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“Inevitablemente, el mundo va hacia la extrema derecha”

Estamos viviendo un cambio geopolítico a nivel mundial. Cada vez más, los ciudadanos están votando por opciones que se han radicalizado hacia la derecha extrema. Lo estamos viendo, por ejemplo, en Estados Unidos, Argentina, muchas partes de Europa y, ahora, el próximo 23 de febrero, Alemania podría elegir un gobierno con muchas similitudes a los que fueron los nazis.

Esta semana platicamos con Carlos Salomón, experto en comunicación, quien estuvo hace unos días en Múnich, Alemania, en el encuentro que se dio entre comunicadores y voceros a nivel global para analizar el futuro de los gobiernos en el mundo.

CARLOS SALOMÓN: Mira, lo que pasa es que el mundo siempre es un péndulo: a veces gira hacia la izquierda, a veces hacia la derecha. Estados Unidos volvió hacia la derecha, pero ahora hacia la extrema derecha. Donald Trump tiene unos días en la presidencia, pero está en una postura de extrema derecha, de combatir todo lo que tenga que ver con lo social.

Y esto es un fenómeno que es un péndulo que se está viendo en Europa. Va a pasar en Hungría, va a pasar en Alemania, donde la gente, por ejemplo, en el caso de Alemania, tiene dos años en una completa recesión; o sea, no hay empleos nuevos, no hay dinero, la economía está parada.

Han gobernado ahí desde hace muchos años los socialdemócratas y también los demócratas cristianos.

Ambos partidos han gobernado por muchísimo tiempo, con figuras como Angela Merkel y con Willy Brandt. Entonces, la gente ya está viviendo una recesión y, como no ve respuesta, está buscando una opción casi mágica que les resuelva sus problemas del día a día.

Las encuestas en Alemania muestran que la socialdemocracia, que gobierna, va a quedar en tercer lugar; la democracia cristiana, que es el partido de Angela Merkel, también va a quedar en segundo lugar; y la sorpresa es que la ultraderecha, la más ultraderecha, vinculada incluso a Elon Musk y a Trump, va a ganar las elecciones el 23 de febrero por primera vez.

BB: A la gente se le olvida la historia. Alemania vivió un gobierno nazi con Hitler y tuvo una Segunda Guerra Mundial. Hoy, podría regresar una muy cercana a la ideología nazi.

CS: Entre el nazismo y ellos hay tamices. ¿Por qué? Porque Alemania nunca ha sido gobernada desde los 40 por un partido que tuviera similitudes con lo que fue el nacionalsocialismo de Hitler. Entonces, eso es lo riesgoso.

Hay un sector alemán muy profundo que siente que perdió la Segunda Guerra Mundial porque les echaron montón. Lo mismo que Donald Trump, él dice: “Yo perdí la reelección” y, cuando la gana, se viene con todo. Creo que son los riesgos de la gobernabilidad, y el mundo va, inevitablemente, hacia la extrema derecha.

Acaban de darse a conocer en España las últimas encuestas, donde Vox, que es un partido de ultraderecha, está muy cercano ya al Partido Popular. Italia está gobernada por la ultraderecha, en Hungría va a ganar la ultraderecha. Estamos viendo un fenómeno de ultraderecha. Entonces, la decisión que tuvo el propio Donald Trump de querer sacar a todos los palestinos de la Franja de Gaza y reubicarlos en África es una decisión casi de exterminio. Estamos viendo un mundo muy complicado, muy difícil, y es preocupante.

No se puede hacer nada porque la gente, si no tiene respuesta, va a querer votar por eso, porque le están ofreciendo la posibilidad de resolver sus problemas del día a día. Eso es lo que yo estoy viendo.

BB: Esta tendencia se da en América Latina, en algunos países como Argentina. Pero también tenemos gobiernos muy populistas. ¿Qué va a pasar?

CS: Lo que pasa es que los gobiernos que conocemos tú y yo, populistas…, te puedo mencionar tres concretamente: Nicaragua, Cuba y el propio Venezuela. Están agotados, están limitados, prácticamente acorralados, no tienen capacidad de respuesta para la gente y, cuando tú no tienes capacidad de respuesta y vas a una elección, puedes perderla.

Ellos no quieren dejar el poder y entonces están tratando de gobernar como una autocracia, buscando formas de represión, de censura. La gente ha migrado de Venezuela, de Cuba, de Nicaragua.

Ahora, hasta un tipo que era de izquierda y ahora es el amo y señor de Nicaragua, como Daniel Ortega, ya se quedó hasta con la Suprema Corte de Justicia y con el Congreso. Se parece más a lo que combatieron, a la dictadura de Somoza. Ése es el problema. Lo mismo está pasando en Venezuela: Maduro no quiere dejar el poder y cada día va sangrando más y más a la gente. Lo mismo ha pasado con Cuba. Hay más gente fuera de Cuba que dentro. ¿Por qué? Porque ya son sistemas agotados y, poco a poco, la gente tendrá que ir por la alternancia democrática. El voto te debe decir quién gobierna. Votar no te garantiza salir de los problemas. Votar simplemente pone a quien tú crees, pero no resuelve el problema.

BB: ¿Cómo ves a México en esto?

CS: Yo creo que el caso de México, por ejemplo, este segundo periodo de la 4T, pues se le empieza a complicar, y el actual Gobierno de México tiene que buscar alianzas con empresarios. De hecho, este último mes, con los únicos con los que ha hablado, es con los empresarios.

¿Por qué? Para que no se te vaya el país de las manos. Al final, necesitas generar empleos. Es lo que está pasando en Alemania: tiene dos años de una profunda recesión y, si tú no tienes empleo, no tienes crecimiento. La gente cambia, o sea, no la puedes tener esclava en una formación política.

BB: ¿Cuál es la diferencia entre gobernar los gobiernos más populares y los de ultraderecha?

CS: La ultraderecha sabe gobernar. Es muy difícil aceptarlo, pero Pinochet gobernó, y Pinochet gobernó e hizo cosas para que la economía se levantara.

Porque gobiernan sin ningún recato, sin ninguna pena, sin ninguna cruda moral. Ellos dicen: “Bueno, hay que hacer este recorte”, y lo hacen. En cambio, la izquierda siempre busca “que la moral, que la ética”, y esa es la diferencia. La derecha siempre se va a permitir más libertades de actuar y actúa sin necesidad de ver qué opina la gente. Ésa es la gran diferencia.

BB: ¿A la gente qué le conviene más?

CS: Que tengan educación, que las calles funcionen, que haya transporte colectivo, que haya sistema sanitario. Donde haya eso, la gente va a votar por ellos. O sea, la gente no vota por un sueño, la gente vota por realidades.

BB: ¿No se puede gobernar en un punto medio?

CS: No, porque el mundo es un péndulo, y vamos en el péndulo hacia la derecha. Los otros gobiernos se han venido agotando. Si tú vivieras en Nicaragua, ¿tú le creerías a Daniel Ortega? Tienen ahí 40 años. Bajaron a Somoza y ellos son peores. La gente de Venezuela se ha salido de ahí porque no hay trabajo, no hay comida y porque hay un régimen represor. Ése es el fenómeno.