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No pensaba ‘quiero ser tenor’; yo solo quería estudiar música: Javier Camarena

En una entrevista Muy Personal, platicamos con Javier Camarena (JC), uno de los tenores más importantes actualmente en el mundo, quien se ha presentado en los más importantes escenarios y es orgullosamente mexicano.

 

BB: ¿Cómo fueron tus primeros años?  ¿Tomaste clases de música.

JC: Tuve una infancia bastante normal. Nací en Xalapa, fue realmente muy normal. Sólo tomé el tallercito de flauta en la secundaria; cuando entré a la preparatoria entré a clases de flauta transversal; pero yo no quería hacer la prepa abierta, que es lo que normalmente hacen ya cuando te dedicas a la música; entonces lo dejé. Entré a Ingeniería Mecánica Eléctrica, pero pues no, no era lo que estaba en la sangre, no había vocación para eso, y tomé la decisión de dejar la carrera e irme para música…

BB: ¿Cómo descubres que quieres ser tenor, que tienes este don?

JC: No era “quiero ser tenor”, era “quiero estudiar música”. Empecé a estudiar canto porque quería estudiar música, pero la cuestión de la edad es requisito importante para entrar a una carrera. Quería estudiar piano y la edad máxima era 12 años; quería estudiar guitarra y la máxima era 17, y yo tenía 19; coincide que la opción que tengo y que cubre todos los requisitos de la edad, es canto. Entonces mi maestra Cecilia Perfecto fue la que tuvo la visión de decir: “Tú tienes una voz de tenor, puedes aspirar a una carrera, tienes el timbre… el color de tu voz es bonito, lo puedes desarrollar, ésta es una carrera de resistencia y no de velocidad, entonces vamos trabajando”.

BB: ¿Te gustaba la ópera?

JC: No sabía nada de ópera. Mi conocimiento se limitaba a la grabación que hizo Plácido Domingo en 1984 de Cri-Cri. Fue con el paso del tiempo, conforme me fui desarrollando en la técnica vocal y el conocimiento de la voz, que empecé a pensar que podría hacer una carrera…

BB: Cecilia Perfecto fue tu gran maestra, te ayudó y te apoyó muchísimo…

JC: Sí, fue mi primera maestra de canto, ella me enseñó, digamos, las bases de una técnica vocal para cantar. Lo principal para cantar, al igual que la base para nuestra habla, es la respiración. Por muy extraño que suene, me enseñó a respirar, y eso fue lo fundamental. Es muy difícil, pero es muy sencillo: basta ver cómo llora un bebé, porque así de natural debe ser nuestra respiración. El bebé respira y ves cómo el abdomen se ensancha, suelta el llanto y, ¿ves cuando se quedan trabaditos?, que toda esa parte se comprime y hasta que se quedan sin aire vuelven a respirar. Ésa es la técnica perfecta de respiración.

BB: Sé que te te casas, tienes un hijo y tienes que dejarlos para irte a estudiar fuera, ¿en qué momento das este brinco?

 

JC: Uno de los grandes ejemplos de ética que he tenido en mi vida, ha sido mi maestra Cecilia Perfecto, que me dijo: “Has avanzado hasta este punto, de aquí en adelante yo ya no puedo, tienes que buscar y te sugiero ir a Guanajuato”. Entonces me fui a Guanajuato y ahí terminé la licenciatura en música. Un año antes de terminar gané el Concurso Nacional de Canto en Bellas Artes; ya había nacido mi hija y empecé a trabajar, era 2004. Independientemente de las ofertas de ir a estudiar a Francia, yo decidí quedarme en México porque estaba ya en conciertos en diferentes producciones, y en 2006 me fui a estudiar a Suiza. Ahí llegué por Rebeca Olvera, ella se fue un año después del concurso al Estudio de la Ópera de Zürich, y un año después viene y me dice: “¿Sabes qué?, el maestro José Francisco Araiza está como titular de la cátedra de canto en el Estudio de la Ópera”, que es como un taller de perfeccionamiento de jóvenes cantantes, y me dijo: “aquí en Suiza no hay voces como la tuya, serías bien valorado”.

BB: ¿Qué tipo de voz es la que buscaban?

