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La Conquista en blanco y negro

En días pasados se dio a conocer la carta que envió el Presidente Andrés Manuel López Obrador al rey de España, Felipe VI, en la que le pide que reconozca los atropellos que se cometieron durante la Conquista y se ofrezcan disculpas a los mexicanos.

 

En un video que el mandatario divulgó en redes sociales, donde aparece acompañado por su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, en Tabasco, dice: “Envié una carta al rey de España y otra carta al Papa para que se haga un relato de agravio y se pida perdón por agravios, las violaciones a los derechos humanos, hubieron (sic) matanzas e imposiciones…  Vamos a reconciliarnos, pero primero pidamos perdón; yo lo voy a hacer porque después de la Colonia hubo el exterminio de los pueblos originarios, entonces tenemos que pedir perdón, que el 2021 sea el año de la reconciliación histórica”.

La historia de la Conquista de la Nueva España no se puede contar en blancos y negros; hay muchos matices que debemos considerar. Por eso platiqué con la historiadora Isabel Revuelta acerca de este tema.

IR: El tema de la Conquista es una de las partes de nuestra historia que no queremos repasar; de alguna manera nos han hecho pensar que nos la sabemos, y no. Si tú preguntas en la calle los detalles de un proceso tan importante como éste, la gente de a pie no se lo sabe, y esa parte me parece importante rescatarla, porque no tenemos la historia completa. La Conquista se hizo de manera gradual; personajes como Moctezuma, Cuauhtémoc, Cuitláhuac, están un poco desdibujados. El malo, malísimo de Hernán Cortés y los maravillosos, honorables, buenos tlatoanis aztecas, que están completamente desconocidos para el público. El Imperio Mexica era un imperio que tenía sojuzgados a todos los pueblos del altiplano del Valle del Anáhuac desde hacía 200 años, con una base tributaria muy pesada y no nada más en cuestiones económicas, sino también las creencias de ese dios que tenían, sumamente sangriento y que necesitaba el derramamiento de sangre a través de los sacrificios humanos. Estos tributos tenían muy cansados a cientos de miles de indígenas y pueblos que estaban alrededor de ellos. Cuando llega Cortés, lo dice muy bien Miguel León Portilla, organizó a los descontentos; entonces es ahí donde empezamos a leer una historia distinta de la Conquista. No se puede entender la Conquista sin mexicanos, digámosle así, que no eran mexicanos, sino indígenas, más bien, apoyando a los españoles, porque tienes cientos de miles de tlaxcaltecas, cholultecas y otomíes que apoyan a Cortés en la toma de Tenochtitlan.   

BB: Fue de alguna manera lo mismo que vimos con este cambio de gobierno: todos los descontentos votaron por un cambio.

IR: Te unes, por supuesto, si tú ya estás cansado de un sistema que te tiene en tan mal posición. Lo que tenían los aztecas es que no era una sociedad democrática, es la parte que no hay que perder. No los endiosemos, no los ensalcemos; eran una sociedad completamente ruin con la gente que estaba debajo, no había posibilidad de movilidad, eso ni siquiera existía, y el sistema tributario era tan asfixiante, que cuando llega alguien y les dice: “Vamos a terminar con ellos”, no lo piensan; era gente muchísimo más fuerte que ellos, ya los habían sometido, digamos también, porque se dan cuenta que los españoles son mucho más fuertes que ellos y deciden aliarse porque se dieron cuenta que el mundo había cambiado y la continuidad era con el más fuerte, o sea, con los españoles. No fue algo lindo, fue algo sumamente sangriento, pero tuvieron esa visión de terminar con quienes los tenían sojuzgados.

BB: ¿Cuántos españoles llegaron con Cortés? Porque de alguna manera él se volvió cercano a los aztecas para conocer cómo operaban y después, conquistarlos.

