La gente debe dejar de pensar que la ópera es para el público que conoce: Javier Camarena
Javier Camarena es, sin duda, el tenor mexicano más importante que hay en nuestros tiempos y se presenta con regularidad en los mejores teatros del mundo como el Met de Nueva York, el Festival de Salzburgo, la Ópera de Viena, y la Ópera de París.
BB: Javier, eres veracruzano, platícame cómo fueron esos primeros años.
JC: Soy de Xalapa; estudié en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana; mi maestra fue Cecilia Perfecto y fueron años de mucho aprendizaje, donde se cimentaron las bases de mi técnica vocal. Tuve la fortuna de tener una maestra muy profesional que llegado el momento, me dijo que ya había hecho su labor y que ya no podía llevarme más adelante; así que tenía que emigrar para encontrar mayor fortuna.
BB: ¿Cuándo descubres que te quieres dedicar a la ópera y que tienes este talento que muy pocos tienen? Es un privilegio.
JC: Fue ya entrado en la carrera; por ahí del 2001; llevaba ya seis años estudiando canto, por supuesto que ya me gustaba la ópera, ya sabía que quería dedicarme a ello. Creo que la parte decisiva fue ver un video de Plácido Domingo cantando Turandot en el Metropolitan de Nueva York; pero yo creo que lo más fuerte fue cuando participé en un concurso de canto en Perú y me eliminaron en la primera etapa; pero me sirvió para tomar la decisión de decir: “Esto es lo que quiero de mi vida; ésta va a ser mi carrera, tengo que prepararme mucho para estar en un nivel competitivo en el ámbito internacional de la ópera”; y ahí fue donde se decidió todo.
BB: Se nace con el talento, se nace con la voz; pero, ¿qué tanto es la preparación y qué tanto el talento que se tiene?
JC: Yo creo que realizar una carrera en las artes es, ¿qué te gusta?, uno por ciento talento y 99 por ciento de disciplina y trabajo; no puedes dejar esa parte tan importante y confiarte solamente en tu talento. Hay muchas cosas que se tienen que aprender, que se tienen que perfeccionar.
BB: Haces tu debut en el Metropolitan Opera House que es un escenario importantísimo en el 2011, ¿cómo fue ese día?
JC: El debut fue con El Barbero de Sevilla, de Rossini, una obra que cuando llegué al Metropolitan ya la había cantado muchísimas veces, por lo menos unas 40, en diferentes teatros de Europa. Llegué con un rol bastante consolidado vocalmente y muy seguro. Para mí, el Metropolitan de Nueva York era mi Everest, la cima que yo quería conquistar en la ópera y llegué; fue un muy buen recibimiento por parte del público. Fue un debut exitoso y prueba de ello es que sigo en el Teatro Metropolitan muy presente en prácticamente todas las temporadas de aquí a por lo menos 2022.
BB: Pero además de todo, te estás presentando en el Palacio de Bellas Artes, que es un recinto de mucha historia y uno de los más importantes de México para un tenor.
JC: Bueno, es mi cuna. Mi debut profesional fue en Bellas Artes y volver ahora, ya con este bagaje, con esta experiencia que me han dado los años de trabajo con diferentes y grandes directores de escena y grandes directores musicales, para mí es una gran satisfacción. Es un gran orgullo regresar y presentarme como el artista que soy hoy, y con este concierto que es dedicado al 150 aniversario luctuoso de Gioachino Rossini, un compositor que exige un alto grado de virtuosismo vocal, porque es muy agudo y son notas que se tienen que cantar muy rápido, en secuencia. Realmente es un programa muy atractivo, muy emotivo, y la verdad es que toda la gente, en este primer concierto que ofrecimos el jueves, estuvo muy, muy emocionada.
BB: ¿Cómo escoges los programas que vas a cantar?
JC: Hay una parte que tiene que ver con lo que yo puedo cantar, las obras en las que mi voz puede lucir más, que igual ya tengo un poco de experiencia cantando los diferentes roles y además, tener partes de la orquesta que son muchas de ellas muy conocidas por el público en general y también aprovechando las cualidades vocales de los demás intérpretes, que en esta ocasión me acompañan Guadalupe Paz, Anabel de la Mora, Rodrigo Urrutia, José Manuel Caro, que son todos grandes cantantes, todos mexicanos; y es un gran orgullo compartir escenario con ellos. Estuve preparando también a los beneficiarios del Estudio de Ópera de Bellas Artes, que pusieron todo su empeño, hicieron su mejor esfuerzo con muy buenos resultados, creo yo, y bueno, qué decir del coro y de la orquesta de Bellas Artes; siempre hacen un trabajo fantástico y en esta ocasión nos dirige el maestro Srba Dinic.
