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Los amigos de Rusia se quedan sin visa

La recuperación de la ciudad de Bucha, una de las ciudades que rodean Kiev, por las tropas ucranianas, exhibió la brutalidad de los invasores rusos contra la población civil.

Más de 400 muertos amarrados, vejados, fusilados, arrojados en las calles, denuncias de violaciones. Hoy, en Ucrania se vive un escenario terrible, que ha presentado las exigencias de llevar ante el tribunal de La Haya al presidente Vladimir Putin.

El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió este lunes un juicio por crímenes de guerra contra el mandatario ruso, y dijo que buscaría más sanciones tras las denuncias de atrocidades en Ucrania. “Viste lo que sucedió en Bucha. (Putin) es un criminal de guerra”, apuntó Biden.

Los comentarios de Biden a los periodistas se produjeron después de que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijera que encontró cuerpos de civiles mutilados, y ha calificado las acciones rusas de “genocidio”, y suplicado al mundo occidental que aplique sanciones más duras contra Rusia.

Y mientras el mundo reprueba la invasión tan brutal de Rusia a Ucrania, en México algunos congresistas arman un grupo de amistad con Rusia, que ya está teniendo repercusiones.

Las reacciones ya llegaron de Estados Unidos contra este grupo de diputados. El legislador de origen mexicano, Vicente González, miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos e integrante del Partido Demócrata, solicitó a los titulares de los Departamentos de Estado y de Seguridad Nacional de ese país, la revocación de las visas a 25 políticos y líderes mexicanos que están a favor de Rusia por la invasión a Ucrania; entre ellos están los diputados federales Gerardo Fernández Noroña, Reginaldo Sandoval y Benjamín Robles Montoya, del PT; así como el dirigente nacional de ese partido, Alberto Anaya.

En la carta dirigida a Anthony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, y a Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Interna, explica que estos congresistas apoyan a Rusia y que el Presidente López Obrador mantiene una postura neutra en el tema.

Habla de que es una pena que México, el vecino más cercano a los Estados Unidos, haya decidido no unirse a la comunidad internacional de las democracias.

En la carta dice que algunos legisladores de México, cercanos al partido en el poder, apoyan a Vladimir Putin y que estos personajes, que prefieren apoyar a un tirano, no deberían de poder entrar a Estados Unidos, ya sea para viajes o para realizar inversiones.

EU los pone en la mira

El congresista norteamericano asegura que es importante mandar un mensaje al mundo que Estados Unidos no será empático con aquellos que aprueben la conducta criminal del presidente de Rusia.

Y mientras en gran parte del mundo se manifiestan para acabar con esta invasión de Vladimir Putin, donde hombres y mujeres de diversas edades y nacionalidades exigen “el fin de la guerra” y demandan frenar al presidente ruso, en México hay un grupo de legisladores que dan apoyo a Putin y hacen el grupo llamado “amigos de Rusia”.

En plena guerra en Ucrania, la Cámara de Diputados de México instaló este grupo de Amistad con Rusia. El acto fue promovido por el grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT), parte del bloque gobernante. El guiño del Legislativo mexicano hacia el Kremlin ha levantado polémica y ha desatado la indignación entre la oposición.

La instalación del grupo de amistad bilateral ha sido tan cuestionada, que formó parte del discurso que pronunció el embajador ruso en México, Víktor Koronelli, en la Cámara baja. “Este mecanismo es para nosotros una muestra de apoyo, solidaridad y amistad”, ha dicho Koronelli, y ha agradecido que el gesto se haya producido “en estos tiempos complicados”.

El diputado Alberto Anaya, líder del PT y presidente del grupo de amistad, se deshizo en elogios para el embajador ruso. “Agradecemos la información tan pertinente que se nos da del conflicto en Ucrania”, ha dicho Anaya. Augusto Gómez, un veterano diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha recordado que de niño le enseñaron a cantar el himno de la Internacional Socialista y que el expresidente Lázaro Cárdenas recibió el premio Stalin de la Paz.

Mientras esto sucedió hace días en el Congreso mexicano, miles de personas se manifestaron en Londres, París, Roma, Zúrich, Nueva York y otras partes del mundo para pedir el fin de la guerra en Ucrania. 

Joe Biden asegura que Vladimir Putin es un criminal de guerra. Para que alguien sea considerado un criminal de guerra, debe de haber cometido homicidio doloso, la destrucción o apropiación de bienes no justificados por necesidad militar, emplear una fuerza desproporcionada, usar escudos humanos o tomar rehenes y, en particular, sobre los civiles, el asesinato, exterminio, traslado forzoso, tortura, violación o la esclavitud sexual. Es exactamente lo que se vivió en Bucha hace unos días, y durante la invasión de Rusia a Ucrania.

Si alguno o varios de estos hechos se comprueban, Putin sería el máximo responsable por ser quien más alta jerarquía tiene en Rusia, y además el que ha dado las órdenes de ataques.

La investigación y cargos se pueden determinar por cuatro caminos: la primera, a través de la propia Corte Penal Internacional; la segunda, vía la ONU, entregando sus pesquisas a un tribunal internacional híbrido de crímenes de guerra para llevar ante él a Putin; la tercera, creando una corte específica por un grupo de estados y partes interesadas, como pudieran ser en este caso la OTAN y la Unión Europea; la cuarta, hay países con sus propias leyes para enjuiciar crímenes de guerra, caso por ejemplo de Alemania.

Un problema reside en que hay países que no reconocen a la Corte Penal Internacional y Rusia es uno de ellos. En cualquier caso, aunque Putin tuviera que acudir a otra instancia o a otro país, es probable igualmente que no acudiera, sabedor de las posibles consecuencias.

Hoy, gran parte del mundo está horrorizada por los abusos cometidos contra Ucrania, menos los congresistas que son “amigos de Rusia”.

Y después de varios días, Juan Ramón de la Fuente, representante de México en la ONU, ha condenado de manera enérgica las atrocidades y dice que no hay nada que lo justifique. Que proteger a la sociedad civil es una responsabilidad irrenunciable de la comunidad internacional.

El propio De la Fuente asegura que hay altas posibilidades de que se haya incurrido en crímenes de guerra.

Son dos versiones las que tenemos de las autoridades mexicanas, la de los congresistas, amigos de Rusia, y la de Juan Ramón de la Fuente.

Mientras tanto, Vicente González, congresista norteamericano, pide que se le retire la visa para entrar a su país a congresistas mexicanos que apoyan a Rusia en este momento de guerra.