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Más cerca de Rusia, más lejos de EU

Después de que terminó la Segunda Guerra Mundial, Rusia y Estados Unidos comenzaron una pelea por desarrollar y demostrar quién tenía el mejor armamento militar y espacial.

A este periodo, que terminó en la década de los noventas del siglo pasado, se le conoce como la Guerra Fría. Durante mucho tiempo, o estabas con Rusia o con Estados Unidos.

Pasaron los años y llegó a gobernar Mijaíl Gorbachov, con él llegó el fin de la Guerra Fría.

En días recientes nos enteramos de que Rusia prepara la instalación en México del sistema Glonass, abreviación rusa de Sistema Global de Navegación Satelital, muy similar al Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Analistas en la Unión Americana señalan que la expansión de Glonass es parte de estrategia de Putin de incorporar a Latinoamérica en su zona de conflicto. Glonass opera en Nicaragua, Venezuela y Brasil, ahora México ayuda a Rusia a lograr lo que la URSS no pudo en la Guerra Fría.

Glonass es operado por la agencia espacial rusa Roscosmos, la que le adjudica un tercio de su presupuesto.

De acuerdo con el sitio oficial de Glonass, este sistema es utilizado con fines de “prevención” de situaciones peligrosas espaciales en el país al ser vigilado, además de que su complejo espacial compuesto por una constelación orbital de 24 satélites tiene extensiones funcionales de vigilancia, y que en este caso se podría entender como espionaje.

Se puso en el espacio hace 40 años, el 12 octubre de 1982. Es conocido porque se emplea con fines militares, pero se tiene la intención de integrarlo a la vida diaria de los ciudadanos, como ya ocurre con el GPS de Estados Unidos, que también comenzó como uso exclusivo de sus fuerzas armadas.

Para muchos se trata de un sistema militar, pero la realidad es que desde hace años también es utilizado a través de chips en aparatos electrónicos de marcas muy usadas como Apple y Sony.

Lo que encendió las alertas sobre el sistema satelital ruso es que el Gobierno federal de México había informado, pero de una manera muy escueta, el acuerdo firmado con Rusia.

La primera en avisar del acuerdo fue la embajada rusa en México, que el 5 de octubre publicó en su página de Facebook que la alianza prevé, entre otras cosas, la posibilidad de instalar estaciones Glonass en territorio mexicano, pero sólo puede hacerse si ambas partes celebran un acuerdo complementario.

Ayer, en conferencia matutina, el Presidente López Obrador dijo que este acuerdo se había firmado el año pasado antes de la guerra entre Ucrania y Rusia. Aseguró que se había hecho un escándalo porque se dijo que México estaría permitiendo el uso de estos satélites para espiar. Y dijo que espera que Estados Unidos se calme una vez que pasen las elecciones.

Y claro que son un punto central las elecciones en Estados Unidos. Recordemos que hay acusaciones pendientes de que los rusos operaron a favor de Donald Trump en su campaña electoral.

¿Plan estratégico?

Una nota del portal Sputnik, agencia de noticias del gobierno ruso, menciona que el acuerdo incluye colocar en el territorio mexicano estaciones del sistema de navegación satelital Glonass y “un complejo óptico-electrónico para prevenir situaciones peligrosas en el espacio circunterrestre”.

Además de que se crea una base jurídica para desarrollar la cooperación ruso-mexicana en la esfera espacial, así como para usar de manera práctica los sistemas y tecnologías espaciales con fines pacíficos.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) publicó un comunicado en el que confirma y detalla que fue la Agencia Espacial Mexicana la que ya había anunciado este acuerdo sobre cooperación en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre para fines pacíficos; precisó que el acuerdo se encuentra en proceso de aprobación en la Cámara alta rusa.

Este anuncio contradice a lo comunicado por Rusia: “El documento suscrito no contempla acciones relacionadas con el sistema Glonass ni existe previsión de que pudiera ser incluido en un futuro cercano”.

Y ante la polémica que levantó este caso, el canciller Marcelo Ebrard compartió un comunicado que le envió Salvador Landeros, director de la Agencia Espacial Mexicana, en el que le confirmó que el sistema satelital Glonass no se instalará en México.

También aclaró que, en el Acuerdo Marco de referencia firmado en 2021, no lo menciona ni lo incluye, y no está previsto instalarlo.

Este acuerdo es considerado por Estados Unidos como una peligrosa intervención, basta recordar que el 24 de marzo pasado, durante su comparecencia en el comité de Servicios Armados del Senado estadounidense, el jefe del Comando Norte, Glen VanHerck, advirtió que la agencia de espionaje militar de Rusia (GRU) tiene en estos momentos desplegados en territorio mexicano más oficiales de inteligencia que en cualquier otro país del mundo, con el objetivo final de influir en las decisiones que toma su país.

Ese día, el general aseguró que el Kremlin busca espiar a Estados Unidos desde nuestro país, donde Rusia tiene una de sus embajadas más grandes en Latinoamérica. No es la primera vez que el militar hace afirmaciones en ese sentido. En septiembre de 2021 señaló que Rusia implicaba el mayor peligro para su país. “Es la principal amenaza militar para mi patria. No es China, es Rusia”, dijo el militar, para quien China era una “amenaza a largo plazo”, pero Rusia tenía mayor poderío militar.

Luego de la advertencia del general, en nuestro país el embajador estadounidense, Ken Salazar, reclamó que se inaugurara en la Cámara de Diputados el grupo de amistad México-Rusia, a la que asistieron diplomáticos del Kremlin. Y es que por esas fechas también se cumplía un mes de la invasión rusa a Ucrania, por la que Salazar dijo que “tenemos que estar en solidaridad con Ucrania y contra Rusia. El embajador de Rusia estuvo ayer y dijo que México y Rusia son cercanos, eso nunca puede pasar”.

Para Estados Unidos, el temor de que sus sistemas sufran algún ataque por parte de Rusia es fundado, y sobre todo ahora que está en contra de la invasión a Ucrania.

Ya Rusia, por la cercanía con Ucrania, ha afectado los satélites y cibercomunicaciones de aquel país.

Y mientras tanto en México, desde el Gobierno federal, no se han pronunciado en contra de la invasión rusa, sino que parece que cada día estamos más cerca del país que dirige Vladimir Putin.

Un solo dato: con Estados Unidos, México comercia un millón de dólares por minuto, tenemos casi 60 mil 500 millones de dólares por remesas al año, mientras con Rusia si bien el comercio bilateral aumentó 2.3 veces para el 2021, la relación comercial es de cuatro mil 783 millones de dólares.

La relación de México con Rusia es más política que cualquier otra cosa. ¿Vale la pena?