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No toca a la SCJN ser oposición, sino un equilibrio entre poderes: Zaldívar

Por primera vez desde que asumió la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar ofrece una entrevista, en esta ocasión a Jorge Fernández Menéndez y a mi, en el marco del décimo aniversario de Todo Personal.

 

Pregunta: Es privilegiada la posición que ocupas en el contexto actual. La importancia de la Corte es cada vez mayor.

AZ: Es un privilegio presidir la SCJN en cualquier momento, máxime en uno tan trascendente para la historia de México. Desde esta posición tenemos una enorme responsabilidad y un gran compromiso para tratar de renovar y cambiar al Poder Judicial Federal (PJF). La sociedad mandó un mensaje muy claro de que el país no puede seguir como venía operando, que la clase política y los servidores públicos debemos dar ejemplo de una mayor cercanía con la gente, de una mayor austeridad y de una visión distinta, que tengamos una mayor solidaridad y sensibilidad con la gente de abajo, con los desprotegidos, con los pobres, con los indígenas, con los olvidados.

Pregunta: En la elección pasada quedaste muy cerca de presidir esta Corte, no lo lograste; ahora finalmente lo logras en un contexto político y nacional bastante diferente.

AZ: Sí, el país es totalmente distinto y la coyuntura política es muy diferente a la que había hace 4 años; estábamos en una situación de normalidad institucional en la que presidir la Corte hubiera sido un reto de menor proporción; en este momento de transformación, de que hubo realmente un cambio de régimen, implica retos mucho más importantes. Por un lado, seguir defendiendo la autonomía e independencia del PJF, los derechos humanos de todas las personas, pero también combatir intensamente la corrupción. Si bien es cierto que la mayoría de los jueces y magistrados son honestos, tenemos problemas en algunos sectores, entonces hay que avanzar para abatir la corrupción, ser más eficaces y tratar de estar más cercanos a la gente; también llevar una agenda de austeridad y sobre eso quiero ser muy claro: la primera vez que yo hablé de que la Corte tenía que ser austera fue hace 9 años, en mi discurso en el Senado como candidato a ministro, es una convicción personal.

A la SCJN ni a los jueces les toca ser la oposición, nos toca ser un poder equilibrador, que cuando alguna autoridad se exceda en sus funciones, lo corrijamos a través de nuestras sentencias; también nos toca generar gobernabilidad”

Pregunta: En un Sistema Judicial más austero, si se empiezan a bajar sueldos a nivel juez podría generar un conflicto, ¿no?

AZ: Cuando hablo de una Corte más austera, hablo de un PJF más austero, no me refiero a los sueldos de jueces y magistrados; esos los hemos defendido y defenderemos. Hablo del ejemplo que dimos los ministros al bajar nuestras percepciones, y con esa autoridad moral defender a jueces y magistrados, pero sí hacer un ejercicio de austeridad en áreas que pueden achicarse o eliminarse para privilegiar la función jurisdiccional. Tenemos en el PJF muchas áreas obesas, caras y muy ineficaces; estamos haciendo una revisión, ya iniciamos achicando estructuras, avanzamos en ahorrar en lo que podamos; además, el presupuesto nos llegó muy reducido, entonces lo tenemos que hacer por convicción y necesidad.

Pregunta: Dicen que la crisis también es sinónimo de oportunidad. Hay señales importantes, como la destitución de dos magistrados por ineptitud y corrupción; es importante y manda un mensaje hacia dentro y hacia afuera.

 

AZ: Coincido: este momento complejo yo lo veo como una enorme oportunidad de impulsar una transformación en el PJF, de tener un mejor servicio, también mandar mensajes claros de que hay conductas que no se van a permitir, pero ir más allá del discurso, es ir con hechos. La destitución de estos dos magistrados manda un mensaje a la sociedad de que el compromiso contra la corrupción y mi política de cero tolerancia es cierta, pero también hacia dentro, a aquellos pocos jueces y magistrados que no se comportan como se debe, que en caso de que se acredite que su conducta es indigna se tomarán las medidas necesarias.

Pregunta: El papel fundamental para renovar el PJF pasa por el CJF; también eres presidente del Consejo, y a partir de ahí se puede transformar el Poder Judicial.

AZ: Efectivamente, creo que el gran reto que tenemos es en el CJF, donde están todos los jueces y magistrados federales; la SCJN afortunadamente opera con normalidad, me parece que tenemos una legitimidad que debemos reforzar, pero que nos hemos ganado; donde tenemos focos importantes de alerta es en el CJF, que es normal también, porque es una institución demasiado grande.

Pregunta: Hay muchos jueces y magistrados que no son corruptos por voluntad, sino porque vivimos en un país con altos índices de crimen organizado, que los amenaza e incluso pone en riesgo su vida y la de sus familias.

