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Rafael Moreno Valle

El pasado 24 de diciembre, en vísperas de Navidad, se desplomó el helicóptero en el que viajaban la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle. Ambos perdieron la vida junto con otras tres personas. Rafael era, hasta su muerte, uno de los políticos con más fuerza de la oposición. Hace tiempo tuvimos esta plática muy personal él sobre su vida y aspiraciones políticas que hoy quiero volver a compartir con usted. 

 

BB: Tienes una historia muy linda, un abuelo que te ha marcado, ¿Cómo era tu relación con él?

RMV: Extraordinaria, muy especial. Desde que nací parecía que había una vinculación que sólo podrías explicar como destino. Cuando yo iba a nacer él dijo: “va a ser hombre” y que iba a llevar su nombre, y decidió que yo naciera en Puebla porque qué tal que quería ser gobernador como él, y por eso nací en Puebla, imagínate.

BB: ¿Cuántos años tenías cuando tu abuelo fue gobernador?

RMV: Estaba muy chiquito. Pero imagínate de siempre, de toda la vida, a mi abuelo hablándome de política. Me llevaba a Puebla y me decía: “yo hice esta escuela”, “yo llevé luz a este pueblo”, “yo llevé agua a este otro”, “yo hice este centro de salud”, siempre me estuvo inculcando la vocación de servicio; definitivamente la razón por la cual yo entro a la política fue el ejemplo de servicio público de mi abuelo.

BB: Estuviste mucho tiempo en el extranjero, desde niño, formándote.

RMV: Así es. Mi papá fue el primer mexicano en ser director de City Bank en México y en esa responsabilidad lo mandaron como el primer latinoamericano en ser presidente de City Bank en un país de primer mundo, inicialmente en Bélgica y posteriormente en Italia. Entonces desde pequeño he acompañado a mis papás. Fuimos a Europa, después regresamos, estudié aquí hasta la preparatoria y me fui a estudiar a Estados Unidos  economía y ciencias políticas en el Lycoming College. Posteriormente estudié el doctorado en derecho en la Universidad de Boston y pasé el examen de la Barra de Nueva York; es decir, yo podría ejercer derecho ahí, y finalmente estudié un posgrado de administración de empresas en Harvard. Después entré a trabajar en un banco, el Dresdner Kleinwort Benson.

BB: Cuando estuviste en Dresdner Bank, que incluso llegas a ser el vicepresidente más joven, fue cuando yo te conocí.

RMV: Nueva York es una ciudad extraordinaria, y en este sentido yo trabajaba muy intensamente. Fueron años de bonanza, me tocó la recuperación después del “efecto tequila”; es decir, esos cuatro años que estuve en el banco afortunadamente todo iba para arriba. Fueron 12 años viviendo en Estados Unidos, entre que estudié y trabajé.

Día de duelo

BB: Después decides regresar para ir con el gobernador Melquiades Morales a ser secretario de Finanzas. Tú ya estabas enfocado en buscar la gubernatura.

RMV: Sin duda. Desde pequeño tuve esa aspiración y creo que si tienes esa vocación de servicio y no la ejerces, no vas a ser feliz, no importa cuánto dinero tengas o qué cargos ostentes, yo considero que es muy importante hacer lo que te gusta en la vida y disfrutar tu trabajo, y por eso tomé esa decisión de ser secretario de Finanzas y Desarrollo Social, de poner la técnica al servicio de la política.

BB: Fuiste un secretario de Finanzas muy poderoso, de ahí empezaste a trabajar tu candidatura al gobierno de Puebla.

RMV: Sí, claro, porque tenía Finanzas y Desarrollo Social pude involucrarme tanto en los aspectos técnicos, gracias a lo cual incrementamos la recaudación en 170 por ciento sin crear nuevos impuestos ni aumentar las tasas existentes; pura eficiencia recaudatoria: duplicamos el gasto destinado a obra pública y redujimos el gasto corriente; y, por otro lado, tuve la oportunidad en el área de Desarrollo Social de entender las causas y los retos estructurales de la pobreza, como la dispersión poblacional.

