Los sicarios de Ayotzinapa
A casi 8 años de la desaparición de los 43 normalistas de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, sólo se han identificado restos de tres estudiantes, y la verdadera justicia cada día está más lejos de llegar a los padres de los jóvenes desaparecidos.
Ayer escribía en estas páginas que es un caso más político que de justicia verdadera. Mientras los sicarios que mataron a los jóvenes están en libertad, Jesús Murillo Karam, titular de la entonces Procuraduría General de la República, quien atrajo el caso semanas después, está detenido, y la Fiscalía General de la República (FGR) ha librado otras 83 órdenes de aprehensión, sólo cuatro para miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, responsables directos de la desaparición de los estudiantes. No se hace justicia porque casi todos los sicarios están libres.
En Todo Personal tuvimos acceso a las declaraciones en video de estos cuatros sicarios: El Chereje, El Pato, El Jona y El Wereke. Éstas son las confesiones de estos personajes, quienes se veían tranquilos en los videos, sin estar esposados, incluso algunos toman refresco libremente durante la plática. Esto es parte de estos testimonios.
El Pato: “El 26 de septiembre, yo recibí una llamada como a las 11 de la noche del tal mentado Cepillo o Terco, como le dice.
El Terco: Entonces, junto a los chavos, le marco al Pato y le digo: ‘necesito que te vayas porque nos están atacando los contras’.
El Jona: Viernes para amanecer sábado. Estaba yo en mi casa, recibí un mensaje del Pato de parte de órdenes del Terco, que nos alistáramos, que porque ya se habían metido los contras en Iguala, es lo que nosotros hasta ahí sabíamos.
El Pato: Entonces él me hizo esa llamada como a las 11 de la noche, que me alistara yo con los chavos. Me dijo: háblale a todos los chavos para que se alisten.
MP: Bueno, ¿dónde ocurre este evento?
El Terco: En la Loma de Coyotes, en Iguala.
MP: Descríbeme ese lugar, ¿cómo era ese lugar?
El Terco: Es como una entrada, así viéndose como para el monte.
El Pato: Para ir rumbo a Iguala a Loma de Coyotes, hay una brecha de terracería a mano izquierda. Entrando de Cocula a Iguala, a mano izquierda hay una terracería. Nos metimos y ya nos estaba esperando una camioneta de municipales de Iguala, Guerrero. Ya de ahí, este, nos trasportaron 4 cuerpos.
MP: ¿Quiénes?
El Pato: Los policías de Iguala. Un cuerpo ya iba asesinado. Llevaba impactos de bala y otros tres iban vivos…
El Jona: Entonces, cuando nos separa la camioneta y nos explica y nos pasa a cuatro chavos. Los chavos iban todos pelones. A un chavo ya nos lo pasaron asfixiado. Y con un golpe por acá, en la cabeza. Y a los otros 3 chavos a los cuales se les iba preguntando ¿qué show?, que ¿qué sabían? o ¿qué iban o a qué se dedicaban? Pues, pero en el camino nunca nos dijeron que eran estudiantes. Simplemente ellos decían que no sabían nada.
MP: ¿Eran personas que ya estaban muertas?
El Chereje: No, estaban vivas.
MP: ¿Estaban vivas?… Ah ¿no eran cuerpos, eran personas?
El Chereje: Ajá, así acostados boca abajo.
MP: ¿Qué estaban haciendo esas personas?
El Chereje: Pues eran de los mismos, de ahí de los estudiantes.
El Pato: Y ya, me dio la orden de que los subiera yo a un llamado basurero, de ahí, de Cocula.
El Chereje: Y ya de ahí nos trasladamos, adonde le dije, hasta el basurero…
MP: Ok, en esa camioneta, es una de ¿qué tipo es?
El Chereje: Era una Nissan chica, blanca.
MP: ¿Y ellos iban en otra?
El Chereje: Sí.
MP: ¿Cuántos eran?
El Chereje: Pues eran hartos, así que los haya contado de uno por uno, pues no.
MP: ¿Había hombres y mujeres?
El Chereje: No. Puros hombres. Puros hombres. Como a los 5 minutos llegaron las patrullas, las camionetas de los de Iguala.
MP: A ver, entonces, ¿cuántas patrullas llegan?
El Terco o El Cepillo: Como unas 7 u 8.
MP: ¿Con quién se dirigen ellos?
