
La plaga del gusano barrenador
El ahorro, la austeridad malentendida y la ideología puede salir carísima, incluso acabar con vidas.
Desde la administración pasada, el exsecretario de Agricultura Víctor Villalobos y todo un gran equipo de expertos, le pidieron al entonces presidente López Obrador que no redujera los presupuestos, y que no se dejara llevar por creencias que no son científicas en el tema de la fumigación.
Y es que la fumigación es crucial para controlar la propagación del gusano barrenador, que puede causar enfermedades graves en animales. Si la fumigación es insuficiente o no se realiza, el gusano barrenador puede proliferar y causar un mayor riesgo para la salud animal y potencialmente humana. La falta de fumigación puede permitir que la mosca Cochliomyia hominivorax, que causa la enfermedad, se propague y se establezca en nuevas áreas.
Pues hoy en México hay varios casos de ganado infectado por el gusano barrenador que ya ha causado muertes, pero hasta ahora que el Gobierno de Estados Unidos ha enviado un comunicado al Gobierno de México, se están tomando cartas en el asunto.
El sábado, la administración del presidente Donald Trump lanzó una nueva sugerencia al gobierno de Claudia Sheinbaum: combatir el gusano barrenador, de lo contrario, Estados Unidos impondrá restricciones en las importaciones de productos animales provenientes de México.
El señalamiento fue emitido a través de una carta, redactada por la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, quien exhortó a Julio Berdegué, el también secretario de Agricultura en México, a resolver el problema antes del miércoles 30 de abril.
Brooke Rollins manifestó su preocupación por las limitaciones en las operaciones de fumigación aérea, donde según el USDA, las autoridades mexicanas han restringido los vuelos fumigadores a operar sólo seis días a la semana, cuando la campaña requiere vuelos siete días para erradicar el gusano barrenador. Además, denunció la imposición de aranceles sobre piezas necesarias para mantener el funcionamiento de los aviones fumigadores.
La presencia del gusano barrenador en el ganado mexicano puede convertirse no sólo en una en amenaza en las relaciones comerciales entre nuestro país y Estados Unidos, si no que puede afectar la salud de miles de mexicanos.
Este gusano ataca a través de la mosca Cochliomyia hominivorax, la cual se alimenta del tejido vivo de los mamíferos y luego deposita sus huevos en heridas superficiales. Las larvas eclosionan en un periodo de 12 a 24 horas y posteriormente, las larvas se alimentan del tejido durante 4 a 8 días, causando graves daños al animal.
Las infestaciones provocan pérdida de peso en los animales, menor producción de leche y carne, y costos altos de tratamiento veterinario, reduciendo la rentabilidad de las explotaciones.
Desde la semana pasada, las autoridades estadounidenses demandaron a México eliminar restricciones en aviones del USDA y eximir de cuotas aduanales al equipo de erradicación de los gusanos. Advirtieron que habría restricción de la importación de ganado en caso de que México no erradique la plaga por gusano barrenador.
Han expresado su preocupación por las limitaciones impuestas por México a las operaciones de fumigación aérea, incluyendo restricciones en los días de vuelo y la imposición de aranceles a equipos esenciales.
Existe una relación directa entre los recortes presupuestarios implementados durante la administración de Andrés Manuel López Obrador y el resurgimiento del gusano barrenador en México.
Estos recortes han afectado significativamente los programas de vigilancia y control sanitario, especialmente en la frontera sur del país, permitiendo la reaparición de esta plaga que había sido erradicada en 1991.
Desde el sexenio pasado, hubo un debilitamiento de programas de erradicación ante la reducción de recursos que limitaron la capacidad del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para mantener programas efectivos de control, como la liberación de moscas estériles y la vigilancia en zonas de alto riesgo.
La falta de fumigación o desinfección adecuada puede aumentar el riesgo de infestación por gusano barrenador en animales y, en algunos casos, en humanos. El gusano barrenador es una larva de mosca que causa miasis, una enfermedad que puede causar graves daños en la piel y tejidos de los animales, incluso la muerte.
La realidad es que las preocupaciones incrementaron luego de darse a conocer la primera muerte humana por el gusano barrenador, se trata de una mujer de 77 años en Chiapas, quien murió hace dos semanas por miasis, es decir, una infestación parasitaria producida por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax. Estas larvas, también conocidas como gusanos, pueden causar diversas lesiones en la piel, órganos e incluso el sistema digestivo.
Y es que aunque es más raro, el gusano barrenador también puede afectar a personas, especialmente en zonas rurales donde hay menos acceso a servicios médicos.
El Gobierno mexicano desestimó la muerte en Chiapas, pero existe alerta debido a que además de la muerte de la mujer adulta, están los casos reportados en ganado y animales domésticos en cinco estados al sur del país.
Hasta el momento de escribir esta columna, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), en México tiene datos de 265 animales afectados por el gusano y 14 mil 513 expuestos a la plaga en cuatro de sus 32 estados.
Se tiene conocimiento de 107 nuevos casos de gusano barrenador en este año, 70 en Chiapas; 18 en Tabasco; 16 en Campeche, aquí hay un caso en un perro y otro en un cerdo; y tres en Quintana Roo. 30 de ellos se dieron en plena semana vacacional.
Hasta el 19 de marzo, según la OMSA, México no reporta sacrifico de animales enfermos, como medida de contención de la plaga. Sólo prohibió trasladar el ganado de los ranchos afectados, o sea, no pueden vender ni reubicar animales.
Y es que, si no se fumiga, si no se aplican otras técnicas de control, como trampas, liberación de insectos estériles, vigilancia de heridas, el gusano puede reproducirse y extenderse a nuevas áreas rápidamente.
En noviembre del año pasado, con la detección de casos de gusano barrenador en Chiapas, Estados Unidos suspendió temporalmente las importaciones de ganado mexicano, afectando a productores en estados como Chihuahua, Durango y Coahuila, incluso se estima que hubo pérdidas económicas por estas restricciones por 350 millones de dólares.
Apenas en febrero de este año, el gobierno estadounidense había levantado estas restricciones que hoy parecen volver.
Después de largas pláticas entre autoridades mexicanas y estadounidenses, se ha llegado a un acuerdo momentáneo, México le dará agua a los ganaderos de Texas y permitirá que se fumigue y se trate de erradicar al gusano barrenador.
Mientras tanto habrá que ver qué tan eficientes son las autoridades mexicanas, tratando de erradicar una plaga que no hubiera surgido si las políticas de austeridad del gobierno de López Obrador y las creencias de personas tan poco preparadas como Hugo López-Gatell, quien decía que fumigar era dañino para la salud.
¿No es más dañina una plaga como el gusano barrenador?