No hay invenciones sexenales
En esta campaña electoral, más que nunca, hemos escuchado decir recurrentemente entre los candidatos y la sociedad que hay que votar por el cambio. Que México necesita avanzar.
Es verdad; todavía hay mucho qué hacer para fortalecer la calidad de vida de los mexicanos en cuestión de salud, de educación, de servicios, de pobreza, de seguridad, entre otras muchas cosas.
También es verdad que la sociedad ya está harta; la corrupción ha sido una constante en muchos de nuestros gobernantes y, corruptos hay en todos los partidos políticos.
Hoy la sociedad quiere un mejor país y, sin duda, es lo que debemos exigir. Pero si queremos ser exitosos, tenemos que construir sobre las bases que ya tenemos, aquellas que han dado resultados positivos, y estar conscientes de lo que no ha dado resultados.
México es un país mucho más complejo de lo que se cree. El aumento de la población es cada vez mayor. En el 2010 éramos 112.3 millones de habitantes; para 2017, más de 129 millones de habitantes. Somos el décimo territorio más poblado del mundo, de acuerdo con la ONU. Sus problemas y necesidades se incrementan exponencialmente con los años.
La esperanza de vida, por ejemplo, ha aumentado considerablemente. En 1930 las personas vivían en promedio 34 años; 40 años después (1970) este indicador se ubicó en 61 años; en el 2000 fue de 74 años; mientras que en el 2016 fue de 75.2 años. Las mujeres viven en promedio más años que los hombres. En 2016 la esperanza de vida para las mujeres fue de casi 78 años, mientras que para los hombres fue de casi 73 años.
En el ramo de educación, en 45 años, el porcentaje de personas analfabetas (de 15 y más años) bajó de 25.8 en 1970 a 5.5% en 2015, lo que equivale a 4 millones 749 mil 057 personas que no saben leer ni escribir.
De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi, en los últimos 25 años el analfabetismo entre la población de 15 años y más ha disminuido; en el caso de las mujeres este indicador bajó de 15 a 6%, y en el caso de los hombres, de 10 a 4%.
La meta es que no haya una sola persona en el país que no sepa leer ni escribir.
El porcentaje de niños de 6 a 14 años que asisten a la escuela aumentó en los últimos 45 años. En 1970 era mayor el porcentaje de niños, en comparación con las niñas el que iba a la escuela; a partir de 2010 la tendencia se invirtió y se mantuvo en 2015 con el 96.4% de las mujeres y el 96% de los hombres que acuden a una institución educativa.
En 2010 el grado promedio de escolaridad era de 8.6, lo que equivalía a un poco más del segundo año de secundaria. Para 2015 este indicador se ubica en 9.1.
En cuanto al rubro de la pobreza, de acuerdo con el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en los últimos ocho años la pobreza extrema disminuyó, pero el número de pobres aumentó.
Una de las decisiones clave para el desarrollo de México fue el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, cuya negociación hoy enfrenta una crisis.
¿Se acuerda usted cuando a finales de los ochenta no se vendían ni siquiera chocolates americanos? ¿Cuando había muy pocas marcas de automóviles? ¿Cuando el intercambio comercial era mucho menos de lo que tenemos ahora?
Tan sólo el comercio entre México y Estados Unidos se incrementó en más de 500 por ciento, lo que detonó la inversión y generó millones de empleos.
La relación comercial alcanzó al cierre de 2015 los 566 mil 482.4 millones de dólares, muy superior a los 84 mil 920.3 millones que se registraron en 1993.
En 2017 Estados Unidos y Canadá incrementaron sus exportaciones e importaciones a sus mejores niveles desde el 2014; mientras que en el caso de México llegaron a niveles sin precedentes.
México tuvo un incremento de sus exportaciones totales de 7.9 por ciento, a 410 mil millones de dólares; mientras que, en cuanto al crecimiento de las importaciones, nuestro país también tuvo su mayor porcentaje, con un aumento de 8.8 por ciento a 421 mil millones de dólares, nivel no visto al menos en la última década.
Lo cierto es que gracias a los acuerdos comerciales y a las inversiones que llegan a nuestro país, se han generado empleos como no ocurría antes. Son más de 3 millones de empleos formales los que se han creado en los últimos cinco años.
Y así podríamos seguir enumerando los avances, pero también los fracasos.
No podemos borrar nuestro pasado, pero sí podemos y debemos aprender de él. Y avanzar sobre lo que se tiene. Aquello que ha dado resultados. No podemos ignorar lo que sí ha tenido éxito en el desarrollo de nuestro país.
Si no, es el cuento de nunca acabar.
Apertura al mundo
Uno de los avances del país es la ampliación de la capacidad portuaria, lo cual le permite ampliar su intercambio con otras naciones. Según datos de la Presidencia de la República, al final del sexenio, México habrá duplicado su capacidad portuaria.
“Esta administración en materia portuaria prácticamente duplicará la capacidad que estaba instalada en el 2012. Se dice fácil, pero prácticamente estaremos dejando como legado en infraestructura portuaria; con la participación comprometida del sector privado, habremos de edificar en sólo seis años lo que prácticamente se había construido en 100 años.
“La capacidad, que era de 260 millones de toneladas de manejo en nuestros puertos, habrá de crecer a 530 millones de toneladas”, recalcó el Presidente de la República el pasado 1 de junio.
Agregó que se construyen cinco nuevos puertos: Matamoros, Seybaplaya y Tuxpan, terminados; y dos por construir, Ciudad del Carmen y el proyecto más importante en materia portuaria, el nuevo puerto de Veracruz.
Por otra parte, ayer se dio a conocer que las exportaciones agroalimentarias de México a China crecieron 54 por ciento sólo en los primeros cinco meses de 2018, en relación con el mismo periodo del año pasado, lo que representa más de 320 millones de dólares, como resultado de la nueva relación bilateral que se caracteriza por una apertura comercial, así como mayor cooperación e inversiones.