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Las vacunas sobre diluidas de Gatell

Desde la oficina de Hugo López-Gatell se dio la instrucción de sobre diluir la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer.

 Así pudieron extraer 7 dosis de cada vial en lugar de 6 como es debido y como especifica el fabricante. Esta polémica se dio en 2021, cuando a través de redes sociales revelaron que en la Ciudad de México se aplicaban las dosis de la vacuna en grupos de siete, cuando lo correcto era de seis. En ese momento, de acuerdo con las denuncias, las enfermeras argumentaron que la dilución del antígeno era por una cuestión técnica porque si no “no alcanzan” las vacunas.

Por supuesto que en ese momento Gatell lo negó. No fueron sospechas la sobre dilución de las vacunas, es una realidad.

Hay un oficio firmado y membretado donde sí se dio la orden de vacunar a siete personas, una más por tubo, lo que va en contra de las indicaciones de los fabricantes de la vacuna.

La Dra. Laurie Ann Ximénez-Fyvie, doctora en ciencias médicas y autora de libros como El daño irreparable y Las vidas que no se contaron, donde demuestra con datos duros, lo mal que estuvo manejada la pandemia en México en manos de López-Gatell, muestra con imágenes estos oficios.

“Hace unos días llegó a mis manos este oficio en el que se gira la instrucción explícita a nivel nacional de sobre diluir las vacunas de Pfizer”, dio a conocer en redes sociales.

En su Twitter la Dra. Ximenez-Fyvie asegura: “En este país, no sólo quedó truncada la campaña de vacunación contra Covid-19 con una de las coberturas más bajas en Latinoamérica, sin vacunas para menores de edad de 6 meses a 4 años, sin vacunas actualizadas (bivalentes) y sin refuerzos de calidad para la población vulnerable, sino que, además, por ahorrar unos pesos, el Gobierno aplicó intencionalmente dosis diluidas para poder decir que vacunó a más personas”.

La propia doctora asegura que quizá no se sabrán las consecuencias de quién se vacunó de esta manera, porque además es muy difícil que alguien sepa qué dosis de la vacuna le pusieron. La especialista dice: “Pero lo cierto es que la indolencia y negligencia a las que este Gobierno sometió a los mexicanos durante la pandemia, no han tenido límites”.

En marzo pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instruyó a los países a mantener vacunas de refuerzo contra la Covid-19 para grupos vulnerables como pacientes inmunodeprimidos, los adultos mayores, embarazadas y trabajadores del sector Salud. Esto luego de declarar el fin de la emergencia sanitaria.

Desde ese momento, la OMS recomienda aplicar el refuerzo entre seis y 12 meses después de la anterior, pero el Gobierno federal solamente ha comprado vacuna Patria, de origen mexicano, y Abdalá, de origen cubano, las cuales no han sido probadas como refuerzo y las cuales fueron creadas para atacar la primera cepa de coronavirus.

Dos vacunas de las que no se ha dado a conocer cuál fue el mecanismo de pruebas, en qué población y en qué países se probaron estas vacunas.

Especialistas en salud han advertido que la primera cepa ya no existe, y que la variante responsable de la mayoría de los casos en el mundo y causante de la quinta y sexta ola es la variante Ómicron.

A ello se suma que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha frenado la comercialización de las otras vacunas como Pfizer-Biotech, AstraZeneca, Moderna o CanSino, pese a que no se trata de un gasto para el Gobierno, sino que cualquier persona con posibilidades de pagar que así lo deseé, pudiera aplicarse el refuerzo con alguna de estas opciones.

El Gobierno no compra vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud, pero tampoco da los permisos para que particulares las puedan adquirir.

La realidad es que las autoridades de Salud, a cargo de Hugo López-Gatell, prefieren darle prioridad a la vacuna cubana de Abdalá, para favorecer al régimen aliado de Cuba, y la mayoría de las personas no quiere aplicarse esta vacuna ante la falta de certeza.

El argumento del subsecretario de Salud fue que “no permitirá que farmacéuticas trasnacionales impongan criterios económicos y le obliguen a comprar vacunas contra Covid-19”. Prefiere castigar a las farmacéuticas, sin importarle cómo afecta a la ciudadanía.

El desastre en el sector Salud no queda en la falta de vacunas contra Covid-19 para aplicarse el refuerzo, todo el esquema de salud ha sido desarticulado en los últimos cuatro años.

Datos de la Encuesta Nacional de Salud (Ensanut), revelan que sólo tres de cada 10 niños menores de dos años, tienen completo su esquema de vacunación.

Hace una década, el esquema de vacunación era de suma importancia para realizar cualquier trámite, usted recordará que la cartilla de vacunación era indispensable para los trámites escolares o para viajar, hoy esos datos han quedado borrados.

Poder lograr un esquema completo de vacunación en México fue el trabajo de años, más de 30, sin importar quién estuviera en el poder.

Pues en tan sólo 4 años, ese logro que se tenía en México se ha perdido. ONG indican que desde el 2018 las coberturas se encuentran entre las más bajas de los últimos 20 años.

La situación se agravó con la pandemia por Covid-19, ya que la población dejó de asistir a clínicas de salud a aplicarse las vacunas.

El cuadro completo incluye la inmunización contra tuberculosis y también contra hepatitis B (HB); otra vacuna es la pentavalente, que protege contra difteria, tétanos y tosferina (DPT), poliomielitis e influenza B.

Una más es la vacuna neumocócica; otra el rotavirus y la denominada triple viral: sarampión, viruela y parotiditis (SRP).

Según la misma Ensanut, en 2006, la cobertura al año cumplido de cuatro de esas seis vacunas fue de 78.4% y para el año 2021 solamente alcanzó a 31.1% en cuatro inmunizaciones, mientras que para niños de 1 y 2 años la cobertura apenas fue de 35.8 por ciento.

Un dato alarmante, dado a conocer por el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia (Censia), es que nuestro país reporta un rezago en la vacunación contra sarampión, por lo cual, en cualquier momento podría reportarse un brote de la enfermedad.

Por ejemplo, la vacuna de polio se ha dejado de aplicar, pero en ese caso es porque esa enfermedad está ya prácticamente erradicada.

El subsecretario de la Secretaría Salud, Hugo López-Gatell ha utilizado la vacunación de forma política, no se ha querido invertir en comprar vacunas y es imperdonable que hayan diluido las del Covid-19.

Es un derecho de la infancia contar un esquema completo de vacunación; sin embargo, en México no se tiene.

Si yo fuera Gatell, no podría dormir tranquila.