El Terco o El Cepillo: Me dijeron que ya tenían a los chavos. Dicen que ‘ya tenemos a los contras’. Le digo: ‘ok’, y ya se suben dos y comienzan a subirlos. Ya los van acomodando, así pues, como costales, y ya comienzan a subir a todos más o menos calculando como unos 38…
MP: ¿Había mujeres, había hombres?
El Terco o El Cepillo: No, puro hombre.
MP: Y cómo iban esas personas.
El Chereje: Así agachadas, amontonados todos.
El Jona: Entonces al momento que nos vio se detuvo y ya nosotros nos detuvimos, qué pasa, pues atraviésate y pues ahorita ya te vamos a pasar a los demás chavos. Ya no más nos pasaron, 4 nos dimos la vuelta y ya los llevamos hasta el basurero.
El Pato: Venían amontonados y unos los empezaron a bajar, unos me imagino así traían impacto de bala o se ahogaron, no sé.
MP: ¿Entonces usted dice que los empiezan a bajar?
El Chereje: Unos ya iban asfixiados, pues.
El Pato: Que le dije que quiénes eran éstos, le digo: ‘¿y éstos quiénes son?’. ‘No, son de Los Rojos, venían a reventar Iguala’ dice, reventar es pelear, pues.
El Chereje: Entonces ya nos subimos a la camioneta blanca, entonces ya subiendo para el basurero de Cocula yo le pego a uno y le digo: ‘¿oye tú, Pocho, quién te mandó?’, y no me dice nada, y le digo: ‘te estoy hablando Pocho, ¿quién te mandó?’ Dice: ‘me mandó El Carrete’, ‘¿y ése de dónde es?’, dice: ‘de Cuernavaca’. Tons le digo a uno de los chavos, llevaban un aerosol y le digo: ‘a ver, pásamelo: lo voy a pi…’, que lo marco con una X…
El Pato: Ya en eso, cuando me retiro y pues ya me habían dado la orden ya que matara a los tres que llevaba yo vivos, y pues agarro yo con la 22 y les tiré por aquí en la espalda a los tres así. En realidad, el que hizo todo fue El Cepillo. El Cepillo fue quien interrogó con La Rana, ellos fueron quienes interrogaron a los muchachos, que eran pues del cártel de Los Rojos.
El Jona: Y ya pues ésa era la función del Pato: ir, venir y checar, checar que no viniera el gobierno, que no entraran camionetas, y ya este que eran El Rana, El Duva y todos ésos.
El Jona: El otro chavo de la patilla dijo que sí, que el mentado Cochiloco estaba metido con el director de la Normal.
El Chereje: Y les preguntaron que qué vinieron hacer a Iguala. Y uno de los que es El Cochiloco, creo, dijo que venían con la esposa del presidente de Iguala. Y le digo que uno de ellos era El Cochiloco. El que nombraron todos. Decían que él los obligaba a hacer cosas.
MP: ¿Usted lo vio al Cochiloco?
El Chereje: S.í
MP: ¿Cómo era?
El Chereje: Era así gordo, así medio carón, y así con pelo, así pa bajo, se veía como de los de la montaña, era el de la montaña, decía.
El Pato: Le digo: ‘¿y qué, cómo le hicieron con los chavos?, y El Duvalin dice: ‘pues yo hice una cama de palos. Empezamos a juntar leña’, dice, ‘y les prendimos fuego’.
El Jona: Ya pues este, El Paja y El Duva le comenzaban a echar gasolina y diésel. Y ya bueno uno se puso ahí y el otro detrás. Se prendió para que se prendiera parejo. Y ya el fuego duró aproximadamente 6 o 7 horas sin que le metieran mano. Como estaba ora sí que la flama alta, no era necesario que le metiera mano.
El Terco: De ahí recibo otra llamada, un mensaje que me decía que juntara todas las cenizas.
MP: ¿Quién le habla?
El Terco: El Fercho, me dice que volara las cenizas y que de ahí las llevara a tirar al río, donde ahí fui y junté las cenizas con palas, como estaban bien calientes las bolsas se rompían pues, esperamos ya nochecito y ya de ahí los juntamos hasta que se cubrieran bien y las fuimos a tirar…
MP: ¿Quiénes estaban metiendo las cenizas?
El Terco: Estaban El Duvalín, estaba El Wereke, El Pato, El Jonas, estaba yo, El Chereje, uno que le dicen El Bimbo y otro chavo…
MP: ¿Cómo eran las bolsas, de qué tamaño?
El Terco: Negras, de esas grandes. Ya nomás llegamos al río que se llama río de San Juan y ya las tiramos.