Reglas y valores distintos al pasado: Plácido Domingo
Esta semana, las acusaciones de varias mujeres contra el tenor Plácido Domingo han conmocionado al mundo de la cultura y puesto en entredicho el final de la carrera de uno de los tenores más importantes de la historia.
Placido Domingo, tiene una de las voces más privilegiadas, con gran versatilidad, que le ha permitido ser barítono y tenor. Un hombre que, además, ha tenido una vocación altruista importante.
Hace años conocí a Plácido Domingo y les puedo decir que lo que vi fue al tenor teniendo un trato de respeto y educación con la gente.
Pero esa trayectoria intachable, hoy se empaña con declaraciones de varias mujeres que lo acusan de acoso sexual.
Nueve mujeres culpan al tenor de 78 años de edad, de acoso, supuestamente sucedidos en los últimos 30 años.
De acuerdo a declaraciones, las afectadas hablan de un círculo de represalias o favores en relación a la actitud más o menos receptiva sexualmente de las mujeres; “siempre te estaba tocando de alguna manera y siempre te besaba”, dijo una de las voces anónimas.
Una víctima señaló que después de numerosos requerimientos, accedió a tener sexo con el tenor: “me rendí y me acosté con él”.
Otra relató que después de mantener relaciones sexuales en un hotel, Plácido Domingo le dio 10 dólares para pagar el parking y le dijo: “no quiero que te sientas como una prostituta, pero tampoco quiero que tengas que pagar por aparcar”.
Y así, las denunciantes relatan sus experiencias con el tenor, que van desde la que señala que Plácido metió su mano por debajo de su falda, hasta quienes señalan que fueron besadas a la fuerza.
Pero además, siete de ellas creen que su carrera se vio afectada por rechazar al tenor. En algunos casos, las actuaciones prometidas nunca llegaron a concretarse; mientras que en otros, no volvieron a trabajar para él.
Los supuestos incidentes ocurrieron en diversos lugares, como en un vestuario, una habitación de hotel, durante una reunión y en compañías de ópera en las que Domingo tenía posiciones gerenciales.
Incluso, muchas de estas mujeres relatan que sus compañeros les advirtieron que nunca se quedaran a solas con Domingo; el consejo era “evitar la interacción con él a toda costa”; si las invitaba a comer, debían evitar el alcohol y encontrarse siempre en un lugar público.
Para evitar coincidir con el tenor tomaban medidas como no usar el baño más cercano a su camerino, pedir a otras cantantes o personal del teatro que las acompañaran y no contestar llamadas en casa.
Ninguna de las mujeres pudo ofrecer documentación de algún tipo que sustentara sus acusaciones.
De todas las denunciantes, la única que ha dado la cara es la mezzosoprano estadounidense Patricia Wulf, de 61 años de edad.
Patricia contó que Domingo no la tocó físicamente, pero “cada vez que salía del escenario, él estaba esperándome. Se acercaba a mí, lo más cerca posible, ponía su rostro en mi rostro, bajaba la voz y decía: ‘Patricia, ¿tienes que irte a casa esta noche?’”.
Señaló que “cuando un hombre tan poderoso, que es casi como Dios en mi negocio, se acerca tanto y dice eso, lo primero que te pasa por la mente es ¿qué? Pero también piensas que tan pronto como te alejas, estás arruinando tu carrera”.
En un escueto comunicado remitido a la agencia AP, Plácido Domingo señaló: “reconozco que las reglas y valores por los que hoy nos medimos, y debemos medirnos, son muy distintos de como eran en el pasado”.
Apoyo al tenor español
No negó haber mantenido relaciones con mujeres; sin embargo, calificó los señalamientos como “profundamente preocupantes y, como han sido presentados, inexactos… Aun así, es doloroso saber que yo pueda haber molestado a alguien o haberlo hecho sentir incómodo, sin importar hace cuánto tiempo ocurrió y pese a mis mejores intenciones”.
Además, han salido varias voces que señalan que era muy conocido en el ambiente el comportamiento de Domingo; por un lado, apoyaba a las jóvenes cantantes cuando comenzaban su carrera, pero éstas tenían que acceder a sus peticiones; incluso dicen que hay nombres de intérpretes muy conocidas entre las favorecidas.
Las opiniones acerca de Plácido Domingo se enfrentan. Si bien muchos han apoyado a las denunciantes, otros lo defienden.
En España, personas que han trabajado con él a lo largo del tiempo aseguran que siempre mantuvo un carácter atento, cercano y cariñoso, aunque sin propasarse en ningún caso.
Lo cierto es que las consecuencias de estos señalamientos ya le han cobrado factura; la Orquesta de Filadelfia le retiró la invitación para que actúe en la gala inaugural de su temporada, el próximo 18 de septiembre.
Lo mismo ha hecho la Ópera de San Francisco, con un recital programado para el 6 de octubre.
Los organizadores del Festival de Salzburgo han dicho que mantendrán la invitación al tenor para su próximo festival y que seguirán trabajando con él mientras no se demuestre que es culpable.
Es una pena que un hombre, quien ha sido el cantante que mayor variedad de papeles ha representado en la historia de la ópera, un hombre del que siempre se habló con respeto y admiración, hoy esté metido en un serio problema acusado de acoso sexual.
Lo que podemos rescatar es que las épocas han cambiado.
Y el propio Plácido Domingo lo ha dicho en su comunicado: “reconozco que las reglas y valores por los que hoy nos medimos, y debemos medirnos, son muy distintos de como eran en el pasado”.
Hoy, los hombres tendrán que aprender que hay ciertos comportamientos que no se deben dar y que si ellos transgreden la barrera del respeto, las consecuencias pueden ser muy graves, no sólo en el momento, sino a mediano y largo plazos.