Back

Lo barato sale caro

Hace casi una semana se anunció que la aerolínea Volaris canceló su ruta hacia Los Ángeles, Estados Unidos, programada desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

La razón es simple, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) determinó que el Gobierno federal incumple con los protocolos de seguridad en la materia, establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), y por eso México ha sido degradado de la categoría 1 ala 2.

Esto implica que no se puedan abrir más rutas hacia el país vecino, aumentar frecuencias o incorporar nuevos aviones. Y esto ocurre a más de tres meses de que el AIFA fue inaugurado.

Además, las aerolíneas de EU asociadas con mexicanas —como Delta Airlines y Aeroméxico— ya no pueden vender boletos de las rutas operadas por sus socios.

El ente regulador de la aviación de Estados Unidos evalúa a las autoridades nacionales de otros países que buscan llevar pasajeros a su territorio y emiten una categoría. Cuando consideran que son países muy seguros para la aviación se da la 1, ahora consideran que México tiene fallas en el cumplimiento de normas de certeza de aviación internacional, y que no cumple con los estándares de seguridad operacional establecidos por la OACI, una agencia de Naciones Unidas, así que la calificación ha bajado a 2.

No es la primera vez que a México la Administración Federal de Aviación ha degradado a categoría 2, me platicaba Rosario Avilés, periodista especialista en aviación.

“Ha sido el problema de la categoría 2, la Agencia Federal de los Estados Unidos siempre hace estas auditorías para los países cuyas aerolíneas vuelan a Estados Unidos y es asegurarse que la autoridad aeronáutica de estos países, esté haciendo una supervisión adecuada de los procedimientos de seguridad y que cuente con todo, la capacidad, radares, sistemas, todo lo que tiene que ver con la seguridad aérea”, precisó.

“En el 2010, nos mandaron a categoría 2 y recuperamos la 1 en seis meses, pero nos costó 500 millones de dólares”, agregó.

Ese costo fue porque en ese momento se contrataron inspectores mejor capacitados, en sistemas de seguridad, se actualizaron los radares, entre otras cosas.

Y puede parecer un dineral, pero la realidad es que en 2010 se hizo todo para recuperar la calificación lo más pronto posible, porque se estaban teniendo pérdidas millonarias todos los días en el país.

En vilo, operaciones desde AIFA a EU

Así lo recordó Rosario Avilés: “Te comentaba lo del 2010 porque, aunque nos costó 500 millones de dólares en esos seis meses, el país perdió 2 mil millones de dólares, entonces si lo ves como costo-beneficio la verdad es que te sale barato, hoy en día nuestras aerolíneas mexicanas no pueden tener más operaciones hacia Estados Unidos. Cuando se terminó la pandemia y empezó a crecer nuevamente el tráfico aéreo, los que sí pudieron crecer fueron las aerolíneas norteamericanas hacia México y es el mercado más importante”.

La periodista subrayó que para que en México lleguemos a la categoría 1 nuevamente, se necesitan recursos que den posibilidad de actualizar algunos equipos y revisar el nuevo diseño del espacio aéreo.

“Necesitas pagarle bien a la gente, necesitas tener todo el tema de las licencias, el tema de los pilotos tiene que estar perfectamente bien estructurado, que tengan, por ejemplo, los reactivos necesarios para que les hagan sus exámenes médicos, se necesita suficiente personal para que haga eso y gente con licencias para que puedan refrendarlas.

“Hay muchas cosas que tienen que ocurrir y eso cuesta mucho dinero, la aviación por eso es tan segura porque le tienes que meter todos los protocolos. Son los problemas que tenemos para pasar a categoría 1, es que si no lo hacemos estamos perdiendo dinero”, detalló Rosario Avilés.

Hasta el momento, se han realizado siete revisiones de 10 posibles, antes de que la FAA emita una decisión. En la última revisión, efectuada del 13 al 17 de junio, se detallaron aspectos relacionados con la legislación aeronáutica, recursos financieros y presupuesto, contratación de personal adecuado, suficiente y con los tabuladores pertinentes, certificación y vigilancia y la operación de los diversos sistemas técnicos y de inspección aérea.

Hoy, al no cumplir con los mínimos estándares de seguridad de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO), estamos en el mismo nivel que: Bangladesh, Curazao, Ghana, Malasia, Pakistán, Panamá y Tailandia.

Y además del tema en la categoría de seguridad, no podemos dejar a un lado los graves problemas que se enfrentan en el aeropuerto capitalino.

Parece que hay una demora constante en los vuelos y que hubiera saturación de pasajeros y equipaje, cuando la realidad es que hay 500 operaciones diarias menos que al inicio de la pandemia.

Este caos llevó a que el Gobierno federal solicitara a través del secretario de gobernación, Adán Augusto López, a Carlos Alfonso Morán Moguel, dejar el cargo de director del AICM, y es que el Presidente López Obrador ha instruido al secretario de Gobernación manejar la crisis que se vive en el AICM.

Y pese a que Estados Unidos sí puede abrir rutas hacia México y usar el AIFA, las aerolíneas mexicanas no pueden hacerlo para viajar al país vecino mientras no subamos de categoría de seguridad.

Si se pretende tener nuevos vuelos de México a Estados Unidos con aerolíneas nacionales se tiene que trabajar en los protocolos de seguridad que exige la FAA. Y es importante, sobre todo si se quiere tener vuelos internacionales a Estados Unidos saliendo del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

El turismo es una de las fuentes más importantes de generación de recursos para el país, hay que invertir lo necesario para cumplir con las normas de seguridad aérea. El dinero invertido en muy poco tiempo se puede recuperar con los ingresos del turismo.