Los retos de la Presidenta
Creo que no se dimensionó la fuerza que tienen el Presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena y sus aliados; una aceptación que se confirma con la votación del pasado domingo en la noche.
Si bien hubo muchas violaciones a las leyes electorales en todo este proceso y de todos los partidos, la ventaja de Claudia Sheinbaum es enorme, de casi 32 puntos de distancia con Xóchitl Gálvez, su principal oponente.
Sheinbaum llega a la Presidencia de la República siendo la más votada para ese cargo en la historia de México, incluso mayor votación de la que tuvo el Presidente López Obrador en 2018.
Y, además, y lo más importante, es que se lleva mayoría calificada en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República está a tan sólo cuatro escaños de poder lograrlo.
La próxima Presidenta de México llega con mucho apoyo para poder hacer los cambios constitucionales que quiera, pero también con muchos retos enfrente.
Se necesita inversión extranjera, y con tanto poder en unas solas manos, los inversionistas podían sentirse inseguros. Lo cierto es que recibe un país endeudado, con finanzas sostenidas con alfileres, ya no hay dinero de los fideicomisos ni del fondo estabilizador.
Ella lo sabe. Al día siguiente de su triunfo hubo inestabilidad en los mercados financieros. Pero ha mandado un mensaje de certeza en ese tema, anunciando que se queda el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quien incluso, salió a dar un mensaje público declarando que las prioridades económicas del nuevo Gobierno incluyen la disminución de la deuda, el mantenimiento de la disciplina fiscal, y garantizó la autonomía del Banco de México.
En su discurso como virtual ganadora de la contienda electoral, aseguró que promoverá la soberanía energética, que es una prioridad para el Presidente López Obrador, pero también afirmó que habrá energías renovables y desarrollo científico y tecnológico. Ése es su campo de mayor conocimiento, es ambientalista.
Morena y sus aliados, PT y PVEM, ganaron 6 de las 8 gubernaturas y la capital del país. Además, recuperaron varias alcaldías. Además, se perfilan para tener la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, en la que se necesitan 334 legisladores de los 500 que la conforman. Con Morena, el Partido Verde y el del Trabajo, esa mayoría ya la tienen.
Imagínese, da lo mismo si se presentan a trabajar los diputados de los partidos de oposición, cualquier reforma constitucional la pueden sacar adelante.
Lo mismo podría ocurrir en el Senado, pero ahí les faltan aproximadamente 4 legisladores aliados.
Quizá los tiempos más complicados para el país vienen de esta fecha a que asuma el Gobierno Claudia Sheinbaum.
Todavía tendrá el Presidente López Obrador un mes al frente de México, con una Cámara de Diputados con mayoría calificada y que le es incondicional.
Una de las iniciativas que busca se apruebe es que se pueda concretar la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, ello, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional su traslado a las Fuerzas Armadas.
En este caso, creo que le daría continuidad a la seguridad del país y certeza a la Guardia Nacional.
Pero hay otras iniciativas que son realmente preocupantes, como la reforma al Poder Judicial, para que los ministros de la Corte sean electos mediante voto popular, además de reducir la integración de ésta, que pasaría de 11 a nueve integrantes, eliminar las salas y reducir el periodo de designación de los ministros de 15 a 12 años.
Además, busca desaparecer el Consejo de la Judicatura Federal o fragmentar sus funciones. Esto sí es preocupante, y el Plan C surgió en respuesta a la falta de mayoría calificada que impidió a López Obrador realizar cambios constitucionales significativos y que fueron detenidos en el máximo tribunal del país.
Recordemos que algunas de las iniciativas que llegan al Congreso toman meses en ser analizadas, aprobadas o rechazadas. Sin embargo, existe un trámite preferente al cual puede recurrir el Presidente de la República para que una o dos iniciativas puedan ser discutidas en máximo 31 días, pero ninguna de ellas puede ser constitucional.
Este tipo de iniciativas deben ser presentadas el día de la apertura de cada periodo ordinario de sesiones, con el objetivo de agilizar los proyectos que el Presidente de la República considere primordiales para la nación.
Hoy, con esa mayoría en la Cámara de Diputados y con acuerdos para lograr cuatro votos más en el Senado, se puede modificar la reforma al Poder Judicial.
Claudia Sheinbaum, en lo que ha manifestado, está enviando mensajes de estabilidad y de conciliación. De lo que hemos visto de su equipo de transición, hay gente muy preparada.
Además de presentar una continuidad en la Secretaría de Hacienda con Rogelio Ramírez de la O, ha nombrado al exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, como coordinador de los trabajos de transición, asegurando que empezarán a trabajar ya, la próxima semana.
En Salud, como asesor, está trabajando el muy reconocido Dr. David Kershenobich, y como asesora en temas económicos está una joven y muy talentosa empresaria, Altagracia Gómez Sierra.
Para que los mercados financieros estén estables y que llegue inversión extranjera, Sheinbaum tendrá que enviar mensajes con las decisiones que se tomen, que den certeza jurídica a quienes inviertan en México.
Esto es un buen comienzo, sin olvidar que a los inversionistas les genera desconfianza invertir en un país con pocos contrapesos.
Claudia Sheinbaum es una mujer inteligente y preparada. La primera mujer Presidenta en los últimos 200 años de historia en México.
No todas las posiciones que ha ganado Morena y sus aliados son de ella, su gran reto será negociar con los propios.
México tendrá otro rumbo a partir del próximo 1 de octubre, un rumbo en donde esperamos que le vaya muy bien a Claudia Sheinbaum, porque sólo así le irá bien a México.