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La resurrección de Elba Esther

Cuando detuvieron a Elba Esther Gordillo, en 2013, acusada de malversación de fondos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para su uso personal, muchos pensaron que la vida política de la maestra estaba acabada. Se equivocaron. Decía Churchill que la política era peor que la guerra, porque en la guerra te pueden matar sólo una vez, pero en política te pueden matar muchas veces. Por eso nunca hay que dar por muerto a un político, menos a uno de raza, como Elba Esther.

 

La historia de Gordillo Morales tiene diversos matices: muchos se indignaron por las compras en tiendas en donde se gastó miles de pesos en bolsas y accesorios. Pero hay que recordar que no hubo una sola denuncia del sindicato en su contra. Y el dinero con el que se compraron las cosas era del sindicato. 

Elba Esther cometió errores y excesos, no hay duda. Pero los crímenes que se le imputaron no fueron comprobados.

Se habla de la incondicionalidad de muchos sectores del sindicato con Elba, pero se olvida que entre 1990 y 1995 el salario de los maestros creció 160 por ciento en términos reales. Y mucho más durante el gobierno de Felipe Calderón, con el que mantuvo una alianza real. Fue la opción, además, que se antepuso, con todos los condicionamientos que se quieran señalar, a la opción ultrarradical de sus opositores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Pongamos un ejemplo de cualquier sindicato. El trabajador gana 10 pesos y el líder sindical le consigue que el sueldo sea de 20. El trabajador paga una cuota mensual de dos pesos. Aun así, termina ganado ocho pesos más del salario inicial.

Por eso a los trabajadores no les genera ningún conflicto pagar cuotas si ellos obtienen beneficios. Y por eso Gordillo no tiene denuncias de parte del sindicato por el manejo del dinero. Era de esperarse que el proceso legal se cayera, pues no había sustento para las acusaciones de lavado de dinero y delincuencia organizada.

Elba Esther la pasó muy mal los años que estuvo en reclusión. Pero, sobre todo, tuvo que enfrentar la muerte de su hija Mónica (una mujer extraordinaria). A las exequias de Mónica llegó Juan Díaz de la Torre, un hombre que siempre había sido cercano a Gordillo y quien, tras su detención, asumió la dirigencia del SNTE. Se saludaron fríamente, porque la maestra se sintió traicionada por Díaz de la Torre. Pero lo cierto es que, como dijimos, Díaz de la Torre jamás presentó, desde el sindicato, denuncia alguna contra la maestra. Pero mucho más traicionada se sintió por una administración a la que había ayudado, y mucho, para llegar al gobierno.

Ayer, al momento de escribir estas líneas, Juan Díaz de la Torre estaba presentado su renuncia durante la 47 sesión extraordinaria del Sindicato, misma que se realizó en las instalaciones del gremio en la CDMX. Se dice que la dimisión se acordó con el grupo de la maestra Elba Esther.

Cuando finalmente, luego de cinco años detenida, quedó en libertad, el primer grupo que salió a manifestarse en su contra fue el de los maestros de la CNTE. La Coordinadora se ha caracterizado por su violencia y radicalización. Desde la Subsecretaría de Gobernación, al mando de Luis Miranda, en 2013, pensaron que con la maestra fuera de la escena, la Reforma Educativa sería más sencilla y que ella era la enemiga. Se equivocaron: el enemigo de la reforma era, y es, la CNTE. Lo único que lograron fue que se fortaleciera la Coordinadora y dejaron crecer a quienes más daño le han hecho a la educación de nuestros niños.

Y es que tras la detención de Elba Esther, la CNTE “aumentó” su poder. Las agresiones contra quienes atentaban a sus intereses se volvieron continuas. Maestros que no comparten sus exigencias han sido golpeados, humillados y exhibidos como “traidores”. El magisterio disidente ahora tiene mucha más fuerza y control sobre plazas en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, los sitios donde la educación tiene mayor rezago.

En política no existen las casualidades; hace unos días la expresidenta del SNTE dio un discurso en el cual pidió que haya voto libre y secreto para designar a una nueva dirigencia de la organización, y aseguró que iban por recuperar, para su grupo, el sindicato. Ahora lo tienen al alcance de su mano.

Reina… de la polémica

A menos de 48 horas de que el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ofreciera un perdón para todos los actos de corrupción previos, Elba Esther Gordillo anunció que buscaría nuevamente liderar el SNTE, el sindicato más grande de América Latina, con 1.6 millones de agremiados.

“Para lograr nuevamente la unidad y la fortaleza necesaria, le tomamos la palabra al Presidente electo: tenemos que construir nuevos liderazgos, surgidos del voto libre, incluyente, secreto y universal…Vamos unidos y sin miedo por el SNTE”, aseguró en un video difundido a medios de comunicación.

El mismo día se dio a concocer que, por medio de sus abogados, la maestra solicitó a la Suprema Corte que reasuma su competencia para que resuelva uno de los 30 amparos que tramitó para saber si la PGR aún la investiga.

El primer mensaje que ofreció a medios tras su detención en 2013, fue el 20 de agosto pasado (primera foto), en una conferencia en la que declaró que hubo una persecución política en su contra y que “ahora que recuperó la libertad, la Reforma Educativa se ha derrumbado”. Mientras esto ocurría, un grupo de personas se manifestaba en contra de la maestra afuera del hotel donde fue el evento (segunda foto).

 

El regreso de la maestra generó polémica, aunque esto no es nuevo para la exlideresa sindical. Y ayer, organizaciones como la Unión Nacional de Padres de Familia, la Alianza de Maestros y Confederación Nacional de Escuelas Particulares aprobaron en el anuncio de Gordillo Morales. A su vez, la CNTE en Oaxaca informó que se encuentra en máxima alerta ante el posible regreso de la maestra, al considerar que la renuncia de Juan Díaz de la Torre “evidencia los cotos de poder” para beneficiar a la  extitular del SNTE.