BB: Regresando a la familia, te metiste a la banca por tu papá; también él ha de haber sido exigentísimo…

RMV: Por supuesto. A mi papá le dolió mucho que yo dejara el banco y una carrera ascendente en el sector financiero internacional por entrar a la política que para él es terrible. Si no disfrutas el servicio público es algo que no le deseas ni a tu peor enemigo; la política es muy ingrata, muy dura. Como dicen: “los enemigos son de a de veras, pero los amigos son de mentiras”, y en ese contexto para cualquier padre o madre no es fácil ver que tu hijo se dedique a la política.

BB: Tú también has sido duro.

RMV: Sí. Creo que ser exigente habla de lograr resultados. Cuando tienes una responsabilidad, ya sea en el sector privado o en el público, necesitas entregar resultados; tienes recursos, particularmente en la política, limitados para atender responsabilidades casi ilimitadas y debes buscar la mayor rentabilidad social por cada peso invertido y es lo que buscamos hacer, con orden, con disciplina, con estrategia, con visión y, sobre todo, la experiencia que te va dando el tiempo.

BB: Lo que hiciste en Puebla fue trabajar como si estuvieras en el sector privado para hacer obra y todo lo que se logró.

RMV: Sí, claro. Yo siempre decía que buscaba poner la técnica al servicio de la política y la política al servicio de los ciudadanos.

BB: Al estar en puestos de mucha importancia, que empiezas a generar mucho dinero y poder, ¿tienes amigos de verdad?

RMV: Hay gente que conoces de toda la vida que está contigo en las buenas y en las malas, que no te pide nada jamás cuando estás en la política. Es diferente una amistad que creaste desde la infancia a las amistades que puedes hacer en política. A mí me ha tocado estar en la política, a veces estar arriba y a veces abajo, me han tocado momentos para tirar cohetes y para recoger varas, y en ese sentido he podido también encontrar lo que cada persona representa.

BB: Alguien que es de tu equipo y que yo siento que es una relación como de poder, es la que tienen Érika y tú, que se necesita para trabajar en esto de la política.

RMV: Mi esposa nunca había participado en la política, pero desde que nos conocimos, cuando yo era secretario de Finanzas, tenemos una gran relación. Ella ha crecido mucho, aparte de la carrera estudió una maestría en Comunicación Política, en todas mis campañas me ha ayudado. Independientemente de los asesores externos en cuestiones de imagen, diseño, ella personalmente tiene la última palabra, es muy buena en ese tema, es muy estructurada, muy ordenada. Ella, por ejemplo, fue la que manejó las finanzas en mi campaña al Senado, y en la campaña a la gubernatura organizó la red de mujeres en acción. Algo que nos ha permitido tener una relación muy sólida, en los 13 años que llevamos de casados, es que hay esa comunicación.

BB: Rafael, no tienes hijos y dice gente que te conoce que no has querido tenerlos porque te has querido dedicar a trabajar.

RMV: Cuando nos casamos en 2004 yo tenía ya la aspiración de ser gobernador. Fui diputado federal, diputado local, senador y gobernador, todo eso en seis años; entonces constantemente estaba en campañas y posteriormente ella tuvo algún problema también en términos de tener hijos.

BB: ¿El día más triste de tu vida?

RMV: Seguramente el día que murió mi abuelo. Podrían decir: “tenía 98 años, ¿qué esperabas?”, pero cuando quieres mucho a una persona no importa qué tan grande sea, pues te gustaría que te acompañara siempre. Los momentos con él eran especiales y las anécdotas, aunque me las contara por enésima vez, yo las disfrutaba como si las estuviera escuchando la primera.

BB: ¿Y el más feliz?

RMV: El día que me casé con Martha Érika. Realmente para mí encontrar una mujer que te complemente como ella lo hace conmigo, es realmente extraordinario porque no es fácil esta actividad. Gracias a Dios mi mujer me conoció de político y no se aceptan devoluciones.

BB: Complétame esta frase: Rafael Moreno Valle es…

 

RMV: Es un hombre que quiere mucho a su país y que siempre trabajará por construir un México más justo, más equitativo y con oportunidades para todos.