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México dividido

Se cumplió el primer año de gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador y para conmemorarlo se llevaron a cabo dos actos que reflejan lo polarizado que está el país.

Esta división entre los mexicanos no es precisamente por alguna corriente ideológica, es por el discurso que día a día sale a dar el Presidente por las mañanas desde Palacio Nacional. Los constantes ataques contra todo aquel que opina diferente a él son suficiente para que eche a andar el poder del Estado para descalificarlo. 

Separados por 2.9 kilómetros, unos llenaron la plancha del Zócalo en el llamado “AMLOfest”, donde le expresaron al Presidente López Obrador su respaldo. Muchos llegaron en camiones desde distintos estados de la república.

En otra marcha, en el Monumento a la Revolución, estaba el grupo que representa al otro México. Ellos llenaron el lugar (en menor número que en el Zócalo, claro) después de participar en la denominada “Marcha por la unidad de México” (o “anti-AMLO”), desde el Ángel de la Independencia.

A diferencia de otras marchas a favor de la seguridad en el país que se han dado este año, en ésta participaron más jóvenes y personas de diversos estratos socioeconómicos; un evento mucho mas ciudadano, pero con errores de logística importantes, como el lugar donde se ubicó el templete.

El domingo pasado, la gente que marchó hacia el Monumento a la Revolución estaba mucho más enojada que en otras manifestaciones; gritaban consignas exigiendo mayor seguridad en el país, menos asesinatos y más empleo.

En el Zócalo, algunos también estaban enojados, pero en contra de los reporteros que han cuestionado al Presidente. Mi compañero Irving Pineda, de TV AZTECA, quien cubría el evento,  sufrió una fuerte agresión verbal y acoso, que estuvo a nada de llegar a los golpes.  Recordemos  que Irving hace un par de días le hizo un cuestionamiento al Presidente y éste arremetió contra él.

López Obrador, en la conferencia mañanera de ayer, dijo: “supe que te agredieron a ti y desde luego repruebo esa actitud; no se debe agredir a nadie y ustedes (medios de comunicación) cumplen con su trabajo”.

A unos kilómetros de distancia

Pero el daño ya estaba hecho y las agresiones contra Irving son muestra de esta polarización y esta agresión que se busca crear en la sociedad mexicana.

En el Zócalo, López Obrador dejó en claro que es un Presidente con mucho poder y pidió a sus seguidores un año más para establecer las bases de lo que llamó “una nueva patria”; pero no perdió la oportunidad para hablar de los “conservadores”, de quienes, a su consideración, intentan frenar sus programas.

Andrés Manuel dijo que su Gobierno logró superar el “sabotaje jurídico” de los “conservadores corruptos” contra el proyecto del Nuevo Aeropuerto en Santa Lucía. “Se impuso la razón y el derecho (…) los ingenieros militares me han asegurado que
inauguraremos el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el 21 de marzo de 2022”.

También destacó la lucha contra la corrupción y las reformas que ha emprendido para garantizar el desarrollo y bienestar de los ciudadanos, como la Ley de Austeridad Republicana y la de Extinción de Dominio, para recuperar o devolver al pueblo lo robado.

Aunque reconoció que no ha habido el crecimiento económico que desea, aseguró que su Gobierno mantiene finanzas sanas y prioriza la distribución de la riqueza; desde luego, elogió la entrega de recursos a través de los programas sociales.

Habló de uno de los temas que más nos preocupan a los mexicanos, el de la seguridad, pero culpando a las administraciones pasadas.

Al mismo tiempo, el activista Julián LeBarón exigió justicia por el asesinato de nueve integrantes de su familia; pero también hizo un llamado para que los mexicanos se unan y detengan las masacres: “estamos aquí para ayudar, estamos aquí para poner de nuestra parte en lo que nos toca para detener la violencia, y queremos unirnos todos en eso; todo lo que nos divide tiene que ser después”.

Ayer el Presidente López Obrador se reunió con la familia LeBarón. Uno de los miembros, Adrián, aseguró que ésta había sido muy productiva, que estaban contentos con los avances de la investigació; dijo, sí está a medias.

Si bien es cierto que los resultados de la 4T no han sido los esperados, el Presidente sigue contando con una base social bastante considerable, pero a la baja.

De acuerdo con la firma PQR Planning Quant, Andrés Manuel López Obrador tuvo una caída de 13 puntos, de agosto a noviembre.

Y es que la economía y la seguridad están pasando por un momento complicado y la pérdida de empleos fomenta que ni la seguridad ni la economía mejoren.

El propio Inegi reconoció que la economía mexicana cayó en recesión técnica entre finales de 2018 y la primera mitad de 2019. Mientras que, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), este año se perfila como el más violento del que se tenga registro.

La polarización entre la sociedad puede beneficiarle al Presidente, porque así asegura una base social importante, pero es catastrófica para quienes vivimos en el país.

Hoy México esta dividido.

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