BB: Sales de Xalapa, y ¿a dónde te vas?
JC: Tenía dos opciones: estudiar aquí en la Ciudad de México, o ir a Guanajuato y como buen provinciano, la Ciudad de México me daba un poco de miedo, y pensando en Guanajuato que era una ciudad pequeña, me pareció una buena opción; además de que mi maestra me recomendó personalmente con un maestro de allá. Ahí terminé mi licenciatura en música como cantante, y antes de terminar la licenciatura en 2005, en 2004 gané el Concurso Nacional de Canto en Bellas Artes y dos años después salió esta oportunidad de ir al Estudio de la Ópera de Zúrich, donde llegué primero como estudiante a un programa que normalmente tiene una duración de dos años; estuve prácticamente cuatro meses y el teatro me contrató por cinco años y estuve presentándome con los roles principales de óperas del repertorio italiano.
BB: Te daba terror llegar a la Ciudad de México y de repente te dicen ¿sabes qué? para continuar tu carrera, para que sigas ascendiendo, te vas a Europa; dejas familia, dejas todo y te vas a construir una vida allá, porque la verdad la cultura de la ópera en México no está consolidada.
JC: Yo ya tenía una carrera incipiente, pero ya estaba cantando en diferentes producciones de ópera, en diversos conciertos. Yo buscaba crecer más como artista y esa parte sí creo que ya no la iba a encontrar en México; cuando decidí irme a Suiza fue porque también el maestro Francisco Araiza, otro gran tenor mexicano, leyenda viviente de la ópera, estaba como catedrático principal en la parte del canto en el Estudio de la Ópera de Zúrich, y eso fue lo que me incentivó. Mandé todos mis documentos, me aceptaron en el Estudio de Zúrich, y me fui; y como bien dices, dejando a mi familia, a mi hija, que tenía 2 años y medio en ese entonces.
“La gente debe quitarse el miedo y dejar de pensar que la ópera es para cierto público que conoce; es más: debe llegar y probar, así como uno va al cine”
BB: Javier, ¿cómo ves la ópera en México?; ¿qué tanto le gusta a la gente?
JC: Creo que hay una concepción errónea, que no sé de dónde nace; tal vez un poco de esta idea de que la ópera la tienes que entender y tienes que saber y que hace que la gente se sienta, tal vez, intimidada. Pero no se deja de apreciar la música como arte, lo puedes ver en programas de televisión, como ésos de los talentos que van saliendo. Recientemente uno de estos programas lo ganó un chico de Oaxaca, que es tenor; y antes de eso en programas internacionales, Paul Potts, que no era un cantante profesional de ópera, pero que sonaba a ópera, ganó el concurso, o sea, un aprecio por la música como arte, no solamente como para bailar y acompañar las fiestas; la música como arte o como esta posibilidad de acercar cierta parte tan sublime y tan divina que tiene la música al corazón del ser humano, está y es real.
La gente, creo, debe quitarse el miedo y dejar de pensar que la ópera es para cierto público que conoce; es más: debe llegar y probar, así como uno va al cine y prueba diferentes películas, hay películas que te gustan y otras que no te gustan o que te aburren; lo mismo pasa con la ópera. Los idiomas han dejado de ser una limitante hace muchos años, porque tenemos también subtitulaje; hay gente que va al cine y no sabe hablar inglés, pero está leyendo los subtítulos y entiende perfectamente la película, lo mismo pasa con la ópera. Simplemente estar dispuestos a aceptar lo que la música, lo que estos compositores, que han prevalecido por tantos años, quieren compartir, y dejarse llevar es realmente fascinante ver cómo la música puede mover tantas fibras en el corazón y en el alma del ser humano que ningún otro arte puede lograr.
BB: Javier, en una frase, ¿cómo te defines? Javier Camarena es…
JC: Soy un hombre que ama profundamente a su familia: soy un apasionado por mi trabajo, por la música, por el canto; y estoy comprometido hasta las uñas en hacer siempre mi mejor trabajo, mi mejor esfuerzo para realizar lo mejor posible mi trabajo y representar con ello el arte y la cultura de mi país.