Los ricos también roban

12 enero, 2022

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Pasan desapercibidos en medio de la cotidianidad, dicen ser empresarios y siempre son vistos en autos de lujo o de alta gama, como ahora se les dice; traen ropa de marca y joyas. La realidad es que se trata de nuevos ricos que para obtener recursos extorsionan y engañan a las personas.
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Un ejemplo de estos nuevos ricos son Fernando Antonio “L”, alias El Chato, de 28 años, miembro de La Unión, y su novia, Ivón “M”, detenidos con cientos de dosis de marihuana y cocaína que distribuían en bares de las colonias Roma, Condesa y Coapa de la Ciudad de México. 
Al momento de ser detenidos, el pasado 9 de enero, a los dos se les decomisó cientos de dosis de cocaína y marihuana, por lo que fueron trasladados al Ministerio Público en la Fiscalía General de Justicia.
En redes sociales, El Chato presumía sus armas, una placa supuestamente de alguna corporación policial y decía que su papá es un policía federal y que lo protegían Los Beltran Leyva.
Días antes, otros presuntos ricos fueron detenidos. Se trata de José Hareff “N”, en posesión de una camioneta con reporte de robo, la unidad fue adquirida con un cheque falso por la cantidad de un millón 30 mil pesos. Es señalado de realizar fraudes. Lo hace a través de cheques falsos para obtener carros de lujo; además, es investigado por presunto narcomenudeo con operaciones en la colonia Morelos.
La familia de Hareff es conocida como Los Sotos, está integrada por el matrimonio conformado por Cristina Jiménez y Guillermo Soto Ortega, así como por sus hijos, Brenda Guadalupe, José Hareff y Guillermo Soto, todos ellos operan junto a otros cómplices.
Todos se dedican al fraude de autos de lujo. Esta red fue identificada por las autoridades por dedicarse al robo de autos de lujo, haciéndose pasar por personas de dinero para engañar a sus víctimas.
Los integrantes de esta familia presumen en redes sociales los autos de lujo que adquieren engañando a sus víctimas, con quienes negocian la compra de los autos y pagan con cheques con cifras de dinero elevadas, pero que al final resultan ser falsos.
Operan principalmente en los estados de Nuevo León, Puebla, Guanajuato, Jalisco, Hidalgo, Estado de México y Ciudad de México. Incluso, al momento de realizar la transacción, llegan a citarse con las víctimas en algún lugar, simulan llegar con guardaespaldas para aparentar que son personas de mucho dinero y que cuentan con seguridad.
La policía les sigue la pista desde el año 2019. La entonces Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México logró identificarlos gracias a que uno de los integrantes, Guillermo Soto Jiménez, posó junto a un auto tras su robo.
Aparentan lo que no son
Ésta es la forma en que muchas de estas personas terminan siendo detectadas por las autoridades, debido a su adicción por presumir en redes sociales sus lujos.
José Hareff “N” fue detenido junto con su novia, Gabriela “N”; a ella la acusan de los delitos de extorsión, robo y posesión de narcóticos. Además, está vinculada a La Unión Tepito porque en el pasado confesó ser novia de Óscar Andrés Flores, alias El Lunar, líder de este grupo criminal, condenado a 27 años de cárcel por el asesinato de una mujer.
Gabriela subía fotos a sus redes sociales, donde contaba con más de 76 mil seguidores… posaba con ropa de marca y autos de lujo. Incluso en una entrevista habló de cambiar su identidad para evitar ser relacionada con sus acciones en el pasado.
También están los que se hacen pasar por personas adineradas e intentan alquilar propiedades para entrar a la vivienda, y no pagar renta hasta que se haga un juicio en su contra.
Si usted quiere rentar alguna propiedad, tenga cuidado y no se deje engañar con las apariencias. Son decenas de personas las que solicitan citas con alguna empresa seria de bienes raíces para buscar propiedades.
Llegan elegantemente vestidos para que se crea que son adinerados y en coches costosos. Son muchos los discursos que utilizan para arrendar. Pero ya tienen muy estructurado lo que van a decir.
Algunos cuentan que la casa que tienen ya les queda grande porque sus hijos se han ido a la universidad o a vivir solos, y que necesitan una casa más pequeña.
Presentan todos los papeles solicitados y, si se llega a firmar el contrato, pagan dos meses de renta y al tercer mes dejan de hacer los pagos.
Y así esperan a que los demanden. Si va a rentar una propiedad, asegúrese que quien vaya a ser su arrendador no tenga juicios arrendatarios previos.
Y así es como estos “ricos”, que se hacen pasar por gente adinerada, pueden vender desde droga, robarle si busca vender su coche o bien, adueñarse de su vivienda sin pagar renta.
Las apariencias engañan, no se deje engatusar.