Nayarit y la descomposición de la seguridad
Nayarit, sin duda, es de los tesoros maravillosos que tenemos en México, en el terreno turístico, cultural y social. De los estados más pequeños de México y de los más cotizados para el turismo nacional y extranjero.
Aun con plan, inseguridad no cesa
En Riviera Nayarit, están los complejos turísticos como Punta Mita, donde se encuentran hoteles que reciben turismo de alta gama y que dejan una enorme derrama económica al estado y al país entero. Las playas de Bahía de Banderas o Playa Escondida son hermosas y están las Islas Marietas, a donde ya no se permite el acceso al turismo para cuidar el ecosistema.
A esas yeguas llegan decenas de ballenas todos los años, lo cual significa otra atracción para el turismo. Hay sitios arqueológicos como Los Toriles en Ixtlán del Río. Pero todos estos paraísos pueden dejar de ser atractivos para el turismo, del cual viven miles de familias nayaritas, si crece los índices de inseguridad en el estado.
No es un secreto que el narcotráfico se ha ido adentrando en el estado desde hace años y cada día tiene más presencia. Ahí está la violencia generada por grupos criminales que, con base a homicidios, abandono de cuerpos y amenazas mantienen altos índices de inseguridad.
Nayarit se ha visto salpicado en los últimos años por esa violencia y se mantiene como un estado utilizado por los líderes como centro de operaciones para lavar dinero, sobre todo en las zonas turísticas. Hay una disputa principalmente entre los Cárteles Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa.
Desafortunadamente, Nayarit hace frontera con estados más grandes que tienen altos niveles de violencia y que son territorios de grupos criminales o que mantienen una guerra por quedarse con la plaza.
Al norte y pegado al Pacífico tiene límite con Sinaloa, tierra de Joaquín El Chapo Guzmán, quien antes de su detención y ser enviado a Estados Unidos, era el máximo jefe del Cártel del Pacífico, y dicho estado era controlado por él. Hoy el Cártel de Sinaloa tiene varios grupos operativos, bajo el mando, horizontal, del Mayo Zambada.
También al norte colinda con Durango, estado que en algunas regiones controla el Cártel de Sinaloa y en otros territorios mantiene en disputa con grupos que operan para el Cártel del Golfo o Jalisco Nueva Generación.
Al noreste tiene a Zacatecas, una entidad que por lo menos en los últimos dos años ha registrado un incremento importante en el número de asesinatos y enfrentamientos entre células del crimen organizado. Tan sólo en los tres primeros meses del año acumuló casi cuatro mil homicidios dolosos.
En este estado los Cárteles Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa mantienen una guerra por controlar el territorio, ya que es una entidad medular para el trasiego de drogas y armas debido a que sus carreteras conectan con los puertos del Pacífico en Michoacán, Colima y Sinaloa , donde los cárteles de la droga disputan plazas.
Al sur y al este lo cubre Jalisco, bastión de Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, líder del Cártel Jalisco, considerado como otro de los grupos criminales con mayor presencia a nivel nacional.
Justo este cártel protagonizó un enfrentamiento en Ixtlán del Río, municipio ubicado en los límites con Jalisco, que dejó tres sicarios muertos. Ese día integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación difundieron una grabación apoyando a un sujeto apodado el Chikis.
El crimen organizado llegó a permear a las autoridades del estado. Recordemos en el sexenio anterior como fue detenido por las autoridades estadounidenses el exfiscal Edgar Veytia, apodado el fiscal de hierro y quien daba protección a un grupo criminal y desde esa fiscalía se extorsionaba a los empresarios.
Veytia fue detenido en el 2017, en Estados Unidos, cuando cruzaba a aquel país acusado de narcotráfico. Desde entonces la seguridad en el estado empeora día con día.
Para evitar enfrentamientos de grupos criminales el 7 de diciembre de 2021 autoridades federales, encabezados por la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional, presentaron el Plan de Apoyo a Nayarit, con el que se sumaron más de cinco mil elementos federales y estatales a la seguridad. Pero el problema de seguridad no se ha solucionado al contrario crece.
Especialistas del Programa Noria para México, en alianza con México Unido contra la Delincuencia, y el Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California recorrieron durante más de un año Guerrero, Nayarit, Sinaloa y Durango para recabar nuevos datos acerca del cultivo de amapola.
Revelaron que existen 59 municipios amapoleros en México. Los cultivos en Nayarit los detectaron en Huajicori, Acaponeta, Del Nayar y La Yesca. Los investigadores advirtieron que cultivar esta planta no representa un beneficio para los campesinos, ni tampoco combate la desigualdad en las comunidades donde se encuentran los sembradíos, porque la mayoría del dinero se queda con los intermediarios, legales e ilegales.
Aseguran que México es uno de los mayores productores mundiales de amapola y que la goma de opio que se extrae de la flor se transforma en heroína en México y se exporta casi en su totalidad a Estados Unidos y Canadá, donde abarca el 90% del mercado.
De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), publicada en enero pasado, el 37.4% de la población de Tepic se siente insegura; sólo el 15% denunció algún conflicto o enfrentamiento con otra persona; mientras que el 17.9% de algún integrante de los hogares fue víctima de robo y/o extorsión.
Lo que también afecta al estado es la violencia familiar, tan sólo en febrero pasado se denunciaron 113 casos; le siguió el robo a vehículo con 43 reportes; el robo a casa-habitación y las detenciones por narcomenudeo tuvieron 32 registros. En contraste, en febrero tuvo cero denuncias de feminicidios y secuestro.
Las cifras de inseguridad dadas por el gobierno son inferiores en comparación con los casos vistos por los habitantes, y no es que las autoridades oculten datos o hagan reportes a medios, lo que pasa en muchas ocasiones es que no hay denuncias.
Urge hacer algo para que la ciudadanía y el turismo se sienta seguro en Nayarit. Hay que cuidar las joyas turísticas que tenemos en México, que además son la fuente de trabajo de miles de nayaritas.
El crimen organizado no se replica solo, trata de los territorios controlados. Ojalá la seguridad en la entidad se controle, ya que hay mucho trabajo por delante.