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México y Estados Unidos: un conflicto más

Hace unos días, el Gobierno mexicano informó que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, había sido convocado para asistir a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como Presidenta de México, lo que sucederá el próximo 1 de octubre. 

Ésta es una disputa más que está tensando la relación entre Estados Unidos y México.

Desde Washington, el gobierno estadounidense advirtió que la presencia del presidente ruso, Vladímir Putin, en la investidura de Sheinbaum como nueva Presidenta de México, le “restaría valor” al momento histórico, porque Putin es un “autócrata responsable de tanta muerte y destrucción” que ocurre en Ucrania desde que comenzó la guerra en febrero de 2022.

Un portavoz del Departamento de Estado dejó clara la postura de la administración Biden: “Las investiduras deben ser celebraciones de la democracia y de transiciones pacíficas de poder. Como nación soberana, México es quien decide a quién invitar a esos eventos. Sin embargo, la presencia de un autócrata, responsable de tanta muerte y destrucción, le restaría valor a lo que será un momento histórico para México”.

Y es que desde el inicio del Gobierno del Presidente López Obrador, el Gobierno mexicano tiene  mayor simpatía con países como  Rusia, Cuba, Nicaragua y China, entre otros, y eso tiene preocupado a Estados Unidos.

Son muchos los temas que hacen que la relación bilateral, con nuestro principal socio comercial, esté cada día más fracturada, pero, sobre todo, que no se están respetando los acuerdos que existen en los tratados comerciales que benefician, y mucho, a ambos países.

Drogas y seguridad. Estados Unidos ha estado exigiéndole al Gobierno mexicano que controle el tráfico ilegal de fentanilo a su país, y aseguran que esa droga es producida principalmente por narcotraficantes mexicanos trabajando con mafias chinas.  Y es que, desde Asia, llegan los precursores químicos a los puertos mexicanos y luego son usados por los cárteles.

Hay que sumar ahora, la detención o entrega de Ismael El Mayo Zambada y de Joaquín Guzmán, hijo, a Estados Unidos, que también ha tensado la relación bilateral.

Telecomunicaciones y posibles ataques cibernéticos. Por ejemplo, los tratos en telecomunicaciones entre México y China. Un ejemplo es que en 2020 se anunció la concesión, por un periodo de 30 años, a la empresa china Unicom.

Hay una guerra tecnológica en la que el país asiático busca sacar ventaja a EU, debido a que las superpotencias luchan por dominar las tecnologías avanzadas, que podrían determinar la supremacía económica y militar en las próximas décadas.

Estos lazos han generado nerviosismo a Estados Unidos, ya que existe un riesgo enorme de que pudiera surgir un ataque cibernético a su país, proveniente de México. Por eso, no están de acuerdo en que empresas chinas instalen redes de telecomunicaciones.

Uno de los acuerdos del diálogo económico de alto nivel entre México y Estados Unidos es precisamente el de ciberseguridad. Destaca que haya limitación por parte de empresas chinas que inviertan en la zona norte fronteriza de México, precisamente para salvaguardar la ciberseguridad de la Unión Americana.

Y es que México es blanco de las actividades cibernéticas ilegales, incluso encabeza la lista con el mayor número de ciberataques en Latinoamérica. Para Estados Unidos, la ubicación de México es estratégica por la cercanía con su país, y todo esto se da en medio de una guerra comercial entre China y Estados Unidos.  

Conflictos comerciales. En términos comerciales, pese a que desde el 2023 nuestro país se convirtió en el mayor importador hacia el país vecino, superando a China, los conflictos comerciales marcan esa agenda bilateral de controversias.

Una de las mayores preocupaciones se da en el interés de las automotrices chinas por expandir su mercado en México. El gobierno estadounidense advierte que ello puede desestabilizar el comercio de Norteamérica, que incluye a México, Canadá y el propio Estados Unidos.

Y es que las empresas del gigante asiático han mostrado interés en establecer plantas de fabricación aquí, lo que les permitiría una enorme ventaja de exportar libremente a los países del T-MEC sin aranceles.

Incluso, sindicatos en Estados Unidos han manifestado preocupaciones para proteger su producción nacional.

Esto se debe a que China no sólo busca introducir autos en la región a través de México sin pagar aranceles, también lo quiere hacer con el acero y el aluminio.

En un comunicado, el gobierno de Joe Biden indicó: “Las políticas y subsidios de China en favor de sus industriales locales de acero y aluminio, implican que los productos estadounidenses de gran calidad se vean perjudicados”.

Por ello, tiene en la mira a México y la posible intención de sucumbir a los acuerdos desleales que pueden ofrecer las empresas chinas.

A este tema de los aranceles se suman las diferencias en algunos apartados del Tratado México, Estados Unidos, Canadá, el T-MEC, que tendrá su próxima revisión en julio de 2026.

A la fecha, el mecanismo para su resolución del T-MEC se ha activado siete veces en diferentes sectores: el de los lácteos, automotriz, energético, el de biotecnología agrícola y el de producción de paneles solares.

En 2022, Estados Unidos interpuso una queja contra México por su reforma energética, la cual, dijo, afectaba la libre competencia y daba ventaja a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex). La Unión Americana indicaba que las empresas estadounidenses quedaban en desventaja principalmente en el tema de suministro de combustible.

Agricultura. Para 2023, Estados Unidos nuevamente puso una controversia contra nuestro Gobierno por el tema del maíz transgénico, debido a que México argumenta que existe riesgo a la salud y que pone en peligro la diversidad de su maíz nativo; sin embargo, el país vecino dice que lo que está en riesgo son las empresas estadounidenses que envían el maíz transgénico a este lado de la frontera.

Al imponer restricciones al comercio sin presentar evidencia científica, México podría violar tres capítulos del T-MEC sobre trato nacional y acceso a mercados, así como las medidas sanitarias.

Agua. La controversia por el agua, sobre todo en la parte norte del país, cada día se agudiza más.

Mineria. Estados Unidos expone que la reforma propuesta podría violar el compromiso de mantener las condiciones de apertura acordadas al firmar el tratado, lo cual podría resultar en demandas de arbitraje o sanciones comerciales.

En noviembre se elegirá a quien estará al frente de la Casa Blanca. Gane quien gane, la relación con México no será fácil, pero sí es indispensable.

Mientras la relación comercial entre México y China, es muy dispareja, pues nuestro país exporta poco en relación con lo que se importa de la nación asiática, con Estados Unidos México se afianza como el principal socio comercial, al alcanzar cifras récord de exportaciones.

México es el principal socio comercial de Estados Unidos, se estima que en ese país hay casi 40 millones de mexicanos y las remesas que estos mexicanos envían a nuestro país, son fundamentales para el desarrollo.