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La detención de García Luna

Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Publica de 2006 a 2012, y uno de los hombres más importantes en temas de seguridad de México, fue detenido en Texas, Estados Unidos, investigado por la Corte de Distrito de Brooklyn, acusado de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa durante su gestión.

 

En un comunicado, el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Richard P. Donoghue, denunció que García Luna recibió sobornos millonarios a cambio de permitir la operación del Cártel de Sinaloa. 

El exfuncionario está acusado por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York de tres cargos, por conspirar con organizaciones criminales para llevar cocaína a Estados Unidos y uno más por mentir a las agencias de migración de ese país para obtener la ciudadanía, según la acusación que se liberó la mañana de este martes.

El nombre de Genaro García Luna surgió en el juicio en contra de Joaquín El Chapo Guzmán Loera en la Unión Americana.

Jesús El Rey Zambada, hermano de Ismael El Mayo Zambada, quien se quedó a la cabeza del Cártel de Sinaloa desde la extradición de Guzmán Loera a Estados Unidos, aseguró que García Luna habría recibido sobornos millonarios de parte de ese cártel.

Especialistas aseguraban en ese momento que era parte de la estrategia legal de los abogados de El Chapo, para que el jurado se confundiera y pensaran que su cliente era víctima de funcionarios mexicanos.  

En este espacio decíamos que nombrar a personajes políticos reconocidos era una estrategia de la defensa de El Chapo Guzmán.

En agosto de 2018, el exlíder del Cártel de Sinaloa se jugó una de sus últimas cartas e integró a su equipo de defensa al abogado Jeffrey Lichtman, un litigante durísimo, quien ha tenido grandes aciertos al defender a personajes como el líder de la mafia de Nueva York, John Gotti III.

Familiares de Guzmán Loera buscaban desde hace unos años que el litigante se uniera a la defensa. En un principio, Lichtman aceptó, pero como los abogados que defienden narcotraficantes cobran hasta que se resuelva el caso, para que no se les acuse de recibir dinero ilícito, la Fiscalía se negó a garantizar que de los 14 mil millones de dólares que busca incautar a El Chapo, no tocaría el dinero correspondiente a sus honorarios.

A Litchman, a quien apodan el Destruye testigos, declaró en su momento: “luchamos cada caso lo más duro posible y no damos cuartel. Espero con anticipación representar al señor Guzmán en el juicio y dar la pelea de su vida”.

Eduardo Balarezo, el abogado principal de Guzmán Loera, siguió al frente del caso, junto con William Púrpura; pero la incorporación de Jeffrey Lichtman fortaleció el equipo legal.

Lichtman condujo con éxito el caso de Gotti Jr., acusado de heredar el emporio ilegal de su padre como jefe de la familia criminal Gambino de Nueva York. Según los fiscales federales, Gotti se hizo cargo de las operaciones familiares en 1992, recibiendo órdenes de su padre desde la cárcel.

La estrategia de Lichtman fue que nombres de altos funcionarios en México se vieran involucrados en el juicio para hacer quedar a su cliente como una víctima del Estado. Y entre esos funcionarios estaba García Luna.

Paradójicamente, durante la gestión de García Luna fue detenido El Rey Zambada, quien estuvo recluido en México desde 2008 hasta 2012, cuando García Luna seguía al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, y fue extraditado a Estados Unidos, acusado de enviar toneladas de cocaína a ese país. 

Las acusaciones que han trascendido hasta ahora no parecen suficientes como para ordenar la detención del exfuncionario. La denuncia sin pruebas documentales de un narcotraficante, aunque se haya convertido en testigo protegido, no son suficientes. La fiscalía neoyorquina deberá ahora transparentar estas acusaciones y demostrar que las mismas tienen sustento.

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