La mano que mece la cuna
Cientos de migrantes, en su mayoría venezolanos, se abalanzaron por el puente internacional Paso del Norte-Santa Fe, que conecta a Ciudad Juárez, Chihuahua, con El Paso, Texas. De forma ilegal e intimidatoria intentaron cruzar para llegar a Estados Unidos.
Cerca de las dos de la tarde del pasado 12 de marzo, de forma inusual, la garita comenzó a llenarse de migrantes, en su mayoría venezolanos; cientos de personas se aventaban y confrontaban con las autoridades estadounidenses.
En instantes los migrantes decidieron caminar por el puente, no causaron daños, y, sin dudarlo, corrieron hacia la segunda inspección del puente, que es del lado estadounidense.
Eran mujeres, niños y adultos mayores que dejaron atrás a los elementos de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración, dicen que para buscar respuestas de sus solicitudes por parte de las autoridades estadounidenses, que, a diferencia de las mexicanas, no cedieron un solo centímetro y mantuvieron a raya a los migrantes.
Está muy extraño que hayan sido migrantes, principalmente venezolanos, y cientos de ellos intentaran cruzar a como diera lugar. Recordemos que Venezuela está en constante conflicto con Estados Unidos y que el Presidente Maduro ha manipulado a la gente de su país en contra de Estados Unidos, particularmente contra la administración Biden.
El diario La Voz de Venezuela dice: “CARACAS / MARACAIBO, VENEZUELA. Durante los primeros dos años de la administración del presidente Joe Biden, la Casa Blanca ha dejado en el retrovisor una política de máxima presión sobre el chavismo en Venezuela para dar paso a una estrategia de negociaciones, cuyos resultados palpables apenas asoman sus frutos, según expertos consultados”.
Los medios de comunicación en Venezuela están bajo el control del Estado. La libertad de expresión simplemente no existe.
Estas caravanas masivas no son espontáneas, están hechas para desestabilizar la política interior de Estados Unidos. Hoy es el crimen organizado el que mueve a esa gente, prometiéndoles que los van a ayudar a lograr el sueño americano.
Muy pocos de estos migrantes saben que están siendo manipulados, pero a quien los mueve se le está pagando. Es negocio de millones de dólares.
En la caravana de estos días, de acuerdo con testimonios de varios venezolanos, llegó un mensaje de que era el “Día del migrante” y que Estados Unidos abriría las puertas para permitir que varios buscaran asilo o una visa humanitaria.
Pero se trataba sólo de un rumor, que generalmente es fomentado por grupos criminales que mueven estas caravanas para manipular, extorsionar, secuestrar, violar u obligar a los migrantes a delinquir.
Podría casi asegurar que detrás de esta caravana migrante podría estar el gobierno de Venezuela, entre otros opositores a Estados Unidos.
Me ha tocado cubrir como reportera algunas de estas caravanas. Por ejemplo, la del 2018, en Chiapas. Con mentiras, los migrantes fueron llevados a la frontera, y con un discurso muy religioso, prometiéndoles que llegarían a la tierra prometida del señor.
Los llamados “polleros” han movilizado estos enormes grupos desde Centroamérica con la promesa de que estarán mejor, pero el riesgo para ellos es enorme, y además, les cobran mucho dinero.
Según un cálculo de la Secretaría de Gobernación, en 2019, las ganancias de los traficantes de migrantes en México ascendieron a 615 millones de dólares.
Para muchos, si un migrante paga a un pollero 5 mil dólares, bien podría tener otra opción de buscar una ruta segura a través de un vuelo desde Chiapas hasta Tijuana, que podría costarle poco más de 4 mil pesos, pero hay que recordar que se necesita tener papeles en regla para abordar un avión, y muchos de los migrantes no cuentan con pasaporte o identificación válida que les permita tomar esta ruta.
Movilización sospechosa
Por ello, el migrante termina siendo convencido por el pollero y opta por caminar varias semanas.
En otras ocasiones se ha dado el reporte de cómo estas caravanas surgen en momentos que parece favorecer a ciertos grupos, como en 2018, cuando el discurso antiinmigrante del entonces presidente Donald Trump subía de tono; de forma paralela miles de nicaragüenses, salvadoreños y hondureños comenzaron a viajar a pie en cantidades que antes no se habían visto con la finalidad de llegar a Estados Unidos. En ese momento, y especulando, podría ser que parte de estos movimientos hayan sido planeados de manera estratégica por el gobierno de Trump.
Lo que vimos este fin de semana, siendo mal pensados, la manera en que estos venezolanos intentaron ingresar a Estados Unidos, beneficia al gobierno de Venezuela, porque una situación así pone en problemas a la administración del presidente Joe Biden, con quien se han conflictuado constantemente.
En noviembre pasado, los migrantes también fueron convocados a través de redes sociales para que se aglutinaran en la misma garita de Ciudad Juárez. La mentira era similar: que Estados Unidos abriría las puertas a unos cuantos para dejarlos pasar, sin embargo, no llegaron más allá de la línea migratoria.
Ante este panorama, en 2021, el embajador estadounidense, Ken Salazar, acusó a los líderes de la caravana migrante de fingir que velan por los derechos humanos, cuando en realidad están beneficiando económicamente al crimen organizado, especialmente, a las pandillas de polleros que cruzan a migrantes a través de la frontera a cambio de dinero.
En esa misma ocasión, el diplomático criticó que algunos políticos, sin mencionarlos directamente, utilicen el tema migratorio para hacer crecer su carrera en el sector público. “Los que usan esto de la migración para avanzarse políticamente, hay muchos, no lo deberían de hacer”.
Lo de Ciudad Juárez del pasado domingo se da en medio de las críticas de los republicanos más radicales y a unos meses de que termine la aplicación del llamado Título 42, con el que el gobierno de la Unión Americana deporta de forma inmediata a los migrantes con el argumento de los contagios por Covid-19.
Ahora que el virus ya no es amenaza, Joe Biden alista nuevas reglas para frenar los enormes flujos migratorios bajo el Título 8 de la ley de migración, el cual pondrá en marcha a partir de mayo. Además, hay que recordar que pronto habrá elecciones en Estados Unidos, y eso también es parte de la estrategia.