿El día más triste para Mancera y el día más feliz?
Mancera: El día más triste hasta ahora, cuando murió mi padre. Ese fue un día muy, muy triste. Aunque veníamos de un proceso muy difícil en la familia, porque fue una agonía muy larga. Sin duda ese día ha sido uno de los más tristes. Y de los más felices pues yo creo que estarían los nacimientos de mis hijos.