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La amenaza al Presidente

“Ahí te dejo un regalito en mi refinería”, decía una manta dirigida al Presidente Andrés Manuel López Obrador, frente a la refinería de Pemex en la ciudad de Salamanca, Guanajuato.

 

También se encontró un artefacto explosivo colocado en una camioneta frente a la refinería, con un mensaje del autodenominado Cártel de Santa Rosa de Lima, con el cual se enviaba un mensaje al Presidente de México para que detenga los operativos en contra del robo de combustible y exige que se retiren la Marina, el Ejercito y las demás fuerzas federales que están trabajando en la zona.

La manta firmada por El Marro, José Antonio Yépez, decía que si no se retiraban las autoridades iban a empezar a matar gente inocente. 

La forma de operar de estos grupos no es nueva; así trabaja la delincuencia organizada cuando pelea territorios, ya sea contra otros grupos criminales o con las autoridades. Y así tenemos que entender que estos grupos que se dedican al huachicol son delincuencia organizada y narcotráfico, quienes han encontrado en el robo de combustible un negocio muy lucrativo.

Desde hace un par de años, este grupo de Santa Rosa de Lima mantiene una disputa con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el robo de combustible. Recordemos que el de Jalisco es de los más sanguinarios y fuertes en México. Igual se dedican al narcotráfico, al secuestro, a la extorsión de empresarios, que a la extracción y venta ilegal de gasolina. 

El Cártel de Santa Rosa de Lima se dio a conocer en octubre de 2017, a través de un video que mostraba a decenas de hombres fuertemente armados y con el rostro cubierto. En la grabación se observa a José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, lanzando amenazas contra el Cártel Jalisco Nueva Generación, que en Guanajuato es liderado por Francisco Cerda Guillén, El Señor de la Silla.

Desde ese entonces, El Marro y El Señor de la Silla han mantenido una cruenta disputa por el Triángulo Rojo; una guerra que tan sólo el año pasado dejó más de dos mil muertes violentas.

En agosto de 2018, el autodenominado “grupo élite” del CJNG también difundió un video con varias decenas de hombres encapuchados, fuertemente armados en el que le declaraban la guerra a El Marro.

Los dos cárteles se disputan el control de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor, en Salamanca, Guanajuato, así como los cinco poliductos que abastecen de combustible a las regiones de Jalisco, Aguascalientes, Michoacán y Querétaro-San Luis Potosí.

Se sabe que El Marro había extendido sus redes hacia Querétaro, Michoacán y Jalisco, lo que trajo como consecuencia que el nuevo enemigo de El Marro fuera directamente Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del grupo criminal con mayor poder en México: el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Debido a esta intensa lucha por el huachicol, el Cártel Santa Rosa de Lima intentó aliarse con El Mayo Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, a quien habrían ofrecido parte de la plaza del corredor de Guanajuato.

Aunque se dice que Los Chapitos ya habrían entrado al negocio del huachicol, El Mayo rechazó el ofrecimiento de El Marro, pues señaló que su negocio no era robar.

Sin embargo, el arribo al poder del Presidente López Obrador y su estrategia contra el huachicoleo, habría obligado a El Marro a pactar con El Mencho para enfrentar a un enemigo en común: el Gobierno.

La disputa se ha intensificado en Guanajuato, porque de ahí se extrae mucho del combustible robado. De acuerdo con datos de Pemex, en 2018, Guanajuato fue el tercer estado con mayor número de tomas clandestinas, con mil 547. El segundo lugar lo ocupó el estado de Hidalgo, con mil 726 tomas; mientras que en Puebla se registraron mil 815 tomas clandestinas.

Respecto a El Marro, se sabe que fue detenido en 2008, acusado de robo y delincuencia organizada, pero logró su libertad luego de pagar una fianza. Si bien es cierto que el robo de combustible es lo que más le deja al Cártel Santa Rosa de Lima, también se dedican al narcotráfico y al robo de transportistas.

