Rusia: la economía le gana a las armas
La indignación por la invasión a Ucrania por parte de Rusia ha hecho que muchos países busquen frenar la decisión de Vladimir Putin. Las presiones del mundo occidental no se han hecho esperar.
Desde congelar cuentas bancarias a rusos fuera de su nación, hasta el cierre del espacio aéreo de 31 países para aeronaves de ese país.
Turquía le ha bloqueado acceso al Mar Negro y las sanciones económicas podrían afectar al país encabezado por Putin.
También la FIFA/UEFA ha suspendido a los equipos rusos de todas las competencias. En el comunicado dice que hay unidad y solidaridad por la gente de Ucrania que ha sido afectada, y que esperan que tanto el presidente de Rusia como el de Ucrania se pongan de acuerdo para que se llegue a la unión y a la paz.
Ayer comenzaron las negociaciones con una representación de cada país y como intermediario estará su vecino de Bielorrusia.
En medio de estas negociaciones, Estados Unidos lleva una semana imponiendo nuevas sanciones económicas a Putin y, ocho oligarcas rusos, los cuales se cree son parte de sus asesores de seguridad más cercanos, incluido el ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov.
Joe Biden indicó que con ello paralizaría el sistema financiero de Rusia y obstaculizarían su crecimiento económico al apuntar a los bancos más grandes de Rusia, que según el Departamento del Tesoro poseen casi 80 por ciento de todos los activos bancarios del país.
Además, en el mundo deportivo Rusia se quedó sin la próxima sede de la Fórmula 1, era el GP en Sochi que se disputaría entre el 23 y 25 de septiembre. Mientras que en el futbol Rusia perdió la sede de la final de la Liga de Campeones, una vez que la UEFA resolvió que se realice en París en lugar de San Petersburgo.
El paquete de sanciones incluía que Europa, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá decidieron bloquear parcialmente el acceso de Rusia al sistema internacional de pagos conocido como la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT), con éste se busca la desconexión de algunos bancos rusos que les impedirá realizar la mayoría de sus transacciones financieras en todo el mundo y bloqueará exportaciones e importaciones.
La SWIFT es un proveedor global de servicios seguros de mensajería financiera, que conecta a más de 11 mil entidades financieras y no financieras en 204 países del mundo.
Es importante porque reúne a la comunidad financiera mundial para colaborar en la adaptación de prácticas de mercado, definir normas y debatir intereses de las entidades.
Datos de la Asociación Nacional Rusa SWIFT establecen que ese país tiene cerca de 300 organizaciones afiliadas que trabajan en más de 68 ciudades.
Con esas cifras, Rusia es la segunda nación con más usuarios en ese sistema, sólo por debajo de Estados Unidos. Sus instituciones financieras afiliadas realizan 80 por ciento de las liquidaciones. Además, pertenece a la alianza europea de usuarios de SWIFT, que representa 40 por ciento del tráfico interbancario mundial.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, dijo que las sanciones necesitaban incluir la expulsión total de Rusia del SWIFT, pero varios representantes consideran que la sanción podría afectar a las economías europeas.
Uno de ellos es el primer ministro holandés, Mark Rutte, quien señaló que esta medida tendría graves consecuencias para ellos mismos, por lo que consideró que esta opción sería viable como último recurso.
Para apoyar a Ucrania, la región del viejo continente decidió financiar 450 millones de euros en armas para que ese país pueda defenderse de la invasión de Rusia.
De acuerdo con el Banco Mundial (BM), las sanciones contra Rusia después de que se anexó Crimea en 2014 causaron que su Producto Interno Bruto (PIB) cayera 38% en tres años, de 2,064 billones de dólares en 2014 a 1,283 billones en 2016. En 2020, el PIB fue de 1,484 billones, o sea, 28% por debajo del de 2014.
Mientras que Bloomberg indica que 116 multimillonarios rusos han perdido casi 90 mil millones de dólares desde el 16 de febrero y sólo el día de la invasión perdieron 39 mil millones.
Para Rusia y sus ciudadanos esta medida les afectará económicamente. También como país porque se calcula que la mayoría de su dinero se encuentra en bancos centrales. Cuenta con una reserva importante de oro, pero ésta tendría que salir a vender y en este momento de bloqueo sería difícil.
Pero la realidad es que el hombre que está dando las instrucciones para invadir Ucrania, Vladimir Putin, no tiene problemas económicos. Pese a estas sanciones impuestas a él y su círculo más cercano, especialistas aclaran que en realidad las finanzas del presidente no podrían ser tocadas al 100%, debido a que gran parte de su riqueza no está en los bancos rusos sancionados.
El gobierno de Rusia informa oficialmente que los ingresos del presidente ascienden a 131 mil 900 dólares anuales, pero este hombre se beneficia de muchos miles de millones en efectivo y activos en el extranjero en poder de amigos y familiares de confianza, muchos de su ciudad natal, San Petersburgo.
Un ejemplo es Roman Abramovich, un exgobernador ruso y aliado de Putin quien se convirtió en un magnate del acero y los metales. Cuenta con doble nacionalidad, la israelí, y un patrimonio neto estimado en más de 13 mil millones de dólares, ha utilizado su fortuna para comprar al club Chelsea y casas en Londres y Nueva York.
Otro cercano a Putin y que no está ni puede ser sancionado es Alisher Usmanov, también un magnate de los metales, de los primeros inversores en Facebook. Su fortuna se estima en más de 14 mil millones de dólares.
Usmanov vendió recientemente su participación en el Arsenal por 700 millones de dólares y, según Forbes, posee dos propiedades en Londres por un valor combinado de 300 millones de dólares.
Éstos al igual que otros empresarios, que en su mayoría tienen nacionalidad británica y rusa, no estuvieron en la lista publicada el jueves pasado, tampoco fueron tocados en las sanciones económicas impuestas a Rusia en 2014, tras la invasión de la península de Crimea.
La realidad es que estas fortunas personales de allegados a Putin están resguardadas, pero es un hecho que las finanzas del país y de muchos ciudadanos sí se verán afectadas severamente.
Ojalá con estas sanciones, el presidente ruso decida retirar sus tropas y dar marcha atrás a esta nueva guerra.