¿Quién ganó el debate?
El próximo 1 de julio se definirá en mucho el destino de México. No es sólo un cambio de gobierno: estaremos, gane quien gane, ante la renovación del sistema político más importante desde principios de los años 80, de los últimos casi 40 años. Y ese cambio lo canalizarán los hombres y mujeres que votan y serán votados.
El pasado domingo en el Palacio de Minería de la Ciudad de México se llevó a cabo el primero de los tres debates presidenciales.
En punto de las 20:00 horas, Ricardo Anaya Cortés, de la coalición Por México al Frente; Andrés Manuel López Obrador, de Juntos Haremos Historia; José Antonio Meade, de Todos Por México, y los independientes Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, y Margarita Zavala dieron a conocer sus propuestas de gobierno, promesas de campaña, así como descalificaciones entre ellos.
Si bien es cierto que éste fue un debate un poco más abierto a los que habíamos visto en los últimos años, la realidad es que faltó fluidez para contrastar ideas. Cada candidato tiene un perfil distinto y, entre ellos, los proyectos de nación que presentan tienen diferencias abismales. En pocos segundos o minutos es difícil poderlos expresar y más difícil aún poderlos debatir.
Lo cierto es que, durante este primer debate, los candidatos a la Presidencia de la República invirtieron gran parte de su tiempo en cuestionar a Andrés Manuel López Obrador.
Se le recordó su propuesta de dar amnistía a los criminales, su declaración patrimonial, sus acuerdos con personajes como Elba Esther Gordillo y Napoleón Gómez Urrutia, así como el origen de sus recursos para mantenerse.
Se le recriminó a López Obrador que en su partido emplee a sus hijos y hermanos, quienes obtienen dinero de las prerrogativas destinadas a Morena.
Además, se le cuestionó sobre tres supuestas propiedades que están a su nombre y que no los declaró en su 3de3, a lo que AMLO respondió: “No tengo tres departamentos a mi nombre. Si existieran, se los regalo”.
Lo tacharon de incongruente debido a la invitación que había extendido al empresario Alfonso Romo, a quien antes acusó de ser artífice del Fobaproa. También criticaron que Manuel Bartlett acompañe a AMLO, cuando él fue responsable del fraude electoral en 1988.
López Obrador ni se dio por enterado de estos cuestionamientos y, como siempre, hizo lo que quiso. Fue el único en llegar hasta la puerta del Palacio de Minería en su coche y el único en no haber ido a ensayar un día antes como lo estipula el INE.
Muchos se indignaron con su postura de evadir absolutamente todo lo que se le dijo, pero la realidad es que López Obrador no se calló y siguió su estrategia al pie de la letra, como lo ha hecho en los últimos 20 años. Al candidato de Morena no le gusta debatir, pero está consciente de que tenía que ir. El no haberlo hecho en el 2006 le costó muchísimo.
La realidad es que, al igual que lo hizo en la Convención Nacional Bancaria, en donde amenazó con soltar al tigre, él dirigió su mensaje a sus seguidores. Andrés Manuel sabe que cierto sector de la población no va a votar por él y no le preocupa, él va tras su base fija.
Si tuviéramos que evaluar el debate diría sin duda que Ricardo Anaya y José Antonio Meade ganaron con propuestas y respuestas correctas y directas.
Margarita y Jaime Rodríguez Calderón también expusieron propuestas, cuestionaron y respondieron. López Obrador ni cuestionó ni respondió. No dio propuestas claras, pero reitero, no se calló.
Sin duda, de todos los candidatos es el que mejor ha sabido llegarle a su gente, no en balde lleva en campaña casi 20 años.
Cumplen con primero de tres
De acuerdo con el presidente del INE, Lorenzo Córdova, más de 11.4 millones de personas mayores de edad vieron el primer debate presidencial, lo que representa el 40 por ciento de los que tuvieron televisores prendidos entre las 20:00 y 22:00 horas.
Señaló que el hashtag #DebateINE se convirtió en tendencia a nivel mundial, con más de 2.1 millones de tuits y 950 mil espectadores. En tanto que en Facebook hubo 4.8 millones de reproducciones y en YouTube se registraron 885 mil visualizaciones.
Tras concluir el ejercicio, los usuarios de redes sociales se mostraron poco optimistas. Muchos criticaron los señalamientos excesivos entre ellos, la falta de propuestas concretas y, por supuesto, el planteamiento del candidato independiente Jaime Rodríguez, El Bronco, quien propuso “mocharle la mano al que robe”.
También los aspirantes recurrieron a sus redes sociales para declararse ganadores. Ricardo Anaya, escribió en tuit en el que dice que sus propuestas “fueron las mejores”.
A su vez, AMLO, quien llegó en auto hasta el Palacio de Minería, aseguró: “Ganamos el debate y ganamos unos puntos más en la intención del voto”.
El equipo del candidato del PRI, José Antonio Meade, afirmó ayer que buscarán profundizar el contraste que hay entre el abanderado de Todos por México y los demás aspirantes a la Presidencia de la República.