AZ: Es muy importante que la sociedad tome conciencia de que hay muchos jueces y magistrados que literalmente arriesgan sus vidas, que están en zonas muy conflictivas donde el crimen organizado domina. Impulsamos una política para brindarles mayor seguridad. Tenemos un reto de Estado en abatir la violencia y la impunidad, y ahí la protección de nuestros juzgadores pasa necesariamente por una labor de colaboración con quienes están encargados de brindar esta seguridad.

Pregunta: El diálogo entre Poderes es uno de los grandes desafíos; hay quienes quieren ver al presidente de la Corte o a la propia SCJN o al Poder Judicial jugando el papel de oposición al gobierno, y me parece que ese no es su papel.

AZ: Coincido. Se ha pretendido, según leo, que la Corte y su presidente jueguen el papel que deben jugar las oposiciones políticas. A la SCJN ni a los jueces les toca ser oposición, nos toca ser un poder equilibrador, que cuando alguna autoridad se exceda en sus funciones, lo corrijamos a través de nuestras sentencias, pero también nos toca generar gobernabilidad. Un PJF que estuviera de manera consistente oponiéndose a decisiones de un gobierno generaría inseguridad jurídica, falta de gobernabilidad, afectaría el estado de derecho. La independencia judicial no implica ser opositor a un gobierno. Tenemos que ser autónomos, pero ello no quiere decir que entremos a la “arena política” a responder declaraciones o jugar un papel que le toca a las oposiciones, ahí perderíamos nuestra neutralidad. 

Pregunta: El exceso te lleva a situaciones como en Brasil, del “gobierno de los jueces”.

AZ: Sí, y además tomando una agenda ideológica muy clara para encarcelar a la opoción. Eso es extraordinariamente grave y es un riesgo que siempre existe, pero al menos en este momento en México no veo que se pueda dar. Nosotros somos jueces y no se nos puede pedir que estemos aclarando chismes o declaraciones de un político, porque si lo hacemos se va a desvirtuar nuestra función y a la larga perdemos legitimidad.

Pregunta: Se olvida que los poderes tienen que contribuir a la gobernabilidad.

AZ: Por supuesto. Y el poder que tiene la Corte de anular leyes, de invalidar actos de gobierno, políticas públicas del Legislativo o del Ejecutivo, es de la mayor relevancia, y para hacerlo con legitimidad tenemos que ser muy cuidadosos de que no se pueda acusar a la Corte de que lo hace por razones políticas. Cada uno tenemos nuestra ideología, interpretamos la Constitución de diferentes maneras, pero siendo congruentes tenemos que resolver los conflictos,  no subirnos a debatir.

Pregunta: Cuando el Presidente critica una resolución de la Corte no requiere una respuesta mediática…

AZ: Exactamente. El Presidente tiene todo el derecho de expresarse como Jefe de Gobierno del Estado Mexicano, pero quiero aclarar que en lo más mínimo ha habido por parte del Presidente López Obrador ninguna injerencia indebida en la SCJN, ha sido extraordinariamente cuidadoso y cuando ha habido casos ha usado los canales habituales para hacer valer sus argumentos. No ha habido, y estoy convencido de que no lo habrá, presión alguna en la Corte ni en el Poder Judicial por el Presidente. Cuando gané la elección me llamó y me expresó su absoluto respeto por la independencia y autonomía del PJF.

Pregunta: En la justicia cotidiana que vive la gente, y hay mucha disconformidad, cuesta mucho a la gente que se le haga justicia.

AZ: Lamentablemente muchas de las quejas y críticas de la gente al Poder Judicial no son del ámbito federal, sino local; hay una justicia muy dispareja, hay estados donde hay carencias muy importantes. Se debería propiciar una gran reforma de la justicia local para fortalecer los Poderes Judiciales de los estados. Tenemos un gran problema de justicia y tenemos que acometerlo de distintas maneras. En los juzgados tenemos que cambiar el trato, generar una mística de servicio distinta. Vamos a reactivar protocolos para personas con discapacidad, para resolver con perspectiva de género casos de mujeres, para dar servicio a minorías sexuales, para prestar un mejor servicio.

Pregunta: ¿Por qué no podemos tener en México un proceso como el de Joaquín El Chapo Guzmán en EU?

 

AZ: Estamos ensayando apenas el Sistema Penal Acusatorio, tiene muy poco; cuando se detuvo a esta persona se le aplicaba el procedimiento anterior, que era engorroso, lento y oscuro. Yo espero que este Nuevo Sistema Penal, que todavía está en construcción, pueda funcionar. Es una instancia nueva, creo que tenemos que ser pacientes, esperar que en un plazo mediano esto empiece a dar resultados.