Las mantas y amenazas se dieron después de que el pasado martes 29 de enero, alrededor de las 14:00 horas, personal del Ejército y de la Marina realizaron un operativo en el poblado de San Salvador Torrecillas, Guanajuato. La razón: información de inteligencia interinstitucional reveló que un grupo de la delincuencia organizada convocó a sus “agremiados” para realizar la distribución de hidrocarburo robado en el predio El Hoyo.

Gracias a imágenes áreas tomadas en el lugar identificado se pudo observar que unas 40 pipas realizaban actividades de carga ilícita de combustible.

Fue entonces que, en coordinación con la Agencia de Investigación Criminal y la Fiscalía General de la República, se desplegó a personal de Infantería de la Marina para intervenir el predio.

Al verse sorprendidos, los presuntos huachicoleros incitaron a los pobladores de la región para que se movilizaran y realizaran acciones para impedir el arribo de las Fuerzas Armadas. Al menos 100 personas afines a la venta ilegal del hidrocarburo efectuaron bloqueos en los municipios de Villagrán, Juventino Rosas, Celaya y Salamanca, donde al menos nueve vehículos fueron incendiados.

Mientras tanto, llegaban al punto refuerzos por aire; así como el Ejército, la Gendarmería y Seguridad Pública de Guanajuato. 

En el predio El Hoyo fueron halladas 11 pipas, 14 camiones torton con caja para combustible, dos cajas de camión, un tractocamión sin caja, ocho vehículos con pipas de combustible abastecidas y una pipa con agua.

San Salvador Torrecillas se encuentra a 3.7 kilómetros de la comunidad de Santa Rosa de Lima, bastión de José Antonio Yépez, El Marro, quien es identificado como el líder del Cártel Santa Rosa de Lima, grupo de delincuencia organizada dedicado, entre otras actividades, al robo de combustible.

Y es que una versión no confirmada por las autoridades señala que, gracias a una supuesta investigación federal, se habría dado con el paradero de El Marro, por lo que los bloqueos en las principales vías de comunicación de la zona habrían sido para evitar su captura.

Lo cierto es que Guanajuato está secuestrado por la violencia, que durante los últimos dos años se ha disparado hasta en  160 por ciento. El motivo: la disputa por el Triángulo Rojo del huachicol; un corredor por donde pasan los ductos de Pemex, que une a Celaya, Salamanca, Irapuato, León y que se extiende hasta Los Apaseos, colindante con Querétaro. 

En esta zona, también conocida como Triángulo de las Bermudas o Triángulo de Guanajuato, tan sólo en el último año la Policía Federal decomisó más de dos millones 370 mil litros de hidrocarburo robado.  

Desde finales de 2017 surgió el autollamado Cártel de Santa Rosa de Lima (vinculado al Cártel del Golfo), el cual hace referencia a la localidad del mismo nombre, ubicada a 10 kilómetros de Celaya, Guanajuato, y que ha extendido su control en toda la entidad, incluso en zonas colindantes con Querétaro y Michoacán.

El gran desafío en este momento para las autoridades federales es desarticular a este grupo criminal, pero también a todos los demás que están operando en el territorio nacional.

Lucha por el huachicol…

 

El pasado jueves, a las afueras de la puerta 4 de la refinería Refinería Antonio M. Amor, en Salamanca, fue abandonada una camioneta con un artefacto explosivo en su interior y con una narcomanta amenazante en la que piden al Presidente López Obrador detener los operativos contra el robo de combustible.

La narcomanta estaba presuntamente firmada por Antonio Yépez, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, grupo criminal que se dio a conocer en octubre de 2016 en un video en el que le declaran la guerra al Cártel Jalisco Nueva Generación.

Ambas agrupaciones se disputan el control del “Triángulo de las Bermudas”, donde los grupos criminales roban más hidrocarburo en el país. Se estima que el grupo de Yépez Ortiz provoca un quebranto a Pemex de 15.9 millones de pesos al día.

Según difundió Denise Maerker en Radio Fórmula, el Cártel de Santa Rosa se deslindó de la manta y acusó a sus contrarios de Jalisco e haberla colocado para inculparlos.