IR: Hernán Cortés era un hombre muy astuto; cuando llega a las costas de Veracruz y empieza a avanzar, Moctezuma sabía perfectamente a lo que venía. Ya sabía que no eran dioses; va ganando terreno Hernán Cortés, va ganando aliados; la Batalla de Centla fue precisamente eso. Malintzin fue parte del regalo que le dan como tributo, ya sometido, y va avanzando hacia México-Tenochtitlan, y es recibido por Moctezuma en lo que hoy conocemos como la calle de Tacuba, a espaldas de la Catedral y de Palacio Nacional; ahí fue el encuentro con Moctezuma y fue alojado en casa del padre de Moctezuma, el Palacio de Axayácatl; ahí vivió Hernán Cortés con sus hombres, con Malintzin, durante cinco meses. Fue tanta la admiración que se tenían ellos dos, y también la aberración, porque había cosas de ellos dos que no podían; Hernán Cortés no podía con el Templo de Huitzilopochtli, lleno de sangre, de cadáveres, oliendo a muerte y, por supuesto, Moctezuma tampoco podía con la idea de que Hernán Cortés le fuera a quitar su imperio. Pero es un proceso que duró meses y hay que entenderlo así, que vivieron ahí juntos, que se conocieron, y es desconocido para la historia que en un momento de desesperación, cuando el pueblo apedrea a Moctezuma, porque los jóvenes apoyados por Cuitláhuac le piden a Moctezuma que ya no sea tibio, que los saque de ahí, que saque a los españoles, cuando se siente herido de muerte, le encarga a Tecuichpo, su hija más querida, a Hernán Cortés y a su hijo Chimalpopoca, porque también, de alguna manera, él entiende que se terminaba y que los que iban a dominar eran ahora los españoles. Es apasionante; hay que quitarnos un poco eso de los buenos y los malos y entender los hechos como tales; los dos pueblos tuvieron… vivieron el fin del mundo…   

BB: Sobre todo fueron todos unidos contra los aztecas; los españoles se apoyaron en el pueblo en ese entonces; no eran los distintos pueblos buenos, se apoyaron en el pueblo que estaba en contra de los aztecas para que tuvieran ellos el control.

IR: Fueron los indígenas, los tlaxcaltecas, los cholultecas, los que apoyaron a Hernán Cortés a volverse fuerte. Llevaba indios de Tlaxcala hacia Veracruz para rescatar los restos de los navíos y con esos 13 bergantines que construyen manos tlaxcaltecas, los cronistas hablan de la maravilla de las manos artesanas mexicanas, bueno, indígenas, porque lo que hacían en Europa en años, ellos aprendieron a tallar la madera y a armar estos bergantines en meses. Sin esos 13 bergantines no hubieran podido consumar el sitio en el área lacustre de Texcoco. Entonces fue ayudado por los indígenas, al final el sitio fue apoyado por cientos de miles de tlaxcaltecas y cholultecas.

BB: ¿Cómo ves que se haga una petición de disculpa a la corona española?

IR: Yo pienso que es un ejercicio estéril, porque es entender la historia con ojos de este tiempo y tú no puedes entender un proceso histórico si no te sitúas en el lugar y en el momento y, además, el debate sobre el maltrato a los indígenas, que sí existió por parte de algunos conquistadores, incluso Cortés, en ese momento fue subsanado por un elemento que todo mundo olvida en este debate: los evangelizadores; los frailes realmente vinieron a ayudar emocionalmente a los indígenas y a que esta conversión, que ya era inminente, porque ya estaba consumada la Conquista, fuera de la manera más humana posible, y el rey les da la autorización, por encima de los conquistadores, de evangelizarlos.

Y ante la demanda del Presidente López Obrador, y como era de esperarse, el Gobierno español reaccionó de inmediato a la divulgación del contenido de la carta dirigida al rey el pasado 1 de marzo, “cuyo contenido rechazamos con toda firmeza”.

El Gobierno español emitió un comunicado: “reitera su disposición para trabajar conjuntamente con el Gobierno de México y continuar construyendo el marco apropiado para intensificar las relaciones de amistad y cooperación existentes entre nuestros dos países, que nos permita afrontar con una visión compartida los retos futuros”.

Y el ministro de Cultura, José Guirao, admitió que la figura de Cortés “no es muy simpática en México” y se escudó en que el anterior Ejecutivo del PP no había dispuesto presupuesto para desvincularse de posibles actos oficiales de conmemoración.

 

México desde hace más de 200 años ha llevado una excelente relación con España. Qué necesidad de que, en vez de preocuparse por nuestra historia actual y resolver los problemas que tenemos en esta coyuntura, se nos quiera contar la historia de hace 500 años en blanco y negro.