JC: Mi voz es la de un tenor lírico ligero, eso quiere decir que tengo la posibilidad de cantar notas muy agudas, de cantar notas en secuencia muy rápidas, se llama coloraturas, y esto me da la posibilidad de abarcar un periodo de la ópera que se llama Bel Canto, en el que la voz era el principal instrumento dentro de una puesta en escena en la ópera, y con estas características, pues sí, tres o cuatro meses después de que había llegado al estudio el Teatro de la Ópera de Zürich me contrata, y medio año después de que llegué a Suiza hago mi debut cantando una ópera de Rossini, “La Italiana en Argel”, y pues las críticas son muy buenas…

BB: Tenías una niña chiquita y una esposa aquí en México y no las podías llevar…

JC: El no poder llevarlas conmigo fue principalmente porque es un país muy caro y yo estaba con una beca, que no alcanzaba para tener una casa donde viviéramos los tres, porque todo eso se controla: el espacio donde vas a vivir, si vas con familia; no podía pagar una casa, la seguridad social; entonces yo sobrevivía con el 40 por ciento de la beca y lo demás lo mandaba para México…

BB: Tu primer gran escenario: debutaste en Bellas Artes, ¿cómo fue ese día?

JC: Fue con la ópera “La Hija del Regimiento”, y fue parte del premio de haber ganado el Concurso Nacional de Canto “Carlo Morelli”, en 2004; fue muy emocionante. Tuvimos relativamente poco tiempo para aprender la ópera, y yo no hablaba un ápice de francés; tener que aprender todo, de hacer la dicción lo mejor posible y, bueno, hicimos un buen trabajo.

BB: Dices que en México es difícil la cultura de la ópera, poca gente sabe lo que es…

JC: Sí, porque hay muchos mitos; hay como estereotipos o esta idea de que es muy aburrido o que no le voy a entender porque está en otro idioma, pero es exactamente lo mismo que ir al cine. Si vas al cine, vas a ver una película porque te gusta el director, y habrá una película que digas: “ésta no me gustó tanto”, o “ésta está padrísima”. La ópera es igual: tiene diferentes géneros, diferentes directores o compositores, la cuestión es que vas a tener los intérpretes. Es uno de los detalles que tiene la ópera: al igual que no puedes disfrutar igual un partido de fútbol en la sala que en el estadio, la ópera es un espectáculo que tienes que vivirlo en el teatro, porque tienes una orquesta con más de 60 músicos, vas a recibir todas estas ondas sonoras, y además, tienes a los cantantes que no usan micrófono, y tienen que estar a un nivel que la orquesta no se escuche más…

BB: Es impresionante cómo llenas Bellas Artes sin tener un micrófono; la voz es un instrumento y la tienes que cuidar mucho…

JC: Es que para eso se estudia. Y es lo que te digo, desarrollar la voz como un instrumento y potenciarlo en sus posibilidades acústicas. Sí, hay que tener ciertos cuidados. Yo lo que más procuro es dormir bien antes de tener una presentación, estar relajado, una vida sana: me levanto temprano, desayuno, descanso, me relajo, repaso mis partituras y me voy con tiempo, hago mis ejercicios de calentamiento y pues sí, requiere de mucha disciplina…

BB: ¿Cuántos idiomas tienes que hablar para poder cantar ópera?

JC: Hablar, hablar, ninguno, porque puedes cantar por oído; yo canté una ópera en japonés y no hablo ni pizca de japonés. Esa ópera la aprendí fonéticamente de memoria, la verdad no me acuerdo qué decía. Lo que sí, se nota cuando un cantante sabe el idioma y lo entiende a cuando no. Yo hablo italiano, alemán, inglés, español y más o menos francés.

 

Entré a ingeniería, pero pues no era lo que estaba en la sangre, no había vocación y decidí dejar la carrera e irme para música”

 

BB: Eres mucho más valorado en el extranjero que en México, ¿por qué?,

JC: Porque en México la cultura de la música se reduce a la fiesta, al baile. Lo que falta es promoción, esto que te decía de que la gente piensa que la ópera es aburrida, la ópera no es aburrida, tiene diferentes géneros y habrá títulos que te gusten y otros que no. Hay que estar dispuestos a llegar al teatro, a disfrutar de ese espectáculo, contagiarte de esto…

BB: Platícame de tu disco

JC: El disco ya está en preventa en plataformas digitales y saldrá el lanzamiento internacional en físico el 5 de octubre. Es un disco precioso, con mucha historia, de Manuel García, sus hijos, el aporte tan importante que hizo en la música. Él era un españól a quien precedía su fama, vivió aquí en México en un periodo muy difícil, en la Independencia. Este programa  lo presenté en el Festival de Salzburgo, en su edición Pentecostés, y en el Festival de Música Sacra, en Italia, y gustó mucho. Estoy muy contento de traer este programa aquí a México y presentarlo en la celebración de la Orquesta Sinfónica de Minería.

BB: ¿Cuál ha sido el día más feliz de tu vida y cuál el más triste?

JC: Es difícil decir uno solo; yo creo que los más felices cuando nacieron mis hijos. Estar ahí cuando nacieron, de lo más impresionante. El más triste, creo que aún no me ha tocado.

B: Complétame esta frase: Javier Camarena es…

 

JC: Es… voz con alma y corazón.