Las precampañas y la seguridad
Para este próximo 2024, en México, además de elecciones para definir la Presidencia de la República, hay elecciones en otros nueve estados. La situación es compleja. La violencia en muchos de estos estados es enorme y en épocas electorales aumenta. Hoy vamos a hablar de Chiapas, un estado en donde el crimen organizado ha entrado como nunca antes. Miles de chiapanecos han tenido que dejar sus tierras y lo poco que tenían con tal de sobrevivir.
La disputa en el estado entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa ha ocasionado que, al mismo tiempo que ellos se enfrentan en una cruenta guerra, también afecten a los pobladores que no tienen nada que ver con negocios ilícitos.
Platicábamos en esta columna cómo miles de familias han tenido que abandonar sus hogares por temor a que sus hijos adolescentes sean secuestrados por el crimen organizado, para ingresar a sus filas.
Hace unos días se vio cómo miembros supuestamente del Cártel de Sinaloa, armados con armas largas y camionetas blindadas, organizaron un convoy supuestamente para garantizar la seguridad en Frontera Comalapa dada la presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación. El Presidente Andrés Manuel López Obrador desde la mañanera trató de minimizar el asunto diciendo que era propaganda en contra suya. La realidad es que es propaganda, pero del Cártel de Sinaloa para mostrar su fuerza en el estado.
Y es que en Chiapas vemos desplazamientos forzados, secuestros colectivos y asesinatos. En ese estado fronterizo hay una disputa enorme entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación. No solamente es por el control de las tierras para el trasiego de drogas, ahora también el tráfico de migrantes, la trata de personas y las extorsiones.
Ahora estos grupos también quieren adueñarse de la base social. De los indígenas, de los más necesitados. Mucha gente en Chiapas está sometida y es obligada a participar con el crimen organizado contra su voluntad.
Apenas el pasado 23 de septiembre la Diócesis de San Cristóbal de las Casas y Tapachula hizo públicas unas cartas en las que hablan de la difícil situación que se vive en ese estado y cuestionan a las autoridades por no actuar.
Apenas en junio pasado fueron secuestrados en el municipio de Ocozocoautla 33 empleados de la Secretaría de Seguridad de Chiapas cuando viajaban en un autobús que fue interceptado por civiles armados.
Bajaron a las mujeres y se llevaron a 16 trabajadores de la secretaría. Los hombres fueron liberados días después, pero durante el tiempo que estuvieron secuestrados, sus captores grabaron videos en los que aparecen los empleados leyendo sus exigencias, la principal demanda era la destitución o renuncia de tres jefes policiales de Chiapas ligados a un grupo criminal que secuestraron a una mujer.
El próximo gobernador de Chiapas tendrá que enfrentar esta violencia y brindarle seguridad a los chiapanecos.
En ese estado todo indica que gobernará una mujer. Hoy quien está arriba en las encuestas es Sasil de León Villard, quien, en caso de quedarse en la gubernatura, tiene una responsabilidad enorme, pero es una mujer que conoce Chiapas y ha trabajado en distintas posiciones donde ha salido bien evaluada. Actualmente es senadora.
Mientras este estado se encuentra en una espiral de violencia rumbo al 2024, hay otros ocho estados en donde Morena ha iniciado ya los procesos internos para definir candidatos de su partido a través de encuestas.
Es un momento crítico en donde no se debe de descuidar la seguridad por estar distraídos en lograr candidaturas y hacer campañas.
En la Ciudad de México, Morena ya seleccionó a quienes entrarán a la encuesta para ser los coordinadores locales de la Defensa de la Cuarta Transformación. Los registrados son Omar García Harfuch, quien lleva ventaja de su más cercana contrincante Clara Brugada, Hugo López-Gatell quien después de su pésimo desempeño al frente de la pandemia por Covid en nuestro país es una vergüenza que esté registrado y Mariana Boy, quien por segunda vez busca la capital del país.
En Tabasco se eligió a Javier May, quien parece ser tiene mayores posibilidades, Yolanda Osuna Huerta, Raúl Ojeda y Mónica Fernández Balboa.
En Veracruz están Rocío Nahle, quien encabeza las encuestas, Claudia Tello, Zenyazen Escobar y Eric Cisneros.
En Yucatán quedaron Joaquín Díaz Mena, la diputada federal Rocío Barrera, la senadora Verónica Camino Farjat y Jazmín Villanueva.
Pero para Yucatán parecía que había una nueva carta para Morena, Jorge Carlos Ramírez Marín. Tras sentirse que en el PRI no iba a lograr la candidatura, apenas la semana pasada se cambió al Partido Verde para ser uno de los cuatro elegidos, pero al final no obtuvo los votos suficientes. Ramírez Marín es un hombre muy querido en Yucatán.
Para Jalisco compiten Clara Cárdenas, Carlos Lomelí, José María Martínez y Elizabeth Michel, aquí también quedó fuera Antonio Pérez, papá del Checo Pérez.
En Guanajuato los principales candidatos para ser elegidos, de entre los 19 inscritos, son Ricardo Sheffield, Bárbara Botello, Ernesto Prieto y Antares Vázquez.
En Morelos los elegidos fueron Víctor Mercado Salgado, Rabindranath Salazar Solorio, Sandra Anaya Villegas y Margarita González Saravia.
Puebla se seleccionó a los exsecretarios estatales Julio Huerta, Olivia Salomón, Lizeth Sánchez y el diputado federal Ignacio Mier.
En todos estos estados hay conflictos de seguridad, quizá el más grave donde habrá elecciones sin duda es Chiapas, pero los otros ocho estados también pueden enfrentar una crisis de seguridad.
Las autoridades no pueden bajar la guardia por estar en precampañas. Tienen doble trabajo.