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Salud en jaque

En México podemos enfrentar serios problemas de salud. Uno provocado por la falta de previsión en el abastecimiento de medicamentos, vacunas y fertilizantes. Otro, por la cantidad de migrantes que están llegando a territorio nacional con sistemas de vacunación distintos a los nuestros y con otras enfermedades para las cuales, los mexicanos, no estamos cubiertos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una alerta epidemiológica mundial sobre el dengue. Asegura que se ha registrado un fuerte aumento este año debido a los efectos del cambio climático.

Cada año ocurren en el mundo 390 millones de infecciones de dengue y se estima que esto aumentará conforme se incremente la temperatura del planeta, ya que los huevecillos que deposita el mosquito pueden sobrevivir secos hasta un año y eclosionar al tener la humedad necesaria.

En nuestro país el aumento de decesos provocado por dengue, Zika y chikungunya han aumentado 250 por ciento, tan sólo en este mes 120 personas murieron por esta causa; un tema que el año pasado estaba controlado.

Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) asegura que este incremento en los decesos se ha dado porque se dejaron de comprar desde el Gobierno federal insecticidas y larvicidas, los cuales son indispensables para controlar a los moscos portadores de estas enfermedades.

Ante todo esto, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, aseguró que el dengue está siendo atendido, aunque no presentó evidencias.

De acuerdo con MCCI, la dependencia cuenta con 192 millones 371 mil pesos para la adquisición de pesticidas necesarios para su programa de vigilancia epidemiológica, dinero que hasta mayo no había sido ejercido, según los reportes de eficiencia presupuestaria.

Además, hasta el 29 de mayo se tenían contabilizados 21 mil 76 casos de dengue, cuatro veces más que el año anterior, cuando hubo 5 mil 711 confirmados.

El Presidente de la República también salió a desmentir este hecho y aseguró que el supuesto repunte en el número de casos de dengue tenía que ver con el negocio, no por la falta de insecticidas y fertilizantes (o sea que no negó el aumento de decesos).

Por su parte, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López–Gatell, señaló que existe una campaña de desprestigio por parte de las compañías encargadas de la venta de insecticidas para combatir al mosquito del dengue.

Dijo que el Gobierno sí ha adquirido los medicamentos necesarios, pero que las verdaderas razones del aumento en las personas enfermas dependen de otros factores tanto biológicos como inmunológicos.

Más vale fumigar

Pero lo cierto es que los insecticidas no se compraron ni se distribuyeron y los casos siguen en aumento. Hasta el 25 de agosto pasado se reportó un aumento de casos de 312 por ciento, en comparación con el año pasado, y dicho repunte coincide con la falta de compra de insecticidas.

Finalmente, el Gobierno federal compró los insecticidas contra el dengue el 6 de agosto… a los mismos proveedores que la administración anterior.

Pero no sólo es el dengue el que trae en jaque a la Secretaría de Salud, también lo es el sarampión.

Y es que la dependencia tiene confirmados ya 16 casos en México, el último se registró en un bebé de cuatro meses, habitante de Guanajuato, que posiblemente fue contagiado por un familiar que llegó de Estados Unidos.

Se sabe que hasta ahora los 16 casos detectados a escala nacional son importados, es decir, que se contagiaron por personas que habitan en el extranjero, en países como Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Austria.

Recordemos que estos contagios se han dado porque en estos países hace un par de años hubo campañas exhortando a los padres de familia a no vacunar a sus hijos por supuestos efectos secundarios que han sido desmentidos por la OMS.

¿Recuerda usted que en 2014 hubo un brote de sarampión de más de 80 casos en Disneylandia, en California? Fue porque muchos niños no estaban vacunados.

En México, desde 1993, se estableció el compromiso de eliminar esta enfermedad en nuestro país. En 2003 se apoyó la meta de eliminación ampliada de sarampión, rubéola y el síndrome de rubéola congénita y así se realizaron campañas de vacunación intensísimas, pero si esta enfermedad no se erradica en el mundo, podemos seguir teniendo casos aislados de contagio en nuestro país.

Este contagio, en nuestro caso, se da por la falta de vacunas, y más cuando contagiarse de este virus es sumamente fácil, si no se está vacunado por respirar pequeñas gotas de saliva expulsadas por una persona enferma al hablar, toser, o estornudar.

Por lo pronto, en México ante el desabasto de vacunas contra el sarampión, la Secretaría de Salud prepara una evaluación rápida de riesgos, en la que se analiza geográfica y demográficamente en qué zonas se encuentran los niños con menor inmunidad y las rutas de desplazamiento de este virus, para que, en la próxima Semana Nacional de Vacunación, se ponga énfasis en las entidades con riesgos.

Según Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, el desabasto de vacunas contra el sarampión fue de 776 mil dosis.

Dijo que las vacunas que la administración anterior adquirió no eran combinados contra el sarampión y rubéola, y sarampión paperas.

En su momento, el proveedor argumentó que no había sido su responsabilidad, sino de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que no liberó a tiempo los lotes de las vacunas; por ello, ya presentó una denuncia ante el Órgano Interno de Control.

Pero no sólo es el sarampión y el dengue, son varias las vacunas y medicinas que hacen falta en todos los estados del país; cada uno con una problemática en específico.

Ya por fin el Presidente reconoció que sí existe un desabasto de medicamentos en hospitales para la atención de niños con cáncer, aunque pidió ser objetivos y “no mentir, no crear campañas de desprestigio”.

Por lo pronto, el pleno del Senado avaló modificar la Ley General de Salud para crear un Registro Nacional de Vacunación, el cual permitirá monitorear y evaluar el Programa de Vacunación Universal, mediante indicadores básicos de desempeño, fidedignos y auditables.

El dictamen enviado a la Cámara de Diputados, que fue aprobado por unanimidad, señala que el Registro Nominal de Vacunación verificará que toda persona en el país cuente desde su nacimiento, y durante toda su vida, con un seguimiento de su esquema de inmunización.

Además, establece que el Estado mexicano garantizará el abasto y la distribución oportuna y gratuita de vacunas, así como la disponibilidad de los insumos necesarios para las acciones de vacunación.