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Regalos de los narcos

El Día del Niño, en las comunidades más pobres de Veracruz, los regalos a los niños los hizo el Cártel Jalisco Nueva Generación. En los municipios de Córdoba, Yanga, Cuitláhuac, Omealca, Tezonapa, Orizaba, Mariano Escobedo, Fortín, Nogales, Río Blanco, Ciudad Mendoza, La Perla, Santa Ana Atzacan y Amatlán, el cártel repartió regalos, difundió comunicados, convivió con la gente.

 

Ya lo habían hecho en enero para el Día de Reyes. Lo hacía hace años el cártel de los Zetas en Tamaulipas, también con la mayor impunidad.

Vivimos en un país donde la violencia generada por los cárteles del narcotráfico nos tiene literalmente secuestrados; está en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida diaria. Tan sólo durante el primer trimestre de 2019, se reportaron ocho mil 493 asesinatos, todo un récord.

Pero también los grupos del crimen organizado han buscado desde siempre formar lazos con la sociedad y tener protección de ésta. Lo hemos visto con los grandes capos de la droga. Por ejemplo, en Baridaguato, Sinaloa, las manifestaciones en apoyo a Joaquín El Chapo Guzmán, eran una constante. A nombre de El Chapo se les daba regalos y se brindaba apoyo a la comunidad. Mucha gente local lo estima y mucha de la ayuda se destinaba a los menores de edad.

Diversas investigaciones señalan que en los últimos años gran cantidad de niños y adolescentes han dejado a un lado la escuela y sus amigos para tomar el camino del crimen.

Este sector de la población parece ser el objetivo de los cárteles debido a varias razones: son fáciles de engañar y manipular, son ágiles y rápidos para darse a la fuga; cuando son detenidos, la mayoría de las veces no son enjuiciados o, en su caso, salen con mayor rapidez de los centros de reclusión.

En un inicio los utilizan como halcones para la venta de drogas y, dependiendo de sus “habilidades”, se convierten en sicarios.

Una de las principales organizaciones criminales que más recluta a menores de edad en este momento es el Cártel Jalisco Nueva Generación, de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.

Estos criminales conocen bien cómo tener contacto con los menores. Para este Día del Niño, fueron los propios integrantes del cártel los que repartieron los juguetes y, además, se enfocaron en las comunidades más pobres de Veracruz.

El Cártel Jalisco Nueva Generación, con total impunidad, visitó estas regiones y convivió con total desfachatez con la gente. Además de los regalos, les dejó propaganda en la que decía: “La empresa del CJNG, como cada año y en cada día especial, como lo es el Día del Niño y Reyes Magos, nos dimos a la tarea de realizar la entrega de juguetes en las comunidades más olvidadas por las autoridades.

“El Cártel Jalisco Nueva Generación no sólo cuida la integridad de la sociedad veracruzana, también buscamos dar apoyo a quien más lo necesita”, se podía leer en su propaganda.

En las fotos se puede observar a bebés, niños, niñas y adolescentes posando con los regalos: pelotas, carritos de plástico, juegos de té, muñecas; todos con un mensaje en una hoja blanca con globos impresos y letras a colores. “Feliz Día del Niño, les desea C.J.N.G. Cártel Jalisco Nueva Generación”.

Otras imágenes muestran cómo la gente se arremolinaba en camiones donde estaban entregando los presentes; ahí se pueden observar a varias señoras y señores tras los criminales para alcanzar regalos.

Lo cierto es que ésta no es la primera ocasión en la que el CJNG entrega obsequios a menores. El pasado 6 de enero se difundió un video en YouTube en el que se puede observar a niños recibiendo juguetes en localidades como Campo Chico, Campo Grande, Zapoapan, Ixtaczoquitlán y Tezonapan.

Días antes, en vísperas de Navidad y Año Nuevo, integrantes del Grupo Sombra repartieron cenas y bebidas en los municipios de Tuxpan y Poza Rica, en el norte de Veracruz, donde la organización, escisión del Cártel del Golfo, opera.

También se reportó que el 27 de diciembre el Cártel del Noreste entregó regalos, cobijas y cenas navideñas en las colonias más rezagadas de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Es muy delicado que estos grupos criminales se infiltren en la sociedad porque lo hacen para que los protejan.

Hace unos días, cuando José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, estuvo a punto de ser detenido, pudo escapar de las autoridades federales gracias a las movilizaciones que realizaron los habitantes de esa comunidad.

El crimen organizado no sólo reparte juguetes; también financia movimientos para intentar debilitar a las autoridades y así fortalecerse.

Las propias autoridades han reconocido que muchas de las protestas y movilizaciones contra las Fuerzas Armadas son, en realidad, financiadas por los cárteles.

Lo hemos dicho siempre, el principal desafío que tenemos en México, es el tema de la seguridad. Y mientras tanto, los grupos del narcotráfico se hacen publicidad, regalando juguetes.

Creando base social

Se tienen registros de esta práctica desde el 2013. En ese entonces se difundió un video en el que se muestra una camioneta a las afueras de un hospital, donde niños y mujeres reciben “cenas calientes” y juguetes de parte de unos sujetos que se identificaron como miembros del Cártel del Golfo. El video fue filmado el 24 de diciembre en las calles de Tampico, Tamaulipas. En el video también se puede observar como un sujeto le regala una caja con carritos a una mujer y le dice: “Buenas, señora, que tenga feliz Navidad. De parte del Cártel del Golfo”. En otra parte otro hombre dice: “En la próxima cuadra vamos a regalar dinero, por si se quieren formar”.

No era la primera vez que esa organización realizaba una acción de este tipo, ese mismo año, en septiembre, repartieron ayuda a los damnificados por el huracán Ingrid. Es por estas acciones que se da el respaldo social a los cárteles del narcotráfico. Se sabe que en varias zonas marginadas del país, esta actividad se ha convertido en una opción real de sobrevivencia, ya que son esos criminales quienes financian las semillas, fertilizantes, agua y cosecha de la droga. Es dinero que activa las economías locales, de tal manera que no sólo los productores se benefician del narcotráfico.