Back

La oportunidad de presidir la Corte es para cambiar el Poder Judicial: Arturo Zaldívar

Hace cuatro años fueron necesarias más de 30 rondas de votación para decidir quién sería el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); en aquella elección Arturo Zaldívar se quedó en el umbral. El pasado 2 de enero, en sólo cinco minutos, cumplió su sueño y fue elegido como la cabeza del Poder Judicial. Por ello, recuperamos esta entrevista.

 

BB: Estudiaste siempre en escuela de maristas, ¿eres muy religioso?, porque, por otro lado eres muy liberal.

AZ: Mis padres eran muy religiosos, yo estudié en una escuela de los Hermanos Maristas, pero ellos eran unos religiosos liberales, cercanos a lo que es la Teología de la Liberación, que entonces tenía mucho auge. A partir de ahí yo tuve un acercamiento con el humanismo, con una visión social de la realidad y con esa necesidad de tratar de transformar estructuras para que la gente pueda vivir un poco mejor. Entonces, aunque tuve una educación religiosa, fue abierta y poco a poco fui tomando mi propia línea de pensamiento, y hoy no estoy cercano a ninguna Iglesia en particular.

BB: Tus padres te impulsaron siempre para que dejaras Querétaro y vinieras a la Ciudad de México a estudiar, que pensaras en grande.

AZ: Sí, ellos eran personas de los valores tradicionales de provincia, vivían de acuerdo a esos principios y particularmente mi mamá me impulsó para venir a estudiar a la CDMX; ella dio clases de inglés para apoyarme en el primer año, después yo empecé a trabajar y ya pude ayudarme en mi manutención y los estudios. Por otro lado, el ejemplo de mi padre fue muy importante; es sin duda, el hombre más honesto que conocí; él se enfermó de esclerosis lateral amiotrófica muy joven. Mi esposa tuvo cáncer y es de las cosas más difíciles que me han pasado. Pero tratando de ser solidario, intentando tener paz mental, fortaleza y, sobre todo, que ella sintiera que yo estaba ahí en todo momento y que íbamos a salir adelante, afortunadamente salió; hoy está perfectamente sana y estamos los dos muy felices.

BB: Estudiaste en la Libre de Derecho y tu maestría y doctorado en la UNAM.

AZ: Sí, para  mí fue un cambio muy importante; yo siempre he dicho que el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM es mi casa, donde me siento más en confianza, donde he hecho mucho más labor académica,  y donde tengo más amigos académicos, empezando por el maestro Fix Zamudio (a quien considero mi maestro más importante), Jorge Carpizo, Diego Valadés, Sergio García Ramírez, Pedro Salazar, Lorenzo Córdova, Eduardo Ferrer Mac-Gregor, Miguel Carbonell…

BB: Durante muchos años tienes tu despacho, una trayectoria importante, y de un día para otro decides cerrarlo para ingresar a la Corte, ¿cómo se da este trance?

AZ: Una vez terminando la carrera, mi objetivo era ser independiente, pongo mi primer despacho y combino el ejercicio libre en materia de amparo y derecho constitucional con la academia, escribir y dar conferencias. En algún momento, después de haber logrado todo lo que me había propuesto profesionalmente, veo por un lado la necesidad de tener nuevos retos; ya no me apasionaba ser abogado, ya no había emoción ni desafíos. Por el otro, yo siempre había estado cerca del trabajo de los tribunales y veía que era una manera de desarrollarme en otra faceta, además de tratar de incidir en el país. Me di cuenta que en aquel momento era difícil transformar realidades desde el ejercicio de abogado, pero que desde la Corte se puede realmente incidir en la vida de la gente y hacer diferencia en el país, y por eso tomo la decisión de buscar ser ministro.

La oportunidad de presidir la SCJN es con la idea de transformar el Poder Judicial, de tener una mejor justicia, de cambiar al país”

BB: Eres de los ministros que pudieramos llamar “hipergarantistas”, que primero se debe garantizar el proceso y los derechos de las personas; también has sido criticado por eso: aprobaste el derecho al aborto, la liberación de Florence Cassez, ¿cómo se dan estos asuntos?

AZ: Creo que los jueces constitucionales no tenemos que buscar ser populares. Al menos yo, cuando tengo un asunto, trato de hacer lo correcto, lo que es mi obligación, y hay veces que la decisión cae bien y a veces no, pero a veces, al paso de los años, se entiende la razón de lo que se hizo, que era una visión correcta y que eventualmente trajo cosas buenas. Quizás el caso más controvertido y más mediático fue el de Cassez; sin embargo, a partir de ahí el debido proceso entró en el lenguaje de los mexicanos y hoy es una realidad que, si no se respeta el debido proceso, pues los juicios se caen. El Estado no se puede comportar igual que los delincuentes, el uso legítimo de la fuerza pública para sancionar a alguien tiene que ser respetando los derechos de defensa.

BB: ¿A Arturo Zaldívar le afecta la presión social, política y mediática?

AZ: Desde que llegué a la Corte, por los asuntos que he llevado, sí he sido sujeto de presión política y mediática, pero para mí lo más importante es la paz mental. Cuando tienes la certeza interior de estar haciendo lo correcto, en eso descansas, y creo que he demostrado con hechos que, a pesar de las presiones, he realizado lo que he considerado lo correcto. Yo no he cambiado mis decisiones ni mis votaciones porque haya presión. Si estás en este cargo y no eres incómodo y no tienes enemigos, es que no has hecho tu trabajo.

BB: Un ministro siempre espera presidir esta Corte, ¿no?

AZ: Tener la oportunidad de presidir la SCJN es con la idea de transformar el Poder Judicial, de tener un mejor Poder Judicial, una mejor justicia, de cambiar al país. Una Suprema Corte, lo he dicho, más austera, más transparente, más cercana a la gente, con mayor sensibilidad social, con mayor sensibilidad humana. Ser presidente de la Corte por ser presidente de la Corte créeme que no me representa ninguna ilusión, como no me interesaba ser ministro de la Corte por ser ministro de la Corte. Creo que a los cargos hay que llegar por las razones correctas y para hacer las cosas correctas. Y quiero ser muy claro, yo tengo por lo menos cuatro años diciéndolo: creo que se puede hacer un esfuerzo muy importante sin afectar a los servidores públicos del Poder Judicial para hacer ahorros significativos en atención a una austeridad, y me parece que quedó claramente demostrada en las urnas que la gente la pide y que es urgente.

BB: Arturo, ¿cuál ha sido el día más feliz de tu vida?

AZ: Cuando llegó mi hija Mariana.

BB: ¿Y el más triste?

AZ: Cuando murió mi madre.

BB: Completa esta frase: Arturo Zaldívar es… 

 

AZ: Un hombre que vive como piensa y piensa como vive.